La cifra envuelta detrás del coronavirus en la Argentina

De acuerdo a la visión de la licenciada en Psicología Solana Ini, se visualizan inéditos cambios en las mediciones relacionadas al COVID-19 que arrojarían datos atípicos

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La cifra envuelta que esconde
La cifra envuelta que esconde el COVID-19 (Shutterstock)

En nuestro país hay cuatro estaciones bien marcadas y en ellas aparecen distintas afecciones que prevalecen. En invierno, se disparan las infecciones respiratorias causadas por una cantidad heterogénea y diversa de virus y bacterias. Este año, a ese conjunto de microorganismos, se ha sumado un nuevo virus que nos tiene a todos preocupados.

Si bien la gente comúnmente llama “enfermedades de invierno” a las infecciones respiratorias, las mismas también estarían relacionadas con la humedad. Según un informe del Comité Nacional de Infectología, “en los países de clima templado, la Influenza suele presentarse en forma de brotes estacionales de otoño-invierno y en regiones de clima tropical los brotes no son tan claros y la enfermedad puede presentarse en cualquier época del año, principalmente en épocas de lluvia”.

En 2009, la Dirección de Epidemiología de la Nación comunicaba que “todos los años, alrededor de la Semana 10 -2 de Marzo- y, más rápidamente a partir de la Semana 16, se inicia el incremento en la notificación de casos de infecciones respiratorias agudas asociadas al inicio del otoño. Durante la estación invernal, el número de notificaciones de Infección Respiratoria Aguda llega a sextuplicar o septuplicar el número que se registra durante las últimas y las primeras semanas de cada año”.

Imagen 1 - La curva
Imagen 1 - La curva de las infecciones respiratorias de 2019 en la Argentina

En la imagen número 1, que corresponde a la curva de infecciones en 2019, se puede ver cómo se comportan las infecciones respiratorias de modo estacional en Argentina en 2019, alcanzando su pico máximo en la semana 29, que correspondería al 13-19 de julio de este año. Se observa que es la Enfermedad Tipo Influenza la que más afecta a la población.

“En lo que se suele denominar enfermedad tipo Influenza se podrían detectar diferentes agentes patógenos: Influenza, Adenovirus, Parainfluenza, Metapneumovirus, Rinovirus, Coronavirus y Adenovirus, entre otros”, explicó a Infobae la bioquímica Roxana Bruno.

Del nuevo virus, no se sabía si iba a ser una enfermedad con un factor estacional, sin embargo en Francia, España e Italia, que tienen estaciones marcadas y bien definidas como las nuestras, las curvas ya han descendido a sus valores iniciales. Sin embargo, dicha buena noticia no fue difundida con la misma intensidad que el aumento de casos.

Imagen 2 - España: comportamiento
Imagen 2 - España: comportamiento histórico de la gripe

Según un estudio publicado por R Eccles la exposición estacional al aire frío provocaría un aumento en la incidencia de infecciones respiratorias debido a que “la inhalación de aire frío provoca el enfriamiento del epitelio nasal, y esta reducción de la temperatura nasal es suficiente para inhibir las defensas respiratorias contra infecciones como el aclaramiento mucociliar y la actividad fagocítica de los leucocitos”.

A pesar de que las infecciones respiratorias presentan curvas empinadas en algunas regiones (imagen 2, curvas de España), las mismas nunca fueron seguidas día a día por ningún observador que no sea experto en datos estadísticos de la salud, por tal motivo, observar por primera vez un fenómeno estacional que aumenta abruptamente, puede causar gran impresión. Más cuando a causa de ese fenómeno, se pierden día a día históricamente en Julio, muchísimas vidas. Según las cifras que arroja el (DEIS), si se acumulan los períodos de 2015 a 2018, la Neumonía y Enfermedad Tipo Influenza tuvo un promedio de 87 muertes diarias.

Imagen 3 - Boletín Epidemiológico
Imagen 3 - Boletín Epidemiológico Argentina 2019: un 66% de los pacientes dieron negativo a los tests virales de VSR, Influenza, Adenovirus y Parainfluenza y Metapneumovirus . Los coronavirus no se testeaban. La mayor cantidad de muestras se hacían en niños para detectar VSR

Estas cifras pueden tener variaciones tan abruptas a lo largo del año que alcanzan valores insignificantes en verano y extremadamente elevados en invierno, por tal motivo no es conveniente para la población que no tiene estos conocimientos, observarlas en forma diaria porque pueden generar impresión. Es una variación que tiene que ver justamente con el pico de casos que ocurre en una semana particular y con el descenso progresivo de casos hacia el verano.

Más allá de que las curvas en países con estaciones definidas, se repitan anualmente, la visualización de la altura de la curva, este año, se verá influenciada por 3 factores nuevos (impuestos por la OMS), lo que tornará imposible compararla con la de años anteriores: 1- Ampliación inédita de la muestra a medir: se testea por primera vez a personas asintomáticas y con síntomas leves; 2- intensificación de la detección viral: nunca se testeaba al 100% de los casos con síntomas de infecciones respiratorias, sino que, en adultos, se administraban tests virológicos a menos del 10% de los pacientes con cuadros graves o moderados, la mayoría de los cuales ya estaban internados. (datos Boletín 2019) y 3- implementación de una única técnica (PCR) para diagnosticar que solía ser utilizada como complemento pero no como método único de diagnóstico.

Estos factores harán que tanto la cifra de casos como el cálculo del ritmo de aumento de los mismos, arrojen la apariencia de ser extremadamente superiores al de otros virus. Cuando lo atípico es el modo de medición y de diagnóstico y lo que se incluye en el conjunto de casos. Estamos viendo día a día cifras de casos que hasta incluyen a personas que comúnmente llamamos “sanas” y que no van a impactar en el sistema sanitario. Un “caso confirmado: es una persona con infección por COVID-19 confirmada en laboratorio, independientemente de los signos y síntomas clínicos.” (OMS).

Imagen 4 - 2019: Boletín
Imagen 4 - 2019: Boletín Epidemiológico Argentina: un 94% de los testeos se hacían en pacientes internados

Ampliación muestral

Hoy se testea a toda persona que presenta los síntomas típicos de las infecciones respiratorias altas o bajas y además, en ocasiones, se testea a personas que se sienten saludables (contactos estrechos): tras haberse modificado, el volumen de la muestra a medir y las características que la componen, las cifras se dispararán y obtendremos la “impresión” visual de un panorama alarmante.

Respecto a cómo influyen estos cambios en las cifras, el Epidemiólogo Mario Borini explicó a este medio: “Las estimaciones en base a estas cifras mostrarán anomalías y un sobre-diagnóstico de casos en relación con gripes y neumonías de años anteriores”.

Imagen 5 - 2020: Boletín
Imagen 5 - 2020: Boletín Epidemiológico Ciudad de Bs As: un 34% de los testeados dio positivo por Test PCR para COVID-19

Si bien esta cuantificación se hace para vigilar la propagación del virus, luego es tomada como cifra válida para realizar comparaciones versus otros virus que no eran siquiera detectados o medidos. Para dar un ejemplo, si a principio de año, colocaría un recipiente para acumular el agua de lluvia que cae a lo largo de los meses y al final del año me sorprendiera por los mililitros que se acumularon infiriendo que fueron extremadamente elevados (cuando jamás coloqué un recipiente para medir eso), estaría distorsionando la realidad.

Del mismo modo, si yo desconociera que a lo largo del año hay estaciones donde las lluvias son más frecuentes, también me alarmaría cuando el aumento del nivel del agua avanzara de modo más acelerado durante esas estaciones. Hoy estamos mirando en época de lluvias como se empieza a llenar con más velocidad el balde que dejamos en el jardín. Algo que no medíamos y no observábamos históricamente, pero no porque no ocurriera. Con las infecciones respiratorias, sucede algo similar en nuestro país (más allá de qué virus se logre detectar o no en ellas): nunca habían sido medidas de este modo tan minucioso y el observador, además, desconoce que las mismas presentan un comportamiento estacional.

Imagen 6 - 2020: Boletín
Imagen 6 - 2020: Boletín Epidemiológico Ciudad de Bs As: los sospechosos crecen más aceleradamente que los confirmados

Intensificación de la detección viral

La Neumonía e Influenza (síntomas similares a los de COVID) ocurren principalmente en invierno en Argentina. En la mayoría de los adultos, no se llegaba a detectar el virus. El año pasado, según el Boletín, hubo un millón de casos de Neumonía e Influenza en nuestro país, sin embargo de ese millón sólo se realizaron 93.823 muestras virológicas. Menos de un diez por ciento de los pacientes eran testeados. Un 66% de las muestras virológicas administradas en 2019 dieron negativas para los virus de vigilancia obligatoria, en la mayoría de los casos, no se identificó el virus. Ver imagen 3. En 2015 por ejemplo hubo 25 mil muertes de neumonía sin especificar el agente causal.

Ante la consulta sobre qué virus podrían estar dentro del 66% no detectado en 2019, la bioquímica Bruno respondió que “podrían estar cualquiera de los virus que no figuraban dentro de los de vigilancia obligatoria, entre ellos los coronavirus humanos endémicos. Se estima que uno de cada cinco resfríos se debe a coronavirus”.

Este año ocurre aparentemente algo similar, en Buenos Aires, por ejemplo, según el Boletín de CABA del 10/7, de 104.803 casos sospechosos, se confirmaron 35.869 de COVID. Hay casi un 66% de casos sospechosos que dieron negativo al COVID. La velocidad de incremento de los casos sospechosos es más acelerada que la de los casos confirmados (ver imagen 6).

Imagen 7 - 2020: Boletín
Imagen 7 - 2020: Boletín Epidemiológico Ciudad de Bs As: síntomas más frecuentes por COVID-19

La técnica PCR

Respecto a los tests PCR, que se administran para diagnosticar el COVID, el año pasado se utilizaban en otro contexto y como una técnica complementaria pero no única para efectuar un diagnóstico. El 90% de los tests virológicos se administraba principalmente en el contexto de internación hospitalaria según datos del Boletin de 2019.

Según la misma FDA, “para determinar el estado de la infección es necesaria la correlación clínica del paciente y otra información de diagnóstico. Un resultado positivo no descarta una infección bacteriana. El agente detectado puede no ser la causa definitiva de la enfermedad”.

Según la bioquímica Mariana Salmerón,si bien la técnica puede detectar material genético de un virus, ese resultado no es suficiente para inferir que corresponda a una muestra infectiva. Lo único que confirma que la muestra corresponde a un virus infectivo es hacer un cultivo viral en líneas celulares. Es decir, la técnica de PCR no diferencia entre un virus infectivo o no infectivo”.

Imagen 8 - Información del
Imagen 8 - Información del Portal de la OMS sobre COVID-19 - Un 81% pertenece a cuadros leves. “Aunque la mayoría de las personas con COVID-19 solo presentan un cuadro leve o sin complicaciones, aproximadamente el 14% acaba presentando un cuadro grave que requiere hospitalización y oxigenoterapia, y el 5% tiene que ser ingresado en una unidad de cuidados intensivos" (1). En los casos graves, la COVID-19 puede complicarse por síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), septicemia y choque septicémico, y fallo multiorgánico, en particular lesiones renales y cardíacas agudas (2)

Tanto la conclusión de la alta velocidad de contagios, como la “alta” cifra de casos, reflejarán datos poco válidos para realizar comparaciones versus otros virus que no eran medidos en forma similar. Sí resultan válidos para comparar el ritmo de aumento entre virus que son medidos en forma semejante (los sospechosos versus los confirmados).

También la muestra se vuelve interesante para analizar características cualitativas. Por lo que se observa, la mayoría de los confirmados presenta síntomas leves (esto coincide con lo que afirma la OMS, ver imagen 8). Los mayores de 65 años tienen más chances de sufrir complicaciones. Lo mismo se observa con la Neumonía e Influenza. Un 90% de las personas fallecidas a causa de la Neumonía e Influenza entre 2015 y 2018, tenían más de 65 años, según datos extraídos del Ministerio de Salud.

Respecto al coronavirus, se observa
Respecto al coronavirus, se observa que los mayores de 65 años tienen más chances de sufrir complicaciones (Shutterstock)

De 35.869 casos registrados en CABA (imagen 5), se observa que los tres síntomas que más prevalecen y que son más frecuentes son: tos, sin síntomas (11.775) y odinofagia (dolor al tragar), en imagen 7. Esta información coincide con lo que se observa en datos de internación de hospitales públicos de CABA donde un 73% de internados corresponden a casos leves. (imagen 9).

A pesar de esto, hoy ser positivo a través de esta técnica lo hemos asociado erróneamente al uso de un respirador, cuando menos de un 1% de los casos confirmados llegan a ese estado crítico (Boletín de CABA) y cuando se observa en el Boletin de CABA un 33% de asintomáticos (personas que experimentan un bienestar físico).

Según la OMS, un 80%
Según la OMS, un 80% de los síntomas pertenecerán a casos leves por COVID-19 (Shutterstock)

Si bien los contenidos audiovisuales han hecho el énfasis en el 2% de casos críticos y en el 1% de casos que están con respirador -porque la noticia consiste en relatar lo poco frecuente- ,lo más frecuente, según las cifras observadas, son los casos leves. Según la OMS, un 80% de los síntomas pertenecerán a casos leves (lo que solíamos conocer bajo el nombre de gripe pero al cual se le podría sumar la falta de olfato o gusto).

Conocer todo esto, nos permitirá tanto comprender la importancia de evitar el contagio en meses fríos para no caer en cama, como disminuir el terror al contagio, en el caso de que ocurriera.

(*) La autora es licenciada en Psicología, ex directora de Proyectos de Nielsen Company, productora y redactora de contenidos

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