Muchos argentinos podrían no haber sido diagnosticados con cáncer a causa de la pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2. No estarlo, o bien saberlo tardíamente, supone no acceder a las mismas posibilidades de curación o tratamiento. Las consecuencias a corto, mediano y largo plazo son inevitables. El impacto de la pandemia de COVID-19 en la atención de pacientes con cáncer encuentra allí su principal problema.
La doctora Malva Estevan (M.N. 65.799), ginecóloga de LALCEC (Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer), señala que “hoy sabemos que las consultas médicas para el diagnóstico temprano de cáncer bajaron un 80% en los inicios de la pandemia en Argentina y hubo un marcado descenso en el número de sesiones de quimioterapia y terapia radiante durante el mes de abril en relación al mismo mes de 2019. Si bien ese número va mejorando por las diferentes aperturas, todavía sigue siendo muy alto”.
Agrega además, que todos los años se identifican más de 125.000 casos nuevos de cáncer en ambos sexos, con porcentajes similares tanto en hombres como en mujeres. Esos son los que fueron detectados en años anteriores, por lo cual al bajar las consultas que nos ayudan a dar un diagnóstico temprano, inevitablemente vamos a encontrarnos con pacientes con un diagnóstico tardío en los próximos meses. “Por ejemplo, en cáncer de mama, un diagnóstico a tiempo tiene posibilidades de cura superior del 90%. La prioridad es darle tiempo al médico para que pueda tratarlo”.
-¿El temor al contagio de COVID-19 es el principal motivo por el que no solicitan citas médicas?
-En un alto porcentaje sí. El miedo de los pacientes al contagio es un hecho y también hay otro factor que me comentan en las consultas, es que muchos no saben que los centros de diagnóstico están funcionando, cuando en realidad no se dejó de atender en ningún momento.
-¿Cuáles son las consecuencias?
-Diagnósticos tardíos. La evidencia de lo que pasó este año lo vamos a saber recién en el próximo cuando empiecen a verse los diagnósticos que se demoraron por la pandemia. El tiempo es fundamental para que los médicos curemos a nuestros pacientes. El tiempo es lo que puede salvarte la vida.
-¿Se puede revertir esta situación?¿Qué aconsejan los profesionales?
-Lo que aconsejamos a los pacientes es que no se abandonen. Desde los estudios de rutina de laboratorio hasta los diagnósticos de cáncer. Estamos atendiendo y los protocolos funcionan muy bien. En LALCEC no recibimos pacientes con sospecha de COVID, pueden venir tranquilos que los protocolos están pensados para cuidarlos.
En sintonía con el mensaje que se emite desde la organización, “si querés cuidarte, salí de tu casa”, advierte que la gente no debe abandonar los controles de rutina ni los tratamientos programados a causa del distanciamiento social, preventivo y obligatorio (DISPO), que el gobierno nacional oficializó para todo el país hasta el 31 de enero por la pandemia del coronavirus. Respetando todos los recaudos recomendados por las autoridades sanitarias, en los casos ya diagnosticados, se recomienda que no se discontinúen los tratamientos y sigan las indicaciones cada médico.
-Nunca se vivió una situación de estas características, ¿qué es lo primero que le plantean los pacientes?
-No, nunca. Ni con la gripe A tuvimos estos problemas. Los pacientes tienen que seguir haciéndose sus controles, las condiciones en los centros de salud están dadas y los protocolos son efectivos.
Dadas las condiciones actuales, “demorar los controles médicos hasta que finalice el DISPO, puede significar llegar tarde al diagnóstico, habiendo perdido la oportunidad de recibir un tratamiento en forma temprana, lo que siempre ofrece un mejor pronóstico”, consignó María Cristina Espil, vicepresidente de LALCEC. Los pacientes oncológicos siempre se debaten en una carrera a contrarreloj, es por ello que su detección temprana en muchos casos, termina siendo determinante en el tratamiento a seguir y en la propia enfermedad.
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