Cada 4 de febrero, se conmemora el Día Mundial de Lucha contra el Cáncer, una fecha impulsada por organizaciones internacionales que tiene por objetivo promover la concientización sobre la importancia de la prevención, la detección temprana y los controles y cuidados necesarios para incrementar la tasa de curación y supervivencia.
En la Argentina, la incidencia de enfermedades oncológicas es media-alta, con 217 casos nuevos por año cada 100 mil habitantes, según datos de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer.
En este contexto, conocer la influencia del cáncer en la fertilidad será clave para que quienes atraviesen una patología de este tipo y quieran convertirse en padres conozcan las alternativas disponibles.
Son varios tipos de cáncer los que pueden prevenirse, mientras que otros pueden detectarse de manera temprana, lo que favorece las posibilidades de curación. Entre ellos, mama, cuello de útero, colon, pulmón, próstata y piel.
El diagnóstico temprano y el avance de las terapias han mejorado en gran medida la tasa de supervivencia de los pacientes con cáncer. De hecho, la mortalidad general atribuida al cáncer en las mujeres ha disminuido en un 1,5% por año en los últimos 5 años. En consecuencia, hay un número creciente de mujeres jóvenes y hombres sobrevivientes al cáncer.
Según un estudio publicado en Supoortive Care Cancer (2016), un tercio de mujeres mayores de 30 años refieren que les hubiera gustado tener una consulta antes del tratamiento. El 73% de las mujeres adolescentes y adultos jóvenes dicen no haber recibido información acerca de preservación.
Una de las principales preocupaciones para los sobrevivientes de cáncer femenino es la fertilidad. Los problemas de fertilidad son consecuencia de los tratamientos y pueden tener efectos devastadores en la calidad de vida de los pacientes oncológicos jóvenes que no tuvieron la oportunidad de formar una familia antes de su diagnóstico.
Para los sobrevivientes, que aún no completaron los deseos de paternidad, la infertilidad es una preocupación mayor y persistente que puede agregar estrés a largo plazo. El 44,1% de las mujeres que preservaron fertilidad manifestaron seguridad y el 23,5% esperanza, refirieron que les dio paz durante el tratamiento oncológico y contribuyó a su calidad de vida. El 82% respondió que los principales desafíos fueron el tiempo y las cuestiones financieras.
Pero, ¿qué es y cómo se preserva la fertilidad? “Es una rama de la medicina reproductiva creada para dar respuesta a personas que deben someterse a procedimientos médicos que afectarán su fertilidad. Hoy, además, se suman los factores sociales”, comentó la doctora Carlota Lucini, coordinadora del programa de Oncofertilidad de Halitus Instituto Médico.
En el caso particular de pacientes con cáncer, de acuerdo a la especialista, lo fundamental es trabajar en equipo con el oncólogo para evaluar los efectos y las dosis de las drogas sobre el sistema reproductivo y así decidir cuál es la mejor opción en cada caso en particular.
La preservación de la fertilidad, una esperanza luego de superar el cáncer
Debido a que el tratamiento afectará, de forma parcial o definitiva, su capacidad reproductiva, hoy por hoy es fundamental el rol de la medicina reproductiva y sus distintas técnicas, que ayudan en la posibilidad de concebir una vez superada la enfermedad.
Para ello, es esencial que los profesionales de la salud especializados en oncología den a conocer en el momento indicado la posibilidad de preservar la fertilidad a sus pacientes. Esta garantía de poder concebir a futuro puede mejorar su estado emocional y calidad de vida posteriormente. Transitar la enfermedad con esa esperanza les brinda una fuerza única para lograr superarla, dándoles la oportunidad de proyectar un bebé en el futuro.
“Cuando recibimos un paciente oncológico analizamos las mejores opciones y alternativas más viables de acuerdo a su diagnóstico, personalizando el tratamiento para conservar sus gametos. Asimismo, trabajamos en colaboración interdisciplinaria con los distintos especialistas para que el paciente reciba la atención necesaria con la mayor rapidez posible. Estudios científicos recientes han demostrado que es posible iniciar la estimulación de la ovulación en cualquier momento del ciclo, por ello podemos realizar la preservación sin retrasar el tratamiento oncológico”, sostuvo el médico especialista en fertilidad, Fernando Neuspiller, director de IVI Buenos Aires.
Actualmente, existen diversas técnicas de preservación de fertilidad. En el caso de las mujeres, las más aplicadas son la vitrificación de ovocitos (congelación de los ovocitos) y la congelación de la corteza ovárica, para ser trasplantada una vez superada la enfermedad (se realiza en aquellos casos que deben iniciar de inmediato el tratamiento de quimioterapia o radioterapia, donde la estimulación ovárica no estaría recomendada así como en casos de niñas pre púberes). En cuanto a los hombres, se utilizan técnicas como la criopreservación o congelación de espermatozoides o la criopreservación de tejido testicular.
Es importante que tanto pacientes como profesionales estén al tanto y tengan en cuenta la existencia de estos tratamientos, sobre todo porque generan una esperanza y una razón más para luchar contra esta dura enfermedad.
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