El Hospital Militar Central (HMC) tiene una larga trayectoria de brindar apoyo en situaciones extraordinarias, desde la guerra de Malvinas hasta la pandemia producto del COVID-19. “No se puede comparar a la guerra con la situación actual pero, similar a lo que sucede hoy, el hospital tuvo que adaptarse a las circunstancias y asistir a una gran cantidad de soldados que venían de la guerra. Después ha participado en muchos compromisos. Hoy estamos orgullosos de poder brindar apoyo en la pandemia”, explicó a este medio el coronel Sergio Maldonado, director del Hospital Militar Central.
El Hospital Militar Central es un centro sanitario de alta complejidad que tiene 130 años de antigüedad. Cuenta con más de 90 servicios y es además un núcleo importante para la formación de profesionales en las distintas especialidades.
El lunes 10 de agosto, llegaron allí los primeros voluntarios que quedaron seleccionados para aplicarse las primeras dosis de la vacuna que Pfizer fabrica en conjunto con la compañía alemana Biontech, en el marco del inicio de la tercera fase de pruebas de la vacuna contra el COVID-19. “El HMC es la única sede para la prueba de la vacuna en Argentina. Los otros tres países en los que se está probando tienen varias sedes. Por ende, el trabajo que se está llevando a cabo en apoyo logístico es muy importante e intenso, sin descuidar las otras funciones que llevamos a cabo en la institución”, aseguró Maldonado.
En este sentido, el director del hospital explicó que a partir de que se firmara el convenio el 31 de julio entre Pfizer, el investigador principal Fernando Polack y el Ministerio de Defensa, comenzaron las capacitaciones para todo el personal del hospital: “Fue muy intenso pero es muy importante, ya que van a ser los que van a participar dirigiendo a los voluntarios así como asistiéndolos”.
“El primer día fue muy satisfactorio porque pudimos empezar a vivir esta experiencia y todo salió muy bien. Empezamos esta semana de manera muy tranquila a recibir a los primeros voluntarios que serán inoculados en dos dosis. Naturalmente todo lo que tiene que ver con la administración de las pruebas lo manejan los investigadores”, enfatizó Maldonado.
A pesar de que la cifra de cuántos voluntarios han asistido durante el primer día solo lo saben los investigadores, Maldonado aseguró que no serán grandes cantidades de personas las que reciban las dosis: “Hay anotadas un poco más de 25 mil personas y eso nos llena de orgullo. Nosotros lo que hacemos es facilitar las instalaciones, equipos y parte de nuestros profesionales. Es muy importante para todos, ya que estamos ayudando a través de este convenio en la solución de esta pandemia pero también nuestro personal está adquiriendo experiencia, así que tiene un valor agregado”.
Actualmente, hay más de 70 colaboradores del HMC que brindan apoyo directo en el ensayo de la vacuna: “Hay muchas más personas que trabajan y que indirectamente también contribuyen, llámese mantenimiento, seguridad, entre otros. Todo aquel que participa ayudando en esta prueba no desatiende sus otras funciones y eso es vital para que el hospital siga cumpliendo con sus pilares fundamentales”.
“El hospital militar es, justamente, militar. A partir que comenzó la pandemia hicimos algo que se llama ‘desdoblarlo’ y eso se logra por la versatilidad que tiene el hospital. Tenemos muy buenas instalaciones y eso nos permitió poder hacerlo. No somos un hospital especializado en infectología, por ende también tuvimos que preparar al personal para lo que fue el COVID-19. Usando la mejor herramienta que es nuestra gente logramos preparar el hospital para cumplir con todas sus actividades. Estamos trabajando para ayudar a la gente en esta pandemia y eso es un orgullo muy grande”, concluyó Maldonado.
La participación del país en la cura del COVID-19
De acuerdo al investigador principal, Fernando Polack, participar de este programa tiene múltiples consecuencias: “Estamos con un proyecto muy ambicioso, que si bien representa menos del 20% del estudio global, representa al sitio más grande en esta evaluación. Por otro lado, abre la puerta a que el país pueda pugnar por cambiar su lugar en la fila de reparto de las vacunas donde los países más poderosos de la tierra quieren estar primeros. Estamos tratando de contribuir para mejorar la situación para nuestro país”.
La muestra seleccionada para participar del ensayo es bastante amplia. “Lo que queremos es proveer una muestra del AMBA que también sirva a las autoridades eventualmente para tener una mirada representativa de lo que sucede. Por ese motivo, a través de la comisión de ética del HMC y de la ANMAT, procesamos un link que abre la posibilidad a todos los ciudadanos sin ninguna distinción y también a los habitantes de la Argentina que no son argentinos. Hoy contamos con más 25 mil inscritos para 4500 vacantes, por lo tanto no todos los que se anotan van a ser convocados”, aseguró Polack.
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