A medida que el nuevo virus mortal se propaga por China y otras partes del mundo, los científicos están tratando de determinar cómo los humanos se exponen a él por primera vez. Hasta ahora, se sabe que el virus es zoonótico, lo que significa que pasa de animales a personas. Y la investigación genética ha confirmado que se originó en los murciélagos. Sin embargo, según indicaron científicos chinos, otro animal sirvió como intermediario entre los murciélagos y los humanos.
El pangolín, un pequeño mamífero conocido por sus escamas y amenazado de extinción, podría ser un animal clave en la transmisión al hombre del nuevo coronavirus, que ya ha provocado la muerte de más de 1.000 personas en China. Investigadores de la Universidad de Agricultura del sur de China lo identificaron como un posible “huésped intermedio” que facilitó la transmisión del virus, dijo la universidad en un comunicado, sin dar más detalles.
Un animal que alberga el virus sin estar enfermo y puede transmitirlo a otras especies se llama reservorio. En el caso del nuevo coronavirus se trata probablemente del murciélago. Según un estudio reciente, los genomas de este virus y los que circulan en este animal son idénticos en un 96%. Pero el virus del murciélago no puede fijarse en los humanos receptores y debe sin duda pasar por otra especie para adaptarse al hombre, lo que se llama “huésped intermedio”.
Después de haber estudiado 1.000 muestras de animales salvajes, los científicos determinaron que los genomas de las secuencias de virus estudiadas en el pangolín eran en un 99% idénticos a los de los pacientes infectados por el coronavirus de Wuhan. “Los descubrimientos más recientes serán de gran importancia para la prevención y el control del origen (del virus)”, declararon desde la universidad que dirigió el estudio, en un comunicado en su sitio web.
En la epidemia del SRAS, entre 2002 y 2003 en China, también causada por un coronavirus, el huésped fue la civeta, un pequeño mamífero cuya carne es muy apreciada en China. Ese país anunció a finales de enero, y con el fin de contener la epidemia, una prohibición temporal del comercio de animales salvajes. Durante un tiempo aún indeterminado estarán prohibidos la cría, el transporte y la venta de todas las especies salvajes.
Aunque un pangolín se parece a un oso hormiguero o armadillo en el exterior, en realidad está más relacionado con un orden de mamíferos llamados “carnívoros”, que incluyen el lince y la civeta.
Si los murciélagos arrojan heces o saliva sobre los alimentos que consume un pangolín, el animal puede convertirse en portador del coronavirus. Los humanos pueden quedar expuestos al consumir pangolines, lo que permite que el virus se transmita de persona a persona.
Tanto las civetas como los pangolines se venden en los mercados chinos, lo que pone a las personas en estrecho contacto con animales vivos y muertos. Sin embargo, no está claro si los pangolines se vendieron en el mercado de mariscos en Wuhan, China, donde probablemente se originó el nuevo coronavirus.
Qué sabemos sobre su naturaleza
A pesar de sus interacciones forzadas con los humanos, los pangolines son en su mayoría solitarios en la naturaleza. Con la excepción de una especie, el pangolín africano de cola larga, los animales pasan la mayor parte del día durmiendo en árboles huecos o agujeros subterráneos. Por la noche, cazan insectos como hormigas y termitas con sus largas y pegajosas lenguas, que pueden extenderse hasta 40 cm.
Los pangolines no tienen dientes, pero dependen de otras características como sus garras afiladas para cavar a través de montículos de insectos o quitar la corteza de los árboles. También tienen colas potentes que pueden soportarlos cuando cuelgan boca abajo de las ramas.
Se encuentran una vez al año para aparearse, pero las madres abandonan a sus crías después de unos dos años. A medida que los animales crecen, sus escamas blandas y blancas comienzan a endurecerse y a oscurecerse. Cuando se acerca un depredador, los animales pueden acurrucarse en una bola y meter la cara debajo de la cola para protegerse. Pero esos mecanismos de defensa no son rival contra los cazadores furtivos.
¿Es el pangolín el mamífero más traficado en el mundo?
Cada año se comercian ilegalmente en Asia y África 100.000 pangolines, una especie codiciada por los traficantes de animales salvajes, que la prefieren al elefante o rinoceronte, según la ONG WildAid. Su carne es muy apreciada por los sibaritas chinos y vietnamitas, y sus escamas, huesos y órganos son usados en la medicina tradicional asiática.
En 2016, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Extinción introdujo el pangolín en una lista que prohíbe su comercialización, pero según las ONG, pese a esta medida, el tráfico ilegal de esta especie ha seguido aumentando.
A pesar de que la práctica está prohibida, la China Biodiversity and Green Development Foundation, una organización sin fines de lucro con sede en Beijing, descubrió que más de 200 compañías farmacéuticas todavía usaban productos de pangolín para aproximadamente 60 medicamentos producidos comercialmente.
Las ocho especies de pangolines se encuentran distribuidas en dos continentes y están consideradas como especies vulnerables y hasta en peligro crítico de extinción. Cuatro de ellas viven en África: el pangolín de vientre negro (Phataginus tetradactyla), el pangolín de vientre blanco (Phataginus tricuspis), el pangolín gigante (Smutsia gigantea) y el pangolín de tierra de Temminck (Smutsia temminckii).
Las otras cuatro especies encontradas en Asia son: el pangolín indio (Manis crassicaudata), el pangolín filipino (Manis culionensis), el pangolín de Sunda (Manis javanica) y el pangolín chino (Manis pentadactyla). Todas están protegidas por leyes nacionales e internacionales y dos de ellas están incluidas en la categoría de En Peligro Crítico, según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Se cree que más de un millón de pangolines salvajes fueron capturados en los últimos años para abastecer la creciente demanda de su carne, escamas y fetos. Los pangolines son ahora el mamífero más comercializado ilegalmente del planeta. Con las especies asiáticas al borde de la extinción, la demanda se ha desplazado ahora a los pangolines africanos.
“Según los decomisos reportados entre 2011 y 2013 se calcula que murieron entre 116,990 y 233,980 pangolines, cifras que, según los expertos, representan solo el 10% del volumen real de los pangolines incautados como parte del tráfico ilegal de vida silvestre”, explican desde la organización no gubernamental Fondo Mundial para la Naturaleza.
Si bien la investigación encontró que los pangolines eran “el más probable huésped intermedio”, todavía se tiene que establecer un vínculo con los humanos por medio de los mercados de comida, agregaron los académicos.
“Si el comercio ilegal de animales fue la raíz de este brote, será realmente difícil de rastrear, y sospecho que la mayor parte de la evidencia ya se ha ido, destruida o diseminada en el mercado negro”, aseguró Benjamin Neuman, un virólogo en la Universidad de Texas A&M, en una entrevista con The Washington Post . “La gente no va a querer hablar, debido a las consecuencias”.
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