La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y cumple con funciones esenciales tales como la protección contra infecciones, la regulación térmica y la regulación del balance de fluidos. El epitelio cutáneo está formado por 3 estructuras definidas: la epidermis, los folículos pilosos y las glándulas sebaceas. Tanto la epidermis como los folículos pilosos son tejidos que tienen la capacidad de autorenovarse y repararse, pero para dichos procesos resultan indispensables células madre presentes en el tejido adulto presentes tanto sobre la membrana basal de la epidermis interfolicular como en los folículos pilosos.
Todos aquellos pacientes que sufren severas pérdidas de piel de espesor total, como los pacientes con quemaduras profundas u otro tipo de traumas, lechos secundarios a resecciones quirúrgicas por diversas patologías, o úlceras crónicas, los procesos fisiológicos de reparación no son suficientes para regenerar ni reparar las zonas afectadas. La resección temprana de las áreas afectadas, es aún hoy en día la terapia de elección para pacientes con lesiones profundas.
Es que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las quemaduras ocasionan aproximadamente 180 mil muertes al año, que en su gran mayoría tienen lugar en los países de ingreso bajo y mediano. Las lesiones por quemaduras no fatales son una de las principales causas de morbilidad en todo el mundo, las cuales se producen mayormente en el ámbito doméstico y laboral. En 2004, casi 11 millones de personas de todo el mundo sufrieron quemaduras lo suficientemente graves para requerir atención médica, según la OMS.
En Argentina todos los días un niño sufre quemaduras moderadas o de gravedad. El 95% de esas quemaduras se producen en el hogar, el lugar donde con las medidas adecuadas pueden reducirse y prevenirse, según cifras del Hospital Garrahan.
Se sabe que el 75% de las quemaduras en niños pequeños en Argentina se deben a líquidos calientes: como bebidas, agua del grifo o vapor. La doctora de la Unidad de Quemados del Garrahan, Mabel Villasboas, explicó que “los menores de dos años son los más expuestos a quemarse y sobre todo en forma grave”. Y destacó que las quemaduras suceden en los hogares en todas las épocas del año, por deficiencias en el gas o la electricidad y la falta de prevención sobre el acceso de los nenes a situaciones que los ponen en peligro.
Por esto resulta fundamental los esfuerzos que redobla la Fundación Cassará con su laboratorio de Terapias de Avanzada, que logró desarrollar el primer sustituto cutáneo autólogo, es decir que permite que se realicen trasplantes de piel con las mismas células del paciente.
En diálogo con Infobae, la doctora Alicia Lorenti, jefa del área de Terapias de Avanzada del Laboratorio Pablo Cassará, explicó el desarrollo del primer sustituto cutáneo autólogo:
-¿Qué son las terapias de avanzadas?
-La Fundación Cassará y Laboratorios Cassará hace muchos años que trabajan en distintos tipos de investigación. Una de ellas es lo que se llama las terapias de avanzada. Es la aplicación de todas las nuevas tecnologías de ingeniería de tejidos, la combinación de biomateriales con células, para el desarrollo de sustitutos de tejidos. En nuestro caso comenzamos por sustitutos cutáneos con la intención de aplicar en pacientes con quemaduras importantes, secuelas de quemaduras o distintos tipos de úlceras.
-¿Cómo funciona el laboratorio?
-En este momento el laboratorio tiene un sector destinado exclusivamente a terapias de avanzadas, que cuenta con todas las condiciones para trabajar bajo buenas prácticas de manufactura, eso significa equipo validados, calibrados, una zona con aire clasificado para mantener la estabilidad de todo. En última instancia lo que se pretende es hacer un medicamento que asegure la bioseguridad del paciente que lo va a recibir.
-¿En qué consiste el desarrollo del primer sustituto cutáneo autólogo?
-Estamos desarrollando en este momento un sustituto cutáneo. Es una membrana biológica que sembramos con las células del mismo paciente, lo que se llama con las células autólogas, de la piel del mismo paciente. Desarrollamos este sustituto que denominamos dérmico-epidérmico, porque tiene la intención de contener las dos partes de la piel (dermis y epidermis).
-¿Cómo continúa el procedimiento?
-Lo que se hace es tomar una biopsia muy pequeña de la piel sana del paciente, esto se lleva al laboratorio para hacer una amplificación, es decir las células de la piel tanto los hidroblastos (dermis) como los queratinositos (epidermis) se separan y se amplifican, uno aumenta el número de células obtenidas de esa pequeña biopsia hasta lograr el número necesario para cubrir la superficie de piel que el paciente necesita.
Cuando ya está el número adecuado se siembran sobre esa membrana, que es como un soporte, y eso es lo que se lleva unos días después al paciente.
-¿Qué implica en lo que respecta a tecnologías para tratar este tipo de afecciones esta nueva aplicación?
-Implica un avance, un adelanto muy importante, una gran necesidad que tenemos. Acá en Argentina los estudios al respecto empezaron hace muchos años con el doctor Denaín, fue director del Hospital de Quemado por más de 30 años, y en la Fundación del Quemado en el año 1991 se creó y yo fui la directora del primer laboratorio de cultivo de piel. En ese momento era distinto el proceso del que se lleva a cabo ahora, lo único que se cultivaba era la parte más superficial, la epidermis. Ahora, lo que se hace es más complejo y compuesto: tiene un componente dérmico y epidérmico.
-¿Lo están aplicando ya en pacientes con quemaduras?
-Esto significa un avance muy importante, es más completo el proceso. El laboratorio está habilitado por el ANMAT, tiene la aprobación para empezar a brindar el servicio a los pacientes a través del médico tratante, que tiene que solicitar el sustituto para su paciente. Estamos empezando a trabajar en pacientes, esperamos que pueda tener un crecimiento para abastecer las necesidades.
-¿Qué destaca del trabajo de investigación en terapias avanzadas?
-El área de terapias de avanzada cuenta con profesionales altamente capacitados, especializados, es un área de trabajo muy especial, requiere condiciones muy estrictas para asegurar que el paciente va a recibir lo que tiene que recibir y no va a tener efectos secundarios o problemas asociados al sustituto cutáneo.
-¿Se puede generar un proceso de rechazo en la sustitución?
-No exactamente rechazo porque son sus propias células, entonces el paciente no las va a rechazar. Pero en las técnicas de cultivo celular, los cultivos se pueden contaminar, o las células cuando uno las trabaja se pueden transformar. Uno las trabaja de manera de controlar que estas cosas no pasen, es un trabajo de mucha dedicación y capacitación. Por aplicar nuevas tecnologías hay que cuidar todos los aspectos. También nos encontramos en un proyecto que tiene que ver con la bioimpresión 3D, para poder imprimir tejidos con células, con una bioimpresora mediante la combinación de materiales, células, de una manera programada y mucho más precisa, muy interesante.
-¿Hay datos oficiales que den cuenta de la problemática de los quemados en el país? ¿Por qué es importante el estudio de nuevas formas de tratar a estos pacientes?
-No hay mucha estadística en la Argentina relacionada a cifras de quemados, pero la cantidad de pacientes es menor que en otras patologías como cáncer o enfermedades cardiovasculares, pero los quemados son muchos, los pacientes pediátricos quemados son muchos, los hospitales que atienden a quemados están siempre con casos, estamos hablando de quemaduras profundas, no las superficiales o poco extensas, hablamos de secuelas, funcionales y también otro tipo de úlceras. La incidencia es importante, como para que este desarrollo tenga sentido.
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