Verano, temporada alta de embarazos: cuáles son los consejos y cuidados antes de planificar la búsqueda

El nuevo año y las vacaciones suelen ser una invitación a renovar los deseos e intenciones de agrandar la familia, pero son pocas las parejas que tienen en cuenta las precauciones y chequeos médicos que conviene realizar antes de buscar un embarazo

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Verificar el estado de salud
Verificar el estado de salud de ambos miembros de la pareja es esencial para detectar cualquier signo de alerta y tratar a tiempo cualquier patología (Shutterstock)

El verano que es una de las épocas más propensas para el embarazo. El calor, las vacaciones y el ambiente relajado son algunas de las características que hacen de estos meses la estación ideal para planificar la familia.

Pero antes, hay una serie de consultas que deben ser tenidas en cuenta antes de comenzar el proceso.

Verificar el estado de salud de ambos miembros de la pareja es esencial para detectar cualquier signo de alerta y tratar a tiempo cualquier patología, anomalía o conflicto que aparezca. “Para lograr un embarazo exitoso y un bebé sano, la salud de las personas que participen en la gestación es el primer factor a tener en cuenta”, aseguró la médica especialista en reproducción Doris Raso (MN 116495). Y enumeró lo que conviene saber.

1- Consulta preconcepcional

Es necesaria para prevenir, diagnosticar y tratar las afecciones que pueden perjudicar la futura gestación; este control puede evitarlas y disminuir su impacto. En la consulta se analizan antecedentes personales y familiares, conductas habituales y factores del entorno. “La idea es que se puedan corregir las malas conductas y crear buenas condiciones para la gestación del embarazo”, explicó la especialista del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) Buenos Aires.

En esta misma consulta se puede obtener la planificación de intentos para concebir de forma natural o la derivación con un especialista en reproducción asistida, de acuerdo a las necesidades de cada paciente. Asimismo, se pueden decidir con tiempo las acciones en caso de presentarse algún factor de alto riesgo genético.

La consulta preconcepcional es necesaria
La consulta preconcepcional es necesaria para prevenir, diagnosticar y tratar las afecciones que pueden perjudicar la futura gestación (Shutterstock)

La mayoría de las mujeres no suelen acudir a una consulta preconcepcional y acuden a los centros de salud cuando ya transcurrió casi la totalidad del desarrollo embrionario, lo que reduce las oportunidades de aplicar la prevención necesaria”, destacó Raso.

Esta etapa previa y temprana del embarazo resulta imprescindible, ya que es cuando se desarrollan los órganos básicos para las funciones futuras del bebé. “En la etapa temprana se produce el cierre del tubo neural, que define el correcto desarrollo del cerebro, la columna vertebral y la médula espinal -señaló la especialista-. Además, hay que tener en cuenta que, dentro de todo el conjunto de mujeres, las más vulnerables son las que tienen antecedentes de embarazos perdidos, mujeres con edad mayor a 38 años y aquellas que tengan la posibilidad de transmitir enfermedades genéticas o que sufran de patologías crónicas”.

2- Hábitos antes y durante el embarazo

Lo principal y quizás lo más conocido en el conjunto de la sociedad es alejarse de algunos vicios, como el alcohol y el cigarrillo. Cuidar el peso y conformar una alimentación equilibrada, es un complemento de este proceso. Tanto el sobrepeso como un peso demasiado bajo son factores de riesgo para la gestación. “Se recomienda mantener una dieta equilibrada e incluir alimentos que contengan las vitaminas y minerales que ayudarán a la fertilidad y al futuro desarrollo del bebé”, aconsejó Raso.

Un aporte adecuado de vitaminas es fundamental para la fertilidad, por eso, es necesario tener en cuenta las propiedades de cada alimento con el fin de lograr una alimentación equilibrada:

- Vitamina A: la falta de esta vitamina puede provocar disminución de la calidad del semen. Se encuentra en grasas lácteas y en la leche. Su precursor, el betacaroteno, se encuentra en zanahoria, tomate, calabaza y en las verduras de hoja verde.

- Vitamina D: se genera mediante la exposición solar controlada, mejora la secreción y la acción de insulina, también participa en la ovulación y en la implantación, y ayuda a aumentar la probabilidad de embarazo después de los tratamientos de reproducción asistida.

- Vitaminas C y E: por sus efectos antioxidantes, son muy importantes para el sistema reproductivo, contrarrestando los efectos que el estrés puede generar sobre los óvulos y los espermatozoides. La vitamina C, que mejora la inmunidad, la calidad del esperma e influye en la salud ovárica, está presente en cítricos, tomates y pimientos. Mientras que la vitamina E se puede encontrar en el germen de trigo, aceite de oliva y los frutos secos.

La mayoría de las mujeres
La mayoría de las mujeres no suelen acudir a una consulta preconcepcional y acuden a los centros de salud cuando ya transcurrió casi la totalidad del desarrollo embrionario (Shutterstock)

Otros de los nutrientes que tienen un rol fundamental en la evolución de la gestación son el Omega 3, el zinc y el ácido fólico. “Incorporar hidratos de carbono complejos, grasas monoinsaturadas, proteínas de origen vegetal y fibras, mientras que se disminuye el consumo de grasas trans, grasas saturadas y proteínas de origen animal es un buen paso en el camino a la alimentación equilibrada durante el embarazo”, agregó la especialista.

Además de los buenos hábitos alimenticios, la actividad física es una herramienta fundamental para el bienestar general del cuerpo de cualquier persona, y más aún cuando se inicia la búsqueda de un embarazo.

3- Mejor prevenir, que curar

Más allá del bienestar general que hay que lograr para un embarazo exitoso y planificado, hay algunas consideraciones en las que hay que poner especial atención. Tanto para las mujeres en edad fértil como para aquellas que atraviesan el puerperio, se debe cumplir al pie de la letra con el plan nacional de vacunación.

Otra consideración es el cuidado especial para aquellas que decidan maternar después de los cuarenta años: según los datos del Ministerio de Salud de la Nación, los nacimientos de madres de más de 40 años, que son el 2% del total, representan un tercio de los casos de niños con síndrome de down.

Por último, para las pacientes con diabetes, es crucial controlar siempre los niveles de glucemia, para lograr números normales tres meses antes de la concepción y así evitar posibles complicaciones en la gestación y evolución del embarazo.

Cuidar la propia salud, tanto para las personas gestantes como para aquellas que acompañan el proceso, es cuidar también la salud del futuro bebé. Todos estos consejos y cuidados son importantes tanto para una búsqueda de embarazo espontánea como así también para uno a través de la reproducción asistida. “Estas son sólo una parte de las sugerencias a seguir al momento de buscar un embarazo, es importante tener siempre en cuenta que cada paciente e historia clínica es distinta, por lo cual las indicaciones variarán de acuerdo a las necesidades de cada uno”, concluyó Raso.

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