Adaptación vs. encierro: especialistas proponen retomar la vida con responsabilidad social

El saldo más negativo que está dejando el coronavirus a la humanidad “es una pandemia de enfermedades mentales y desatendidas". En diálogo con Infobae, el cardiólogo Alberto Alves de Lima destacó la importancia reanudar proyectos y retomar nuestra vida y cotidianeidad

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La pandemia de coronavirus no solo ha amenazado la salud física de millones, sino que también ha causado estragos en el bienestar emocional y mental de las personas en todo el mundo (REUTERS)
La pandemia de coronavirus no solo ha amenazado la salud física de millones, sino que también ha causado estragos en el bienestar emocional y mental de las personas en todo el mundo (REUTERS)

La pandemia por el nuevo coronavirus y la enfermedad COVID-19 que genera, ha sumido a muchas personas en una depresión prolongada, no solamente por la imposibilidad de luchar abiertamente contra el virus por falta de herramientas como tratamientos efectivos o una vacuna que los prevenga, sino por el padecimiento de una extensa cuarentena que acarrea muchos impedimentos y que no parece tener un fin cercano.

En este contexto y con la mira puesta en “salir del encierro y reanudar nuestra vida y cotidianeidad”, distintos profesionales de la salud hacen un llamado a las autoridades a dejar de aislar a personas sanas y enfocar los cuidados sólo en pacientes de riesgo. Además, aconsejan aprender a convivir con el COVID-19, respetando la distancia social y los protocolos establecidos como el uso del barbijo y la higiene constante de manos.

Días atrás, el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, habló por primera vez de la posibilidad de empezar a dejar el concepto de “cuarentena” para pasar a una etapa de “protocolos intensos” en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Esa posible etapa implica hacer un equilibrio con las nuevas actividades permitidas mientras cada vez falta menos para la comercialización masiva de una vacuna contra el COVID-19.

Sin embargo, si bien el funcionario reconoció que en la última semana la provincia de Buenos Aires registró indicadores positivos que incluyeron una reducción de contagios de coronavirus y menor ocupación de camas de terapia intensiva, especificó que necesitan que se confirme la tendencia en las próximas semanas para avanzar hacia una flexibilización mayor de actividades que hoy se encuentran prohibidas.

“Es algo que tiene más que ver con el sentido común. Hablamos de una apertura inteligente con responsabilidad social. La evidencia demuestra que el encierro geográfico y físico no es tolerable. Hay que empezar a moverse con responsabilidad; respetando la distancia social y los protocolos establecidos”, sostuvo en diálogo con Infobae el doctor Alberto Alves de Lima (M.N. 77.821), director médico del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires.

Para Alves de Lima, es imprescindible el concepto de “salir para cuidarse” y asegura que "los argentinos tenemos que retomar los sueños, los proyectos" (Franco Fafasuli)
Para Alves de Lima, es imprescindible el concepto de “salir para cuidarse” y asegura que "los argentinos tenemos que retomar los sueños, los proyectos" (Franco Fafasuli)

“Lo dije y lo vuelvo a decir, la evolución de la pandemia en nuestro país -continuó el experto- nos demostró que el encierro sistemático es como querer bajar los accidentes de tránsito sacando todos los autos de la calle. O sea, no es favorable porque de alguna manera nos está afectando como personas. El encierro tiene que tener una dinámica responsable. No se trata de la vida y la muerte, sino de un equilibrio para poder vivir”.

Para Alves de Lima, es imprescindible el concepto de “salir para cuidarse”. “Tenemos que retomar los sueños, los proyectos. Desde el COVID-19 empezamos a basar nuestras acciones en decisiones empíricas y dejamos atrás las que están demostradas con evidencia. Somos testigos de una medicina loquísima. Insisto a las personas a que aprovechen los espacios al aire libre, utilicen los barbijos y salgan a vivir. Tenemos que retomar nuestra vida y adaptarnos a esta 'nueva normalidad’ porque nunca vamos a volver a lo de antes", aseguró.

Si bien las medidas de aislamiento y distanciamiento social resultan efectivas para reducir la propagación del virus, por otro lado, han generado la cancelación de consultas médicas y procedimientos médicos. Y desde que estamos inmersos en la pandemia de COVID-19 se produjo una reducción significativa de atención médica por parte de pacientes con patologías cardiovasculares, neurológicas y oncológicas en los centros de salud de todo el país.

La gente se queda en sus casas y cuando salen por una consulta médica lo sienten como una travesía. Cuando esa misma persona es la que está en este momento con ese estado de salud bueno, porque durante el último año hizo sus controles de forma normal. Y justamente su enfermedad de base, la enfermedad cardiovascular, es muchísimo más riesgosa que el mismo coronavirus”, expresó el especialista.

“Una una pandemia de enfermedad mental”

El coronavirus ha sumido al mundo en la incertidumbre y las constantes noticias sobre la pandemia pueden parecer implacables. Todo esto está afectando la salud mental de las personas, independientemente de si tienen una enfermedad mental diagnosticada (Shutterstock)
El coronavirus ha sumido al mundo en la incertidumbre y las constantes noticias sobre la pandemia pueden parecer implacables. Todo esto está afectando la salud mental de las personas, independientemente de si tienen una enfermedad mental diagnosticada (Shutterstock)

La batalla para detener la pandemia de coronavirus, librada con distanciamiento social y aislamiento forzado, está cobrando un precio psicológico que algunos especialistas advierten que podría provocar otra crisis, una de salud mental. “Decir que el COVID-19 es un problema viral es un reduccionismo. Es un virus que ha tenido un impacto de una magnitud pocas veces imaginada”, advirtió el experto.

Para el neurocientífico argentino Facundo Manes que el saldo más negativo que está dejando el coronavirus a la humanidad “es una pandemia de enfermedad mental que, advirtió, ya perjudica a un importante número de jóvenes que están padeciendo trastornos de ansiedad o depresión.

Una reciente y precisa investigación de la Fundación INECO evaluó los efectos de la pandemia y la cuarentena en la salud mental de la población y mostró cifras alarmantes. Según Manes, “la salud no se puede separar en salud física y mental, la salud es integral y hoy los argentinos estamos exhaustos”.

“El trabajo que hicimos a los 6 días de iniciado el aislamiento y otro a los 72 días, mostró cifras alarmantes: 6 de cada 10 argentinos tienen síntomas de depresión. Esto cuadruplica o quintuplica los valores prepandemia”, señaló Manes durante una entrevista con Marcelo Longobardi en Radio Mitre.

El especialista dio otro dato aún más preocupante: los jóvenes son los más afectados. “Según nuestro trabajo en INECO, 8 de cada 10 jóvenes del país tienen síntomas de depresión leve, moderada y severa; y más de 6 de cada 10 tienen síntomas leves, moderados o severos de ansiedad”.

"Tenemos que cumplir el distanciamiento físico pero no el distanciamiento social”, advierte Manes (REUTERS)
"Tenemos que cumplir el distanciamiento físico pero no el distanciamiento social”, advierte Manes (REUTERS)

“Los jóvenes están siendo muy afectados y lo que tenemos que evitar es que esto se haga crónico. La salud es una sola, y si no se pone como prioridad, la Argentina va a tener que ser reconstruida. Si tenemos un pueblo ‘quemado’, una sociedad exhausta, por más que arreglemos la deuda o traigamos inversiones, si tenemos un pueblo deprimido, desmotivado y ansioso, estamos frente a un problema no solo humanitario, sino social y económico”, enfatizó.

Frente a esta pandemia de ansiedad, de depresión y tensiones, Manes planteó algunos aspectos que habría que hacer para atenuar el impacto de estos meses tan complicados. “Lo primero que hay que hacer es tener más cuidado. Tenemos que hacer una campaña de psicoeducación y explicarle a la sociedad que a veces sentirse mal es normal”.

“Este virus agarra lo mejor de nuestra especie, la capacidad de vincularnos, de abrazarnos, y lo usa en nuestra contra. Tenemos que estar conectados con la tecnología, con nuestros afectos, con nuestros amigos. Tenemos que cumplir el distanciamiento físico pero no el distanciamiento social”, añadió.

Para concluir, el neurocientífico reiteró la necesidad de “parar la pelota, llamar a un equipo multidisciplinario de diferentes sectores políticos y que se piense lo que viene en términos de salud, económicos y sociales. Si eso no se hace, vamos a volver a caer en uno de los problemas de los argentinos que es que una facción quiere resolver todos los problemas del país”.

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