Los expertos aseguran que no hay evidencia científica que avale el tratamiento contra el COVID-19 anunciado por Maduro

El dictador venezolano dijo que encontraron una cura para la enfermedad que tiene en vilo al mundo. Sin embargo, los especialistas plantean varias incógnitas

El dictador venezolano Nicolás Maduro anunció ayer que científicos del Instituto de Investigaciones Científicas (IVIC) hallaron una molécula obtenida a partir de una planta medicinal que inhibiría los efectos ocasionados por el COVID-19. Según informó, este hallazgo será presentado ante la Organización Mundial de la Salud para evaluar su posible uso a nivel global.

"La molécula del DR10 se ha estudiado durante 6 meses en nuestro país y se probó con el propósito de aniquilar el nuevo coronavirus'', afirmó. “Venezuela ha conseguido una medicina que anula 100 por 100 el coronavirus”, remató.

Sin embargo, a pesar del anuncio, Maduro no presentó ningún estudio científico o datos certeros de cómo estudiaron y si ya se empezaron a realizar pruebas en humanos.

En este sentido, para Ignacio Gutiérrez Magaldi, médico clínico y expresidente de la Sociedad de Medicina Interna de Córdoba, es muy apresurado tomar conductas o partidas con respecto a si el medicamento es efectivo o no: “Puede ser alentador pero se necesitan resultados concretos. Es muy rápido para hablar sobre un medicamento que neutralizaría al COVID-19. La medicina se basa en la evidencia y este no es el caso. Puede llegar a funcionar en el futuro pero deberían seguir los pasos concretos para probar la eficacia del tratamiento”.

Tras el anuncio del mandatorio, la ministra de Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez, indicó que la investigación comenzó hace seis meses con una iniciativa del gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, quien les sugirió una planta medicinal.

Según afirmaron, a partir de allí se hicieron los estudios químicos. Se expuso el COVID-19 a distintas concentraciones de la molécula y luego se hizo el mismo proceso con células sanas. Se identificó la estructura molecular.

Los tres especialistas coincidieron en que resta esperar datos concretos para empezar a hablar sobre un prometedor tratamiento contra el COVID-19

En este sentido, Gutiérrez Magaldi explicó que esto se debe a que todos los países están buscando sin parar un antídoto, una vacuna o el tratamiento más prometedor para ser los primeros en descubrirlo pero que esto es más complejo. “Hay que respetar los pasos ya que es un virus que además de ser nuevo también desorienta”, explicó a este medio.

De acuerdo al doctor Alberto Cormillot, no se puede considerar válido este tratamiento: No hay evidencia que respalde el anuncio. Es muy irresponsable anunciar algo así. El emisor de una noticia es muy importante y esto no está bien. Cuando salga en revistas científicas serias como The Lancet o de New England Journal of Medicine se puede empezar a hablar sobre un tratamiento, pero éste no es el caso”.

Y es que el anuncio del mandatorio fue a través de un programa retransmitido por la televisión pública. En su discurso aseguró que se seguirán los protocolos establecidos para obtener la ratificación de la molécula a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Es confuso que lo usaron con el virus del hepatitis C, pero habrá que esperar a las consideraciones de la OMS. Ellos deben tener más datos sobre este tratamiento pero no lo querrán decir aún por la competitividad económica”, aseguró a este medio Gabriela Piovano, infectóloga del hospital Muñiz.

Pero, ¿qué se sabe sobre esta molécula? El ingrediente activo es un derivado del ácido ursólico de una planta no tóxica para humanos. Se puede aislar a partir de las hojas de varias plantas (romero, mejorana, lavanda, tomillo y organum), frutas (cáscara de manzana), flores y bayas.

El ácido ursólico (UA) es un compuesto triterpénico natural que se encuentra en varias frutas y verduras, según escriben Dae Yun Seo y otros científicos en un paper publicado en el 2018 en The Korean Journal of Physiology & Pharmacology. “Existe un interés creciente en la AU debido a sus efectos beneficiosos, que incluyen efectos antiinflamatorios, antioxidantes, antiapoptóticos y anticancerígenos”, señalan. “Sin embargo, los mecanismos precisos de sus efectos beneficiosos no se conocen por completo”.

En otro estudio publicado este año en el Journal of Biomolecular Structure and Dynamics, se informa sobre “nuevos metabolitos naturales, a saber, ácido ursólico, carvacrol y ácido oleanólico, como inhibidores potenciales contra la proteasa principal (Mpro) de COVID-19 mediante el uso de enfoques integrados de modelado molecular”.

Los tres especialistas coincidieron en que resta esperar datos concretos para empezar a hablar sobre un prometedor tratamiento contra el COVID-19

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