La Sociedad Argentina de Inmunología (SAI) emitió este domingo un comunicado en el que resalta la importancia de la difusión de información verificada, que represente la pluralidad de voces y visiones, que surja a partir del sustento científico, las fuentes oficiales, calificadas y los datos, estudios e investigaciones obtenidas a partir de asociaciones científicas y/o organismos oficiales tales como el Ministerio de Salud y la Organización Mundial de la Salud (OMS), etc.
El texto comienza con la inquietud por parte de la entidad: “La Sociedad Argentina de Inmunología manifiesta su preocupación por la difusión en medios de comunicación de información inexacta y carente de sustento científico que confunde a la población y atenta contra el cumplimiento de las medidas que han demostrado, tanto en nuestro país como en el mundo, evitar la saturación del sistema de salud y las muertes que ello podría ocasionar”.
Allí se enumeran cuatro afirmaciones que circulan con información incorrecta y/o falsa con su respectiva respuesta.
Según especifican, “es incorrecto que el virus SARS-CoV-2 no pudo ser aislado de muestras respiratorias ni ser cultivado en líneas celulares”. En este sentido, resaltan que “desde la identificación del agente causante de la COVID-19 hasta el día de hoy, en una respuesta sin precedentes, la comunidad científica ha realizado enormes avances en el conocimiento de los mecanismos de infección y en la comprensión de las causas que determinan la severidad de la enfermedad”.
“Al respecto, merece destacarse el rápido aislamiento del virus SARS-CoV-2 y su completa secuenciación en enero de este mismo año y un esfuerzo a nivel mundial que ha permitido que a la fecha se hubieran secuenciado 35736 aislamientos virales, hecho que ha permitido conocer la tasa de mutación (cambios genéticos) que experimenta el mismo”, agregan.
En nuestro país, el 07 de abril se difundió la secuenciación del genoma completo de las 3 cepas que circulaban en Argentina, originarias de diferentes regiones del mundo, Asia, Europa y Estados Unidos y micrografías electrónicas del virus fueron capturadas a partir de aislamientos virales tanto en otros países como en el nuestro, aclaran.
También se ha identificado al receptor que utiliza el virus para infectar a las células humanas y se han llevado a cabo estudios de infecciones experimentales en cultivos celulares que han provisto información para identificar blancos potenciales para el diseño de nuevas estrategias de tratamientos.
La segunda afirmación que aclaran alega que “los kits diagnósticos no son específicos para SARS-CoV-2”. En relación a esta frase, la SAI explica: “Es incorrecta, ya que se han desarrollado kits diagnósticos que permiten discriminar si una persona se encuentra infectada con el SARS-CoV-2 de aquellos que se encuentran infectados con otros coronavirus o no están infectados con ninguno de ellos”.
Y el tercer y cuarto tópico sobre el cual la Sociedad Argentina de Inmunología se proclamó corresponde a la vacuna contra el nuevo coronavirus. Sucede que en los últimos días, la licenciada en bioquímica y doctora en inmunología Roxana Bruno en un extensa entrevista radial con Fernando Bravo por AM 590 Continental sobre la nueva vacuna contra el coronavirus se explayó en este sentido y afirmó que ”se están saltando todas las etapas” en su desarrollo. “Esta vacuna es distinta a todas, ”, afirmó, al mismo tiempo que apuntó: “No hay pruebas en animales, se está saltando directamente a hacer pruebas en humanos con el agravante que las pruebas anteriores con coronavirus en animales salieron todas mal”.
“Cuando se hizo una vacuna para coronavirus felinos, -enfermedad que en gatos provoca gastroenteritis, enfermedades intestinales- , la vacuna de coronavirus en lugar de protegerlos contra la gastroenteritis les produjo una peritonitis fulminante y los mató; y esto mismo sucedió con hurones”.
Según Bruno, “la vacuna (de Moderna y Pfizer) con ácido nucleico sintético es distinta a todas las que estamos acostumbrados, es material genético que se va a incorporar a nuestro genoma y nos puede modificar genéticamente y las consecuencias no se verán a corto plazo”.
“Esta vacuna -a largo plazo- nos puede producir cáncer, enfermedades autoinmunes, transmitir a la descendencia, no sabemos qué efecto puede producir en los fetos, ...yo no me aplicaría la vacuna, esperaría por lo menos dos años para ver qué reacciones tiene”, dictaminó.
En este sentido, desde la SAI analizaron estas afirmaciones que aseveran que “no existen modelos animales en donde se haya reproducido la enfermedad” y que “las vacunas en desarrollo no se han probado previamente en animales, por lo cual han saltado la fase preclínica previa requerida para avanzar en su utilización en humanos”.
En el comunicado advierten que ambas son incorrectas y falsas ya que por empezar “se han desarrollado modelos animales con los cuales se están estudiando los mecanismos de la infección y de la enfermedad”.
“Todo este avance científico logrado en tan sólo ocho meses está aportando evidencia que ha comenzado a explicar las razones por las que algunos individuos experimentan una enfermedad leve mientras que otros progresan a una enfermedad severa que puede conducirlos a la muerte, en algunos casos, aún sin comorbilidades conocidas”, continúan sobre la prueba de los desarrollos de vacunas en animales.
Sobre la afirmación “las vacunas en desarrollo no se han probado previamente en animales, por lo cual han saltado la fase preclínica previa requerida para avanzar en su utilización en humanos”, detallan que es incorrecta ya que “para volver a una vida parecida a la que teníamos, el desarrollo de vacunas contra el SARS-CoV- 2 es una necesidad absoluta. Sabemos que la experiencia previa adquirida de estudios con otros coronavirus y en el desarrollo de vacunas frente a otros patógenos, ha resultado fundamental para el diseño de las vacunas actuales. Los estudios preclínicos en ratones y en primates no humanos”.
“Los estudios clínicos de fase I y II realizados en este tiempo, han demostrado aceptables niveles de seguridad e inmunogenicidad. Los resultados de los estudios clínicos de fase III en curso de distintas vacunas, permitirán conocer si los mismos otorgan las garantías para que, luego de su evaluación por las autoridades regulatorias, se determine si las mismas pueden ser aplicadas a la población general”, concluyen.
“Desde la Sociedad Argentina de Inmunología celebramos los esfuerzos mundiales tendientes a desarrollar vacunas para prevenir la enfermedad y tratamientos accesibles para evitar las muertes ocasionadas por el SARS-CoV-2. Destacamos que la información de la que podemos fiarnos es la que se basa en la evidencia científica y alentamos a obtenerla a partir de fuentes oficiales”, resaltaron.
El comunicado completo:
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