Qué es un enantema, el nuevo síntoma de coronavirus

Se trata de un sarpullido en las membranas mucosas, común en pacientes con enfermedades virales. Fue descubierto por médicos españoles y “no es tan frecuente”

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Es el nuevo síntoma que
Es el nuevo síntoma que pareciera agregarse a la larga lista que existen alrededor de esta enfermedad que llevó a centenares de millones de personas a estar en confinamientos en todo el planeta (REUTERS)

A pesar de que casi desde el principio de la pandemia por coronavirus unos sarpullidos cutáneos se han vinculado con la COVID-19, médicos de España reportan que, en ciertos casos, esos sarpullidos también suceden en el interior de la boca. Es el nuevo síntoma que pareciera agregarse a la larga lista de los que se asocian con esta enfermedad que llevó a centenares de millones de personas a estar en confinamiento en todo el planeta.

Estas erupciones se conocen en el mundo médico como enantema. “Un enantema es un sarpullido en las membranas mucosas. Es muy común en los pacientes con enfermedades virales, como la varicela y la enfermedad de las manos, los pies y la boca. Una característica de muchos sarpullidos virales es que afectan a las membranas mucosas”, señaló la doctora Michele Green, del Hospital Lenox Hill de Nueva York, en diálogo con HealthDay News.

Green no participó del estudio español que determinó el nuevo síntoma. Ese informe fue publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA) el pasado 15 de julio. “De 21 pacientes con COVID-19 y erupción cutánea, 6 pacientes (29%) tenían enantema”, explicaron los investigadores.

“El rango de edad de estos pacientes era de entre 40 y 69 años, y 4 de los 6 (66%) eran mujeres. La morfología de la erupción cutánea fue papulovesicular, periflexural purpúrica y eritema multiforme en 1, 2 y 3 pacientes, respectivamente. Los hallazgos clínicos e histológicos del exantema similar al eritema multiforme se han informado en otros lugares”, señalaron los médicos Juan Jimenez-Cauhe, Daniel Ortega-Quijano; Darío de Perosanz-Lobo, Patricia Burgos-Blasco, Sergio Vañó-Galván, Montse Fernández-Guarino, y Diego Fernández-Nieto, del Hospital Universitario Ramon y Cajal de Madrid.

Muestras del sarpullido que aparece
Muestras del sarpullido que aparece en la boca de algunos pacientes con COVID-19 (Hospital Universitario Ramon y Cajal de Madrid)

“Se trata de un signo de la mucosa oral. En realidad, el coronavirus produce lesiones cutáneas y este signo podría estar relacionado con un exantema de la piel. Al mismo tiempo, podría estar vinculado al dolor de garganta que produce el coronavirus. El enantema, que no produce molestias, es común en patologías virales. Lo vemos en el sarampión, en la varicela y en otras afecciones de origen viral”, sostuvo consultada por este medio la doctora Graciela Fernández Blanco, ex jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Tornú.

Todavía no se sabe qué tan común es este nuevo y extraño síntoma de COVID-19. El argumento es atendible y responde a la seguridad de los equipos médicos que examinan a los pacientes: “Debido a problemas de seguridad, a muchos pacientes con sospecha o confirmación de COVID-19 no se les examina la cavidad oral. Aquí describimos variantes de enantema en una serie de pacientes con COVID-19″.

La dermatóloga especialista en estomatología (especialidad que se ocupa de las enfermedades de la boca que excluyen a los dientes) aseguró que el signo “no es tan frecuente” por esa misma razón. “En general, a un paciente con sospecha de COVID-19 no se le revisa la cavidad oral. Siempre es importante que al momento de presentar una lesión sospechosa cutánea el paciente consulte a los especialistas”, concluyó Fernández Blanco.

El informe publicado en JAMA, una de las revistas más prestigiosas del mundo médico, reveló que el tiempo medio entre el inicio de los síntomas de COVID-19 y la aparición de lesiones mucocutáneas fue de 12,3 días. Curiosamente, esta latencia fue más corta en pacientes con enantema en comparación con aquellos con una lesión macular con apariencia de petequias. La ingesta de drogas y los hallazgos de laboratorio no se asociaron con ningún tipo de enantema.

Las erupciones cutáneas y otras
Las erupciones cutáneas y otras lesiones se han descrito en investigaciones previas entre pacientes con infección grave por COVID-19

Las erupciones cutáneas y otras lesiones se han descrito en investigaciones previas entre pacientes con infección grave por COVID-19, pero los autores señalaron que “si estas manifestaciones están directamente relacionadas con COVID-19 sigue sin estar claro, ya que tanto las infecciones virales como las reacciones adversas a los medicamentos son causas frecuentes de exantema “o erupciones cutáneas que ocurren en el exterior del cuerpo”.

Un trabajo publicado en la revista British Journal of Dermatology, y que ha recibido el apoyo de la Academia Española de Dermatología y Venereología, arrojó que las lesiones cutáneas se pueden clasificar en cinco patrones asociados a un pronóstico específico de la infección por COVID-19.

Tras haber recabado y analizado 375 casos –bien por cumplir criterios clínicos o bien por confirmación en laboratorio y alteraciones cutáneas concomitantes sin una causa conocida–, el estudio “COVID Piel” mostró que se pueden establecer cinco patrones de manifestaciones cutáneas: erupciones similares a sabañones en zonas acrales (19%); erupciones vesiculosas (9%); lesiones urticariformes (19%); erupciones máculo-pápulosas (47%) y livedo-reticularis o necrosis (6%).

Las manifestaciones cutáneas de la enfermedad se han hecho más fáciles de leer, gracias al estudio multicéntrico en el que participaron casi un centenar de dermatólogos españoles, liderado por Cristina Galván Casas, del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Móstoles en Madrid; Alba Català Gonzalo, del Servicio de Dermatología y Venereología del Hospital Plató de Barcelona y Gregorio Carretero Hernández, del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Gran Canaria Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria.

Qué se sabe hasta ahora de los demás síntomas

La fiebre alta, la tos
La fiebre alta, la tos y la dificultad para respirar, los primeros síntomas identificados casi al comienzo de la pandemia, siguen siendo los principales para descubrir la presencia de la enfermedad (REUTERS)

“Sabemos ahora mucho más sobre cómo enferma a la gente” el coronavirus, indicó el experto en enfermedades infecciosas William Schaffner este viernes a la periodista Sandee LaMotte, de la cadena estadounidense CNN.

Han pasado poco más de seis meses desde el inicio de la pandemia de coronavirus, cuyo lugar y fecha de origen aún se discuten, y la comunidad científica ha avanzado mucho en el entendimiento de la nueva enfermedad que provoca, la COVID-19.

La fiebre alta, la tos y la dificultad para respirar, los primeros síntomas identificados casi al comienzo de la pandemia, siguen siendo los principales para descubrir la presencia de la enfermedad. Pero en la actualidad se conocen muchos otros signos que pueden indicar un contagio.

En algunos casos los síntomas que se presentan son similares a un cuadro gripal, mientras que en ocasiones la COVID-19 se presenta como un resfrío. También, hay ocasiones en que su manifestación es sencillamente bizarra, indica el artículo de CNN.

“Hemos aprendido sobre los ‘dedos de Covid’, la pérdida del gusto y el olfato. Hemos aprendido que puede causar delirios”, explicó Schaffner. “No estamos enteramente seguros cómo es que afecta al sistema nervioso central, pero está claro que algunas personas han presentado delirios”, agregó.

Los síntomas pueden aparecer entre los dos y los 14 días de la infección, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), y esta característica es la base para el aislamiento por 14 días de casos sospechosos que se practica en numerosos países del mundo.

Pero los doctores señalan que en la mayoría de los casos los síntomas aparecen dentro de la semana después del contagio.

Schaffner indicó que la evidencia apunta a que, en promedio, el período de incubación sea menor que 14 días. “Es entre cinco y siete días, y ocasionalmente puede darse un poco después”, consideró. Muchos ni siquiera presentarán síntomas, a pesar de haber sido infectados.

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