China anunció hoy más de 500 casos de contagio del nuevo coronavirus en sus cárceles, al menos 200 de los cuales en el mismo centro penitenciario, lo que aumentó los temores a nuevos focos de propagación.
Se trata de al menos 200 detenidos y siete guardias de la prisión de Rencheng, en Jining, en la provincia de Shandong (este), que fueron contagiados con el virus, según indicaron las autoridades sanitarias provinciales en una rueda de prensa.
“La aplicación de medidas de prevención y de control no fue eficaz”, admitió Wu Lei, jefe de la administración penitenciaria en Shandong.
Pese a las drásticas medidas de cuarentena y de restricción de circulación adoptadas por las autoridades, este repunte de contagios en las prisiones hace temer el brote de nuevos focos de propagación en lugares donde muchas personas están confinadas.
Si bien el SARM CoV2, ya contabiliza más de 76 mil casos en todo el mundo y 2.250 muertes, entre el 75%-80% de los casos confirmados y el 95% de los casos fatales de todo el mundo están en la Provincia de Hubei, lo que lleva a afirmar que, si bien la epidemia es mundial, está circunscrita fundamentalmente en aquella provincia china.
En este contexto, y en el marco de la alarma a nivel mundial, La Sociedad Argentina de Infectología (SADI) emitió un comunicado en el que advirtió que “la evidencia actual sugiere que la transmisión persona-persona es limitada y recomienda que se refuercen las medidas de vigilancia para las infecciones respiratorias agudas a fin de establecer los casos probables de esta infección”.
La SADI, que ya había desaconsejado el uso de barbijos para prevenir el virus, publicó en redes sociales que “la Argentina no está en situación de brote epidémico por coronavirus”, y que “deben seguirse las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación”, entre las que destacaron “el lavado frecuente de manos, el cuidado al toser (usar pañuelos descartables o hacerlo hacia el codo), y la vacunación contra la gripe y neumonía de las personas con factores de riesgo”.
“En la Argentina, incluso en América Latina, no se confirmó ningún caso de la enfermedad hasta la fecha. El día que exista un caso concreto, se dispondrán las medidas necesarias, pero con el barbijo no estamos tomando una medida de prevención, estamos malgastando un recurso valioso”, enfatizó Ricardo Teijeiro, médico infectólogo miembro de la Sociedad.
“Estoy mucho más preocupado por el dengue que por el coronavirus”
A principio de este mes, el ministro de Salud, Ginés González García, había hecho hincapié en que las probabilidades de que el coronavirus llegue a la Argentina son bajas y que estaba "mucho más preocupado por el dengue".
Según explicó el funcionario, la población no debe alarmarse ya que los protocolos de seguridad se encuentran activos y en todos los casos donde se tuvieron que implementar -porque las personas presentaban fiebre- los resultados dieron negativo.
“Todo puede pasar, pero la Argentina es el país más distante de China, ni siquiera tiene vuelos directos a ese país. Si alguien viene de China pasa primero por otro aeropuerto que también tiene sus controles. Además estamos en verano, una estación donde los virus no se transmiten con tanta facilidad”, había argumentado en una entrevista con C5N.
Sin embargo, se mostró más preocupado por el dengue, que ya presentó en el país casos autóctonos y cuya expansión fue alarmante en Brasil y en Paraguay.
Así las cosas, ayer se conoció la muerte de un hombre de 73 años, oriundo de Avellaneda, con diagnóstico confirmado de dengue. El fallecimiento, que es el primero por esa enfermedad desde 2016 en el país, se produjo en un efector privado de la Ciudad de Buenos Aires y ya se encuentra en desarrollo la investigación epidemiológica para identificar los factores determinantes y el sitio probable de contagio.
En la Argentina se registran zonas con circulación viral autóctona en cuatro provincias (Misiones, CABA, Jujuy y La Rioja). En la presente temporada, desde la Semana Epidemiológica (SE) 31 de 2019 hasta el 3 de febrero de 2020 se notificaron 2.811 casos con sospecha de dengue u otros arbovirus, de los cuales 336 resultaron confirmados y probables (114 sin registro de antecedentes de viaje y 222 casos con antecedentes de viaje a zonas con circulación viral).
“En agosto del año pasado la Organización Panamericana de la Salud alertó acerca de un nuevo ciclo epidémico en América y advirtió que luego de dos años de baja incidencia, en 2019 se observó un incremento muy significativo de enfermos de dengue en varios territorios de la región, y si tenemos en cuenta los casos autóctonos e importados recientemente diagnosticados, todo parece indicar que el 2020 sostendrá la curva de crecimiento”, afirmó a Infobae la médica infectóloga Leda Guzzi (MN 108630), de la Clínica Olivos de Swiss Medical Group, quien destacó el gran crecimiento de casos de dengue en el país y Latinoamérica.
En 2019 Brasil notificó el mayor número de casos de su historia alcanzando un total de 2.200.000 con 782 muertes; por su parte Paraguay, con 11.800 enfermos en 2019, 6 víctimas mortales y más de 2.000 afectados en lo que va de 2020 (entre ellos, el presidente Mario Abdo Benítez y su esposa) declaró la emergencia ambiental y sanitaria en Asunción. Mientras que Bolivia calificó a la enfermedad como epidemia y notificó más de 16.000 casos en 2019 y comenzó el 2020 con 2.143 contagios y 700.000 personas en espera de confirmación por laboratorio.
En el marco de la escalada de la enfermedad, que se espera que este mes alcance su pico más alto de casos, la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) desarrolló tiras reactivas para poder detectar la presencia de este virus en tan solo diez minutos.
Se trata de un método práctico y económico, ya que estos elementos son portátiles y tienen un bajo costo de producción. Sin embargo, también resulta efectivo, ya que sus creadores aseguraron que esta herramienta identifica el virus en 9 de cada 10 casos.
Las tiras están confeccionadas con bio y nanotecnología, dan el resultado en 10 minutos y no requieren personal calificado para su uso, detalló la UNSAM en un comunicado. Además, la casa de altos estudios precisó que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) “las aprobó días atrás”.
De acuerdo con lo que adelantaron, estos productos serán fabricados y comercializadas por CHEMTEST, la empresa de base tecnológica incubada en el campus de la Universidad de San Martín, ubicado en avenida 25 de Mayo y Francia.
En la provincia de Buenos Aires, hasta el 16 de febrero en 2020 fueron confirmados por laboratorio 96 casos de dengue. El 95% (91 casos) cuenta con antecedente de viaje previo al inicio de síntomas, principalmente a Paraguay, y también Bolivia, Colombia, Misiones y Formosa. Los serotipos identificados fueron DEN 4, DEN 1 y DEN 2.
Del total de casos confirmados, 4 no tienen registro de antecedente de viaje a zonas con circulación viral comprobada y corresponden a los municipios de Avellaneda (DEN 1), La Matanza (DEN 1), Tres de Febrero (2 casos DEN 4). Las áreas donde fueron identificados estos casos se encuentran en investigación para definir si hay circulación viral de dengue.
El dengue es una enfermedad dinámica que puede evolucionar a formas graves. Dado que al principio de la enfermedad, no se puede saber si se curará en una semana o derivará en complicaciones (dengue grave), se debe estar alerta cuando finaliza la etapa febril y acudir en forma urgente al médico ante la aparición de dolor abdominal intenso y continuo; vómitos persistentes; sangrado de mucosas (encías, nariz, vagina) y mayor somnolencia o irritabilidad.
El mosquito Aedes aegypti, el principal vector de dengue, logró una rápida expansión en virtud de las condiciones favorables para su desarrollo. Es un mosquito esencialmente doméstico y sus sitios de cría consisten en recipientes artificiales ubicados cerca de las viviendas o dentro de las mismas, siendo muy amplia la gama de posibles criaderos.
Los esfuerzos de control de las enfermedades transmitidas por estos mosquitos se basan en la reducción de sus lugares de cría y no de los insecticidas aplicados. Para una mayor eficacia de las medidas de control, se requiere de la integración de las tareas domiciliarias de “descacharrado” que puedan desarrollar las personas en sus viviendas, los operativos de eliminación de los criaderos de Aedes aegypti y los servicios de manejo de residuos sólidos urbanos para su adecuada disposición final.
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