Reunión familiar. Un niño con uno de los tantos trastornos del espectro autista se tapa los oídos y se pone a llorar al momento de cantar el “feliz cumpleaños”. La escena podría repetirse en un acto escolar mientras suena el himno nacional en los parlantes, o bien en un shopping o centro comercial donde el bullicio es permanente.
Las escenas se replican en cada familia con un integrante con esta condición y se multiplica por mil durante los festejos de Navidad y Año Nuevo, cuando la pirotecnia se vuelve protagonista en muchos hogares.
“La pirotecnia afecta especialmente a los niños con condición del espectro autista, que tienen una hipersensibilidad a los sonidos en general. Esto tiene que ver con unas conexiones entre la amígdala y la corteza cerebral que están disfuncionadas y esto hace que frente a mínimas cuestiones sonoras, estos niños las perciban y reaccionen”. Infobae habló con la médica psiquiatra Andrea Abadi (MN 76165), directora del Área de Neurodesarrollo y Condición del Espectro Autista del Centro Cites Ineco para comprender por qué es importante concientizar a la sociedad sobre el destierro de estas costumbres.
- ¿Qué es lo que los niños con condición del espectro autista sienten con la pirotecnia?
- El ruido de un petardo o cualquier pirotecnia es un sonido sumamente intenso y ellos lo perciben de manera muy vívida. Sienten como si estuvieran en el medio de un bombardeo en una guerra, como si cayeran bombas al lado de ellos. Y esto genera muchísimo estrés, muchísima liberación de los neurotransmisores propios del estrés y genera un gran nivel de alteración conductual y emocional. Y por otro lado, al ser totalmente impredecibles, es algo frente a lo cual no se pueden preparar y lo viven con muchísima angustia, se desorganizan.
- ¿Qué podemos hacer para protegerlos?
- En primera instancia, educar, por lo menos a los familiares, a la gente que convive con estos niños y a los que están cerca, para evitar que esto suceda alrededor de ellos. Creo que es muy buena la iniciativa de poner un lazo azul en cada casa donde hay un niño con autismo, para indicar a aquellos que viven alrededor que, si quieren seguir usando la pirotecnia, lo hagan, pero alejadamente. Esto tampoco los protege totalmente. Lo que se puede hacer es ponerles auriculares, no de los comunes, sino de los que insonorizan el contexto. Buscar algún espacio de la casa donde no haya ventanas y donde la transmisión del sonido se anule en lo posible.
También se puede dar algún tipo de sensibilización previa, mostrándole a través de la computadora situaciones donde haya fuegos artificiales; que los vean y puedan ir acostumbrándose a estos. Si bien no es lo más adecuado, estamos dentro de esta sociedad y no todo el mundo se concientizó sobre que la pirotecnia es dañina para todos. No solo para quienes tienen condición del espectro autista, sino también para los abuelos, los bebés, los niños en general, esto no es bueno. Es importante tratar de evitarles y no minimizar la angustia que ellos sienten. Lo peor que podemos hacer es decirles “no pasa nada” y dejarlos expuestos. Esto les genera un gran nivel de angustia.
- ¿En qué consiste la campaña nacional #maslucesmenosruido?
- Lo que se plantea en la campaña nacional “Más luces menos ruido” es que no se festeje con pirotécnica sonora, sino con pirotecnia lumínica, con juegos de luces. Si un niño o un adulto con condición del espectro autista se siente molesto, puede darse vuelta o no mirar para ese lado y no lo va a molestar. La sensibilidad lumínica no es la misma que la sensibilidad sonora: yo puedo meterme en casa y no ver nada, pero sin embargo si hay petardos y cañitas voladoras, por más que me encuentre adentro las voy a seguir escuchando. La posibilidad de inhibir la llegada del ruido es mucho menos efectiva que la posibilidad de no mirar hacia donde me genera angustia.
Cuando la industria y las familias trabajan con un objetivo común
La Cámara Argentina de Empresas de Fuegos Artificiales (Caefa) presentó junto a asociaciones de familiares de personas con trastorno del espectro autista sus campañas de concientización sobre uso responsable de la pirotecnia.
Se trata de dos campañas nacionales que Caefa puso a disposición de municipios, provincias, entidades nacionales y asociaciones de personas con autismo en todo el país para que puedan realizarse en forma conjunta o por quienes compartan el mensaje. Una se centra en la consigna “celebremos todos con pirotecnia autorizada”, con consejos de seguridad para el uso seguro, y la otra alienta la elección de productos de bajo impacto sonoro con la frase “elegí pirotecnia con más luces y menos ruidos”.
“Celebro que nos podamos sentar juntos a una mesa y en nuestra diversidad encontremos un punto en común, en este caso que podamos seguir disfrutando los fuegos artificiales, seguir dando trabajo y que alentemos a que la sociedad elija los productos de bajo impacto sonoro, aquellos con más luces, y todos podamos disfrutar las fiestas”, consideró el presidente de Caefa, Mario Ruschín.
En tanto la presidenta de Lucero Azul, una Asociación de Padres y Familiares de Personas con Autismo en Almirante Brown, Nancy Morales, destacó que “siempre hay que buscar el término medio, ni tanto ni tan poco, hay que lograr acuerdos” y expresó su fuerte apoyo a las campañas y pidió que se elijan productos que de bajo impacto sonoro, que no sean de estruendo.
Hace un mes Lucero Azul cerró su actividad de fin de año con un espectáculo de fuegos artificiales, que fue disfrutado por niños y adultos. Sobre la experiencia, Morales contó: “El día del evento mi hijo estaba feliz mirando los fuegos artificiales. Trabajamos muchos años para que él pueda mirar algo tres segundos seguidos, y esa noche vimos que miró muchísimo los fuegos artificiales. Yo lloraba emocionada porque nunca había visto a mi hijo que fijar la atención en algo tanto tiempo”.
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