En el mes de concientización del cáncer de mama, los especialistas advierten que desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio, las consultas ginecológicas disminuyeron más del 55%, un 48% en mastología y la realización de mamografías cerca del 65%.
“Hemos notado una baja significativa de consultas desde el inicio de la pandemia y, aunque las cifras se están recuperando, con la nueva normalidad, creemos que hay muchas mujeres que aún postergan las consultas. El chequeo anual no puede esperar, por lo que pedimos especialmente a aquellas pacientes de alto riesgo de cáncer de mama que no dejen de hacerse los estudios de control, ya que son una herramienta sumamente importante para poder detectar la enfermedad de manera precoz, y así mejorar el pronóstico y la recuperación”. El médico mastólogo Juan Luis Uriburu (MN 72558) es el presidente de la Sociedad Argentina de Mastología (SAM) y destacó que “se calcula que una de cada ocho mujeres puede padecer cáncer de mama, y que el 85% de los tumores se detecta con la realización de una mamografía anual”.
En la Argentina, cada año se diagnostican 18 mil casos nuevos y fallecen seis mil mujeres como consecuencia de esta enfermedad. Pero es incierto cómo se modificarán estas cifras en 2020 y 2021, tras el impacto que el coronavirus tenga en la salud de la población.
Según el jefe del Servicio de Mastología del Hospital Británico, “los conocimientos sobre las causas del cáncer de mama continúan siendo insuficientes, por lo que la detección precoz sigue siendo la piedra angular de la lucha contra esta enfermedad”.
“Al principio de la pandemia, con el aislamiento social obligatorio, se recomendó postergar todos los controles de mujeres sanas e, incluso algunos controles de pacientes en seguimiento posterior a un tratamiento; en especial si tenían otras enfermedades que las pusieran en riesgo del contagio viral -señaló el experto-. Sólo se continuó con la atención de pacientes recientemente diagnosticadas, que necesitaban su intervención quirúrgica oncológica y su control inmediato posterior”.
Con el tiempo, se fue llevando a cabo una lenta y progresiva apertura para la atención de aquellos controles que inicialmente se habían postergado. “En todos los centros de diagnóstico y tratamiento, tenemos una estadística de los casos nuevos de cáncer de mama que diagnosticamos y tratamos anualmente. Y eso es algo que habitualmente se mantiene o, incluso, presenta un ligero aumento año a año”, destacó Uriburu.
Y destacó: “Habiendo transcurrido seis meses del inicio de dicho aislamiento, notamos que estamos recibiendo, atendiendo, diagnosticando y operando sólo entre el 30 y 40% de dichos casos. Lo que quiere decir que hay aproximadamente un 60% de casos nuevos de cáncer de mama que aún no han sido diagnosticados y por ende, tampoco tratados. Y, como consecuencia de ello, cuando concurran a la consulta, es posible que se diagnostiquen en una etapa algo más tardía de lo habitual, con probabilidad de necesitar tratamientos tal vez más agresivos y con disminución de oportunidades de curación”.
Es por todo eso que hoy aconsejan que las mujeres no dejen de concurrir a realizar la consulta con el mastólogo y la realización de la mamografía anual en el momento que corresponda. “Todo ello se realizará con los debidos recaudos que se implementan por protocolo en los centros de diagnóstico y tratamiento, como son los turnos más espaciados, con menor concurrencia en las salas de espera, manteniendo la debida distancia y con los correspondientes elementos de protección personal (tapabocas, máscara facial, alcohol en gel para las manos)”.
El Hospital Británico también puso a disposición de todos sus pacientes un servicio de teleconsulta con médicos mastólogos del staff, especialmente recomendada para pacientes mayores de 65 años o que forman parte de algún grupo de riesgo de coronavirus, que funciona de lunes a viernes por la mañana.
“El médico puede atender a una paciente por teleconsulta, enviarle virtualmente la prescripción de una mamografía o ecografía mamaria, y solicitarle que vaya a un centro médico a realizarse presencialmente ese estudio. La lectura posterior del informe también puede ser por teleconsulta, por supuesto dependiendo el caso. De esta manera, en pacientes con alto riesgo COVID-19, la exposición se reduce a una sola salida cuidada, y dos llamados a distancia”, concluyó Uriburuu haciendo énfasis en cómo están complementando los canales de atención virtual y presencial.
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