El desafío más Importante del coronavirus en Argentina: la etapa post cuarentena y el uso del barbijo

Para no perder lo ganado durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio a la hora de achatar la curva del COVID-19, una iniciativa plantea establecer el uso obligatorio de barbijo no médico a la hora de salir de casa

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El uso del barbijo no
El uso del barbijo no médico será fundamental para la post cuarentena (Foto: Thomas Khazki)

La precoz y acertada fase de supresión/cuarentena obligatoria impuesta por el gobierno, disminuyó la tan temida curva de contagio inicial por COVID-19. Es una carrera contrarreloj donde lo importante es que estamos ganando tiempo. Tiempo para prepararnos, esperar un tratamiento efectivo, una vacuna disponible... y sobre todo para pensar cómo seguir post cuarentena.

Porque, aunque nos cueste creer, la fase más fácil en la evolución de la enfermedad fue esta paralización de las actividades. Habiendo pasado ya dos tercios de la cuarentena, se ha perdido tiempo en concientizar a la comunidad de la importancia de la próxima fase, que no va a ser corta y que implica reactivar la economía sin descuidar la salud.

Es decir, que no tengamos un brote con una empinada curva de contagios. Se perdería lo ganado y no nos serviría este esfuerzo de estar encerrados, se volvería para atrás.

La precoz y acertada fase
La precoz y acertada fase de supresión/cuarentena obligatoria impuesta por el gobierno, disminuyó la tan temida curva de contagio inicial por COVID-19 (Maximiliano Luna)

¿Porque es clave comenzar ya a concientizar a la sociedad, incluye gobierno, acerca del compromiso y responsabilidad social post cuarentena? En estos primeros 100 días de pandemia, vimos una Italia con un tsunami sanitario sin tiempo para pensar. Sin embargo, otros países de occidente, si tuvieron tiempo de ver otras experiencias y actuaron tarde. Y tarde en esta pandemia se mide en días… y en vidas perdidas.

Países como China y Corea del Sur, con diferentes métodos lograron dominar la curva de contagios hasta hacerla casi plana. Y en el medio de la enfermedad más vertiginosa de la historia reciente de la humanidad, las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) desconciertan, una organización que tarda en actualizarse frente a una pandemia de velocidad inédita. Entonces se debería priorizar el sentido común.

Corea de Sur tuvo todas las epidemias virales de los últimos 20 años (SARS, MERS, Ébola). En todas utilizó barbijo, obligatorio para la comunidad. En China el director de la lucha contra el COVID-19, George Gao, dijo no estar de acuerdo con la política de Estados Unidos de no usar barbijos en la comunidad. Se basó en la evidencia que hay una importante proporción de pacientes asintomáticos, poco sintomáticos o en periodo de incubación que transmiten la enfermedad. Con una lógica científica, hay que tratar a todos como si fueran potencialmente COVID-19 positivos.

Una iniciativa plantea que post
Una iniciativa plantea que post cuarentena sea obligatorio el uso de barbijo no médico para toda la población en la Argentina, y para los grupos de riesgo (mayores de 65 años y personas con comorbilidades) sumar un protector de plástico facial (Foto: Franco Fafasuli)

Hoy estamos presentando un proyecto de ley a través del senador por la provincia de San Juan, Roberto Basualdo, que implica el uso obligatorio de barbijo no médico al salir de casa, con una recomendación de agregarle un protector facial de plástico en escenarios y poblaciones de riesgo. El proyecto de ley está desarrollado en www.covid19.com.ar, donde la gente puede apoyar con su firma. Se trata de seguir ganando tiempo mientras reactivamos la economía.

¿Por qué la iniciativa? La OMS aún lo está deliberando mientras el virus en Estados Unidos se descontroló y la sociedad americana comenzó a presionar para cambiar de dirección en la recomendación de barbijos.

¿Y Argentina? Hasta hoy… seguimos las recomendaciones de la OMS sin aplicar el sentido común y ni una lógica científica evidente: taparse la boca y la nariz por un virus respiratorio es mucho mejor que salir a la calle con la cara descubierta. Pero tanto en EE. UU. como en Argentina no hay posibilidad de recomendar barbijos médicos porque desabastecería al sistema de salud. La República Checa lo hizo con barbijos no médicos y no le fue mal. Hay estudios que demuestran que los barbijos no médicos son menos efectivos que los médicos, pero mucho mejor que la cara descubierta. Tenemos poco tiempo para concientizar a la comunidad de la importancia de usar barbijo no médico.

El doctor Martín Lombardero, médico
El doctor Martín Lombardero, médico cardiólogo, a través del senador por la provincia de San Juan, Roberto Basualdo, presentarán un proyecto de ley que implica el uso obligatorio de barbijo no médico al salir de casa

Implica un cambio de hábitos, reeducarse, cuidarse uno y al prójimo, tener humildad y responsabilidad social.

El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, establecerá el uso obligatorio de barbijos dentro de locales comerciales y el transporte público en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires, como medida de prevención para evitar la propagación del coronavirus, en sintonía con lo dispuesto por las provincias de Jujuy, Misiones, Santiago del Estero y La Rioja, y localidades bonaerenses como Zárate, Tigre y La Matanza.

Larreta define los detalles de un paquete de medidas que serán anunciadas junto a los ministros de su gabinete, según informaron desde su entorno a Infobae, y ese conjunto incluiría, además, la recomendación del uso de elementos de protección para nariz, boca y mentón en la vía pública, y la prohibición de la venta de barbijos quirúrgicos con excepción del personal de servicios de salud y aquellos que justifique su uso. La medida entraría en vigencia el próximo miércoles 15 de abril.

Según datos de la Universidad Johns Jopkins, los casos confirmados de COVID-19 en todo el mundo son 1 millón 800 mil, mientras que los muertos 111 mil y los recuperados 412 mil. El virus SARS-CoV-2 afecta a 210 países y territorios y mantiene en cuarentena a más de un cuarto de la población mundial.

Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19.

COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente, es decir por el virus SARS-CoV-2. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

Corea de Sur tuvo todas
Corea de Sur tuvo todas las epidemias virales de los últimos 20 años (SARS, MERS, Ébola). En todas utilizó barbijo, obligatorio para la comunidad (REUTERS/Kim Hong-Ji)

Los síntomas que presenta son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. En el último tiempo se descubrió a su vez que puede presentar anosmia, es decir la pérdida del sentido del olfato. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas personas se infectan pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal.

La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardíacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave.

En torno al 2% a 3% de las personas que han contraído la enfermedad han muerto. Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica.

(*) El doctor Martín Lombardero es médico cardiólogo por la Universidad de Buenos Aires (UBA) MN 79.096, miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología y jefe de Imagen Cardíaca del Sanatorio Trinidad Palermo y Trinidad Medical Center

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