En diálogo con Infobae, la médica infectóloga Florencia Cahn, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología (SAVE) y una de las expertas que asesora al presidente Alberto Fernández, se refirió a la curva de contagios por coronavirus en Argentina, al panorama actual respecto de los casos confirmados, los testeos y en particular el rápido serológico y las precauciones que se deben tener en cuenta en el marco de la flexibilización de la cuarentena.
Durante los últimos días, los casos de infectados por coronavirus COVID-19 aumentaron de forma notable. En las últimas 24 horas se registraron 345 nuevos casos y 3 fallecidos. Los registros suman en total 7.479 positivos en el país y 356 muertos.
En este contexto, Infobae consultó a Cahn respecto de si Argentina se encuentra transitando el tan temido pico de contagios y muertos en el marco de la pandemia por el nuevo coronavirus, que en el mundo suma 4,5 millones de infectados, 307 mil muertos y 1.6 millones de recuperados, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
—¿Llegamos al pico de contagios por coronavirus o estamos llegando?
—El pico todavía no llegó. Lo que no te puedo decir es cuándo va a llegar. Uno se entera del pico cuando ya pasó. Se define cuando en la curva comienzan a bajar los contagios. Por eso creemos que no llegamos a un pico, porque los casos no comenzaron a bajar. Lo mejor es que el pico llegue lo más tarde posible y con una curva aplanada.
—¿Cómo visualiza el panorama actual en la Argentina?
—Tenemos una situación muy heterogénea a lo largo y ancho del país. Tenemos dos provincias que nunca tuvieron casos y otras que hace varias semanas o un mes que no registran casos. Los lugares más complicados son en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, particularmente en las zonas más vulnerables, los asentamientos, los geriátricos y cárceles. Son todos lugares donde no es fácil respetar el distanciamiento físico y por lo tanto hay mayor riesgo de contagio. En estos lugares las estrategias de detección de los casos deben ser otras, intentando anticipar la aparición de casos para evitar contagios masivos en esos conglomerados de personas.
—¿Tenemos los test suficientes para realizar en Argentina?
—El concepto de testeo masivo no es del todo correcto porque ningún país del mundo testeó masivamente. Los que más testearon lo hicieron con el 1% de su población. Lo importante, más que testear mucho, es hacerlo bien, haciendo los testeos a modo de encontrar los casos, aislarlos tempranamente y controlar los contactos estrechos. De esta manera, lo que se está haciendo ahora es en los barrios más populares llevamos adelante el plan Detectar, que es ir puerta por puerta, interrogando a las personas sobre la presencia de síntomas compatibles y hacer el testeo a quienes configuren un caso sospechoso. Es decir, no esperar a que las personas vayan a consultar al sistema, sino ir, buscarlos y aislarlos.
—¿Cuál es la clave o el camino a seguir en cuanto a la lucha contra el COVID-19?
—Es fundamental la detección temprana de los casos. Cuando hacemos un hisopado a través de la PCR para diagnosticar un caso, el test nos revela que esa persona en ese momento no tiene COVID-19. Pero eso no significa que no lo vaya a tener mañana. Ese test nos da una foto de ese día solamente. Por eso es importante ir a testear con criterio y buscar los posibles casos.
—¿Se testea lo suficiente en nuestro país?
—En Argentina, cantidad de test disponibles hay. El tema es usarlos correctamente. Estamos en una instancia donde la responsabilidad social es clave. Cuando comenzó el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio el 20 de marzo, más de uno decía que los argentinos no íbamos a poder cumplirlo, que éramos un desastre y pocos tenían confianza en que la población iba cumplir con esta premisa de quedarnos en casa y salir lo menos posible. La famosa curva de la que hablamos tanto logró aplanarse y se enlenteció el ritmo de crecimiento de los casos, lo que nos permitió ganar un tiempo que vale oro para fortalecer el sistema de salud con insumos, capacitaciones y recursos humanos. También aprendimos como sociedad la nueva realidad, las nuevas medidas de higiene y cuidado que era impensado meses atrás, como el uso masivo de barbijos, el lavado frecuente de manos y el respeto por la distancia de 2 metros entre personas.
—¿Qué le recomendaría a la población en este momento en particular?
—Ahora se necesita el compromiso de cumplir la responsabilidad individual, porque es imposible para las fuerzas de seguridad controlar a todos en distintas situaciones cotidianas. El compromiso de cada uno es lo que puede cambiar el futuro de la pandemia en Argentina.
—¿Los test rápidos sirvieron?
—Hoy para el diagnóstico de COVID-19 utilizamos el sistema de PCR, mediante un hisopado en la nariz y en la garganta, en búsqueda del ARN del virus. Con los test rápidos que se realizaron en las estaciones de trenes, se busca en 15 minutos, mediante un pinchazo mínimo en el dedo, una gota de sangre me indica la presencia de anticuerpos. Es decir, que me informa si esa persona estuvo en contacto con el virus y desarrolló anticuerpos. Estos test no sirven como diagnóstico de infección aguda, sino que sirve para saber si una persona en el pasado tuvo contacto con el coronavirus. Eso me sirve para realizar estudios epidemiológicos y de prevalencia para observar cómo circula un virus en la población. No sirven como diagnóstico, pero sí para realizar estudios epidemiológicos y anticipar medidas sanitarias.
—¿Qué resultados arrojaron los estudios epidemiológicos realizados en las estaciones de trenes?
—Se hicieron unos 1200 estudios de este tipo, que tuvieron una sensibilidad del 80%, es decir que puede no llegar a detectar un 20% de los exámenes realizados. Hasta ahora revelaron que el virus no circula en forma masiva en el país. Estos exámenes se van a seguir realizando.
—¿Deberíamos no flexibilizar la cuarentena ante el aumento de casos y seguir los pasos de Chile?
—Cuando hablamos de esta pandemia, tenemos que evaluar todos los aspectos. No estamos en un laboratorio donde medimos solamente el nivel de contagio de las personas. Esto tiene un aspecto epidemiológico y sanitario muy importante, pero también hay un aspecto económico y psicosocial. A la hora de decidir hay que tener en cuenta todos los aspectos porque si hablamos de reactivar la economía, no se piensa en el FMI, o los bonistas. Hablamos de las personas que en cada hogar necesitan darle de comer a sus hijos y que dependen de sus trabajos. Después de dos meses de una cuarentena bastante estricta, es lógico pensar que se vayan abriendo actividades. El tema es pensar la manera de apertura de esas actividades de modo tal de cuidar lo logrado: el aplanamiento de la curva de contagios, la disponibilidad de camas en terapia intensiva y la baja cantidad de muertos. Hoy uno puede salir a la calle a comprar algo, o con los chicos a partir de este sábado una hora de acuerdo al día como termina el documento de sus padres. Pero no se puede salir en masa, ir a los parques, caminar sin barbijo y muchas cosas más, como visitar familiares o festejar cumpleaños.
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