Coronavirus: especialistas analizan el descenso de casos en la Ciudad

A un mes de descensos de casos de COVID-19 en el ámbito porteño, los infectólogos destacan la importancia de mantener las medidas prevención

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En el día de ayer, el ministro de Salud porteño destacó la caída sistemática de contagios (EFE)
En el día de ayer, el ministro de Salud porteño destacó la caída sistemática de contagios (EFE)

El ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, afirmó este miércoles 30 de septiembre que en el ámbito porteño se viene registrando un significativo descenso de casos positivos de COVID-19. “Mañana cumplimos un mes entero de descensos de casos de coronavirus en la ciudad”, aseguró el titular de la cartera sanitaria porteña, durante su habitual conferencia de prensa de informe de la situación sanitaria en la Capital Federal.

Quirós indicó que -hasta ayer- habían confirmado 125.479 personas con la enfermedad, 100.621 recuperados, 3.491 fallecidos, lo que hacía una tasa de letalidad de 2,7%. A su vez, informó que habían 544.312 personas testeadas en la Ciudad, el 60,2% eran residentes que habían tenido una tasa de positividad de 39,5%, lo que hacía una tasa de PCR por cada 100.000 habitantes de 10.671.

“En las últimas tres semanas ha habido un descenso lento pero sistemático de casos. Luego de 9 semanas de un promedio móvil de 1.100 y 1.300, ahora tenemos un descenso lento que nos ha llevado a 900 y 1.000 casos diarios”, detalló el ministro.

Sin embargo, advirtió que esa caída no es definitiva. “Esta es una enfermedad que si la ciudadanía pierde la capacidad de mantener las medida de seguridad (evitar reuniones en lugares cerrados y mal ventilados, usar tapaboca, lavarse las manos frecuentemente) seguramente vamos a volver a subir con los casos. Hemos visto en otro países que los rebrotes ocurren cuando uno pierde la capacidad de cuidarse”, alertó.

Y en eso, los especialistas están de acuerdo. Consultado por Infobae, el doctor Francisco Nacinovich, jefe de infectología del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires y miembro de la comisión de vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología, explicó: “En parte es una buena noticia, pero no tiene que ser un signo que haga que la gente baje los brazos. No es fácil interpretar por qué ocurre esto. Las cifras oficiales están. La tendencia es hacia el descenso pero no son descensos lineales, sino que ocurren picos que vienen y van. Sin embargo, es cierto que la tendencia es hacia disminuir”.

“Con el transcurso de la pandemia, el virus va encontrando menor numero de individuos susceptibles a medida que más individuos cursan la enfermedad y se recuperan. Esto tiene que ver con la evolución natural de la circulación viral con menos números de susceptibles, en un ámbito como el AMBA que mostró curvas más tempranas que otros lugares del país por su densidad poblacional y por haber recibido un porcentaje alto de viajeros en el inicio”, dijo a Infobae Romina Mauas, infectóloga y coordinadora médica de Helios Salud y miembro de la SADI.

Por su parte, el médico infectólogo jefe de la Sección Infectología y Control de Infecciones del CEMIC, Pablo Bonvehí, aseguró que “existen dos factores que podrían explicar estos descensos. Por un lado, las medidas de distanciamiento social que -en función del grado de cumplimiento- no permiten que el virus pueda llegar a transmitirse. Y por el otro, el número de personas que se va infectando. Esas dos medidas hacen que sea visible este amesetamiento y que luego empiece a hacerse visible cierto grado de descenso. Es una buena noticia pero que sin lugar a dudas, no debe hacernos bajar la guardia”.

Consultado sobre la próxima etapa del aislamiento y la posibilidad de nuevas reaperturas, como consecuencia del descenso de los casos, Quirós mantuvo su estilo prudente: “Tenemos muchos días por delante, eso será la discusión de la semana que viene. Veremos la epidemiología de esta semana y de la que viene. Al día de hoy nos faltan muchos días para estar seguros de qué grado de apertura vamos a proponer”.

“No debemos sacar conclusiones y tenemos que ver cómo se va comportando el virus más adelante. Que exista un descenso de casos en la Ciudad no significa que no haya casos que no estén diagnosticados. Es muy importante para mantener esta situación que no aflojemos las medidas. En el hemisferio norte pasó lo mismo y después hubo un rebrote, aunque no necesariamente acá tenga que pasar lo mismo”, advirtió Nacinovich.

Para el ministro porteño y los especialistas el grado de circulación viral en una ciudadanía es clave
Para el ministro porteño y los especialistas el grado de circulación viral en una ciudadanía es clave

En relación al regreso a las aulas el ministro de Salud de la Ciudad sostuvo: “La Ciudad y la ministra de Educación estamos enfocados en recuperar la vinculación de los niños entre sí y con el entorno escolar. Creemos que cada día genera mayor daño y que en algunos niños se podrá transformar en irreparable”. Así, volvió a ratificar su postura a favor del retorno de las clases con protocolos.

También se refirió a los indicadores epidemiológicos objetivos que propuso ayer el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta. “Todavía no los hemos debatido técnicamente; solo fue una sugerencia del ministro de usar los utilizados por el gobierno americanos; pero también hay otros que se están aplicando en el mundo”, señaló.

Para el ministro porteño, el grado de circulación viral en una ciudadanía es clave y ahí incurre el el riesgo de juntar una cantidad importante de niños o adolescentes en las aulas. “Cuando nos juntemos a discutirlos técnicamente, tendré una opinión más profunda. Lo importante acá es buscar siempre indicadores objetivos que describen la epidemiología de la ciudad y digan cuál es la intensidad de la circulación comunitaria, y en eso vamos a trabajar”, añadió.

“Más allá de que probablemente haya un subregistro de los casos, la ocupación de camas en la Ciudad ha descendido. Tiene que ver con la ‘teoría de los corrales’, una especie de inmunidad de rebaño dada por la sectorización de circulación de la población. Los que viven y trabajan en la Ciudad de Buenos Aires, si bien pueden salir, vuelven a intercambiar un contacto social con un grupo reducido y constante. Al estar la circulación restringida el virus no se trasmite libremente. La contagiosidad de las actividades permitidas es baja. Sin embargo, si los bloqueos se levantan empezarían a subir exponencialmente los casos y la ocupación de camas estaría colapsada”, manifestó en diálogo con Infobae Gabriela Piovano, infectóloga del Hospital Muñiz y del Hospital Nacional Laura Bonaparte.

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