COVAX: cómo será el plan de la OMS para llevar vacunas para el COVID-19 a países en desarrollo

Su objetivo es asegurar que la vacuna llegue al mayor número de personas posible a nivel mundial de manera rápida y justa, facilitando dosis a los países que no podrían pagar su precio de mercado

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COVAX es parte del Acelerador
COVAX es parte del Acelerador de herramientas de acceso a COVID-19 (Acelerador ACT), un plan integral de la OMS para derrotar al virus mediante el uso de diagnósticos, terapias y vacunas

El Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (COVAX, por sus siglas en inglés) es una iniciativa público-privada para promover el acceso a las vacunas contra el coronavirus de manera equitativa en el mundo. Hasta el momento, COVAX es el único proyecto global de este tipo. Su objetivo es asegurar que la vacuna llegue al mayor número de personas posible a nivel mundial de manera rápida y justa, facilitando dosis a los países que no podrían pagar su precio de mercado. Todos los países participantes tendrán acceso a las vacunas de manera proporcional a su población, independientemente de su nivel socioeconómico.

Los financiadores internacionales se unieron a principios de junio del año pasado y juntaron fondos para una empresa ambiciosa: comprar suficientes vacunas COVID-19 para inmunizar al 20% de las personas más vulnerables en todo el mundo, contar con una variedad de dosis diversificadas, entregarlas tan pronto como estén disponibles, reconstruir las economías y amenizar la fase aguda de la pandemia. Los países de ingresos altos y medianos contribuyen al fondo y reciben una parte de las vacunas adquiridas, y los países más pobres las reciben de forma gratuita.

Las mismas comenzarán a ser distribuidas en el primer semestre de este año a los países participantes, entre ellos varios de América Latina. Entre los nuevos acuerdos que se suman a la iniciativa, que busca asegurar el acceso equitativo a las inmunizaciones, está uno con AstraZeneca/Oxford para obtener 170 millones de dosis y otro con Johnson & Johnson para 500 millones de dosis. UNICEF anunció que ya está listo para transportar hasta 850 toneladas de vacunas COVID-19 por mes durante todo el 2021.

COVAX está codirigido por la
COVAX está codirigido por la Coalición para la Innovación en la Preparación ante Epidemias (CEPI), Gavi y la Organización Mundial de la Salud (OMS), que trabajan en asociación con los fabricantes de vacunas, UNICEF, el Banco Mundial, organizaciones de la sociedad civil y otros

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló que COVAX está compitiendo por estos suministros. Es posible que algunas personas en los países de ingresos más bajos tengan que esperar hasta al menos, el próximo año para recibir sus vacunas, afirmó. En la misma sintonía, el primer ministro de Suecia, Stefan Löfven, declaró: “Esta no puede ser una carrera con pocos ganadores”. Pero las naciones no solo compiten, están en las razas más desiguales. Ahora debe ser una prioridad para los gobiernos de todo el mundo volver a encarrilar el proyecto COVAX, tanto para ayudar a las personas más vulnerables del mundo como para controlar la pandemia.

Esto se da en el marco de que los países de ingresos altos han estado comprando grandes tramos de las dosis de vacuna actuales y futuras directamente de los proveedores. Los países de ingresos medios también están negociando sus propios suministros. Esto ha dejado relativamente pocas vacunas para COVAX, que necesita administrar 2 mil millones de dosis a fines de este año para alcanzar su objetivo. La mayoría de los 10 productores de vacunas con los que han logrado acuerdos, han garantizado acceso a una porción de la primera tanda de vacunas y mayor volumen a mayor producción. “Nuestro objetivo es comenzar a distribuir en el primer trimestre de 2021, pero va a depender de tres cosas. Disponibilidad de vacunas, la aprobación de autoridades regulatorias. Y por último, que los países estén listos”, explicó Seth Meyer, el director de la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización (Gavi).

Sin lugar a dudas, los gobiernos piensan que están actuando en el mejor interés de su gente al negociar directamente con los proveedores. Pero, al competir de esta manera, están sembrando el pánico y socavando el principio de reciprocidad que sustenta este proyecto, que inicialmente acordaron respaldar, y que podría ayudar a poner un fin más rápido a la pandemia.

La meta de la iniciativa
La meta de la iniciativa COVAX es tener 2000 millones de dosis a finales de 2021, pero una “expectativa realista” sería contar con 65 millones en el primer trimestre de este año, para comenzar a vacunar en marzo

Este proyecto fue concebido para prevenir lo que sucedió con las vacunas para la influenza A (H1N1) en 2009, cuando los países más ricos monopolizaron los suministros de vacunas al hacer tratos uno a uno con los proveedores. Al comienzo de la pandemia de coronavirus, los fundadores de COVAX estaban convencidos de que se podría encontrar un mejor sistema para garantizar un acceso más equitativo a las vacunas, especialmente para las poblaciones más vulnerables del mundo.

El mismo cuenta con 190 países miembros. Hasta ahora, ha recaudado poco más de USD 4 mil millones de su objetivo de financiamiento de USD 6,8 mil millones para este año. COVAX dice que tiene suficientes vacunas en trámite para lograr su objetivo de proporcionar a los países de bajos ingresos acceso a 1300 millones de dosis sin cargo, a finales del 2021. Sin embargo, paralelamente, lanzó un plan a mediados de diciembre mediante el cual los países pueden donar dosis de vacunas excedentes.

Es importante entender que las vacunas complementarían, y no reemplazarían, las herramientas existentes para frenar la transmisión del virus y salvar vidas, recordó la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero las vacunas siempre han sido la clave para detener la enfermedad, y cuando comenzó la pandemia, existía el riesgo de que los países de bajos ingresos se quedaran sin dosis, “razón por la cual se formó COVAX”, dijo el doctor Tedros.

Para la adquisición y distribución
Para la adquisición y distribución a través de COVAX, todas las naciones deben esperar a que la Organización Mundial de la Salud (OMS), concluya con la precalificación de las mismas

Con el apoyo de la Alianza Mundial de Vacunas, UNICEF está adquiriendo y apoyando la instalación de 70.000 refrigeradores de cadena de frío en países de bajos ingresos, lo que ayudará en el despliegue de las vacunas COVID-19 que deben ser almacenadas de 2 a 8 grados. Casi la mitad de los frigoríficos funcionarán con energía solar, dijo UNICEF.

¿Cómo es la situación en América Latina?

Cada vez más países se están embarcando en compras bilaterales. Los de mayores recursos en la región, asienten que COVAX beneficiará a los que menos tienen. Mientras el mercado avanza en la adquisición de dosis de distintas empresas, países como Nicaragua, El Salvador, Haití, Bolivia, y distintas islas del Caribe recibirán dosis de COVAX, ya que según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “bajo criterios económicos son los países más pobres o porque, su población pequeña, tienen más dificultad de acceso”.

En cuanto a los países latinoamericanos que han firmado acuerdos con fabricantes de China y Rusia que no han obtenido la precalificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), manifestó que “hacen sus acuerdos bajo su propia responsabilidad” y que les corresponde a ellos “garantizar la calidad, seguridad y eficacia de la vacuna”. Por otra parte, la aplicación empezará en marzo, precisa el organismo, ya que ningún país contará con cantidades muy grandes de vacunas en un inicio.

Todos los países que en América Latina y el Caribe participan en el mecanismo internacional COVAX recibirán las vacunas al mismo tiempo, tanto si pagan por ellas como si las reciben gratuitamente, aseguró el subdirector la Organización Panamericana de la Salud (OPS). COVAX es fundamental para los países más pobres, que carecen del poder adquisitivo que conllevan las economías de escala. Una pandemia debe gestionarse a escala mundial. Hasta que el virus no se controle en todas partes, todas las naciones corren el riesgo de sufrir nuevos brotes.

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