Junto con el aumento del vello corporal, la pérdida del cabello es una de las consultas más frecuentes en el consultorio dermatológico. Según explicó a Infobae la médica dermatóloga Cecilia Navarro Tuculet, coordinadora de la sección Tricología del Hospital Italiano de Buenos Aires, “existe una caída de cabello diaria normal y esperable. Todos los días perdemos entre 25 y 70 pelos, ya que los folículos que componen el cabello crecen y se renuevan cumpliendo ciclos asincrónicos”.
“A diferencia de otros mamíferos que tienen ciclos sincrónicos y presentan muda de su pelaje en determinadas estaciones, nuestro pelo tiene ciclos independientes caen y se renuevan al cumplirlo”, agregó.
Las alopecias, es decir, falta de cabello, se pueden dividir en dos grandes grupos: las alopecias cicatrizales y las que no lo son, las más frecuentes. Navarro especificó: “De las cicatrizales sólo mencionaremos que el pelo que se pierde, no se recupera y por esta razón por la cual es de vital importancia consultar a un especialista para un diagnóstico temprano y tratamiento adecuado”.
Respecto a lo que provoca esta afección, la dermatóloga se refirió: “Se puede nombrar una larga lista de causas de caída del cabello. Las alopecias no cicatrizales más frecuentes son el efluvio telógeno, que produce generalmente una pérdida reversible, y la alopecia androgenética o calvicie común, tanto masculina como femenina”.
¿Qué es el efluvio telógenotelógeno? Es un aumento de la pérdida de cabello en fase telógena y puede ser secundaria a una gran cantidad de factores desencadenantes que el médico debe pesquisar. Las causas más frecuentes son: alteración de las hormonas tiroideas, falta de depósitos de hierro suficientes o anemia de otro origen, medicación, cirugías, parto, situaciones de gran estrés físico o psíquico, enfermedades febriles o traumatismos, pérdida de peso, entre otras. En estos casos, la cantidad de pelo que se cae puede ser contundente, pero se recupera en 6 a 12 meses, siempre es ideal un chequeo médico para evaluar posibles deficiencias. Es una situación reversible, que excepcionalmente puede volverse crónica.
La alopecia androgenética o calvicie común
Afecta alrededor del 50% de los hombres y entre el 10 y el 30% de las mujeres, en especial después de los 50 años de edad, pudiéndose presentar en gente joven en menor medida. Depende de factores hereditarios (pacientes genéticamente predispuestos) y hormonas masculinas (andrógenos). Su frecuencia e intensidad aumentan con la edad, constituye uno de los motivos más frecuentes de consulta médica y preocupa a pacientes de todas las edades, tanto varones como mujeres.
La calvicie común afecta a alrededor del 50% de los hombres y entre el 10 y el 30% de las mujeres, sobre todo después de los 50 años de edad
Consultada por este medio, la médica dermatóloga Cecilia Navarro Tuculet, brindó detalles de los principales aspectos a tener en cuenta sobre la calvicie:
Diagnóstico
La alopecia se caracteriza por una progresiva “miniaturización “de los folículos pilosos del cuero cabelludo y acortamiento de la fase de crecimiento que determina que el pelo crezca cada vez más fino, débil y corto, para luego caer irreversiblemente. En los hombres, suele generar primero las conocidas “entradas” y también afectar la zona de la coronilla. En las mujeres la pérdida es en forma difusa en las áreas parietales (calota) con respeto de una fina banda de cabello frontal (las mujeres no tienen entradas). Rara vez, en las mujeres, llegan a encontrarse zonas totalmente despobladas de pelo.
Tratamiento
Cuando se trata de este tema, es importante comenzar lo antes posible para lograr estabilizar la caída e, incluso en algunos casos, poder revertirla. Existen desde lociones y medicamentos por vía oral que demostraron ser seguros y efectivos en hombres y mujeres, tratamientos coadyuvantes como mesoterapia, plasma rico en plaquetas y luz led. El médico evaluará cuál estrategia seguir según el caso. Es importante recordar que la mejoría se obtiene tras no menos de tres (y hasta seis) meses de tratamiento.
Algunos complementos para el tratamiento
El lavado: puede realizarse a diario, incluso dos veces al día, si por ejemplo la práctica de deportes lo hace necesario. No se asuste, el cabello que no cayó en un lavado caerá todo junto en un lavado diferido.
El champú: es recomendable el uso de champúes suaves de uso frecuente, alternando con el champú de tratamiento recomendado por el dermatólogo.
La tintura y el gel: los productos de uso externo (como la gomina, las tinturas, los acondicionadores, etc.) no intervienen en el proceso de atrofia del folículo, por lo tanto no alteran el curso de crecimiento de pelo. Pero hay que evaluar si generan algún tipo de reacción en el cuero cabelludo como caspa o enrojecimiento.
Los peinados: si implican una tracción (pelo recogido, rayas muy marcadas y tirantes, etc.) pueden arrancar cabello pero cuando son excesivamente tirantes pueden dañar irreversiblemente los folículos implicados en el peinado.
El largo del cabello: el hecho de tener el pelo corto o largo no afecta la caída, tal vez el llevar el cabello largo generaría más peinado, más tracción y arranque de cabello, pero no debería afectar la caída en sí.
Almendras y gelatina: se recomienda su consumo ya que contienen aminoácidos esenciales para el crecimiento del cabello.
Existen muchos tipos de patologías que afectan al cabello, aquí se mencionaron las más frecuentes, en todas es de vital importancia un diagnóstico certero y temprano para poder indicar un tratamiento correcto. El interrogatorio detallado, examen físico y tricoscópico (dermatoscopía del cuero cabelludo) son necesarios.
SEGUÍ LEYENDO: