Paradojas en tiempos de Sarampión: el 96% de los argentinos cree que es seguro vacunarse, pero el 13% no pudo hacerlo por problemas en el acceso

Lo determinó el Índice de Confianza y Acceso a Vacunas (ICAV) elaborado por la Fundación Bunge y Born en base a 7 mil encuestas realizadas en todo el país. El ICAV analiza la importancia, seguridad y eficacia que las personas otorgan a las vacunas, la reticencia de la comunidad a vacunarse y también qué barreras de acceso le impidieron vacunarse en el último año. Los detalles y conclusiones que arrojó el informe

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El 96% de los argentinos
El 96% de los argentinos cree que es seguro vacunarse mientras que el 13% no pudo hacerlo por problemas en el acceso (Shutterstock)

Argentina atraviesa el peor brote de sarampión registrado en el país desde el año 2000, con un total de 85 casos confirmados, la mayoría concentrados en CABA y en provincia de Buenos Aires. En este contexto, se conoció el Índice de Confianza y Acceso a Vacunas (ICAV), estudio llevado a cabo por la Fundación Bunge y Born, basado en 7.000 encuestas realizadas a mayores de 15 años en todo el país. Este estudio arrojó que la confianza de la población argentina en las vacunas es elevada: el 95.8% consideró que son seguras, un 95,47% sostuvo que cree que son importantes para los niños y el 93,69% las ve como efectivas.

Sin embargo, en cuanto a barreras de acceso, es decir problemas a la hora de vacunarse, surgió el dato que alrededor del 13% no logró vacunarse o vacunar a los menores a su cargo la última vez que intentó hacerlo. El faltante de vacunas se reveló como el principal motivo, con mayor intensidad entre quienes tienen niños a cargo.

Desde la Fundación Bunge y Born (FBB) analizaron la importancia, seguridad y eficacia que las personas otorgan a las vacunas, la reticencia de la comunidad a vacunarse, qué barreras de acceso les impidieron vacunarse en el último año, y el trabajo final se reflejó en este índice.

Este organismo viene trabajando, desde enero de 2019, en el desarrollo del ICAV, que estudia las causas por las que existe una amplia brecha entre un nivel óptimo de vacunación y las tasas existentes en el país. El objetivo del índice fue el de contribuir al diseño de los programas y estrategias de inmunización, y orientar de manera eficiente los recursos humanos y financieros destinados a ella, en el marco de las políticas de salud pública.

"Este es el primer estudio
"Este es el primer estudio que se hace en Argentina con más de 7 mil encuestados para el Índice de Confianza pero es además el primer estudio que se hace a nivel mundial para ver las barreras de acceso a las vacunas", sostuvo en díalogo con Infobae el doctor Eduardo López, líder del proyecto de la FBB (Shutterstock)

Los resultados fueron presentados por Gerardo della Paolera, director ejecutivo de la FBB; el doctor Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños ‘Ricardo Gutiérrez’ y líder del proyecto “Observatorio de la Salud del Niño y el Adolescente” de la FBB; María Marta Contrini, responsable de la unidad de Infecciosas del departamento de Medicina del Hospital de Niños ‘Ricardo Gutiérrez’, y por el equipo de especialistas en estadística y ciencia de datos de la FBB.

En diálogo con Infobae, el líder del proyecto, doctor López explicó: “Este es un estudio muy importante, que sirve tanto para estudiar tanto la confianza que tienen las personas en la vacuna como también la facilidad o el acceso a la hora de vacunarse”. A su vez agregó: “Observamos que el índice de confianza es alto, por encima del 93%, dado a que se estudiaron las preguntas de si las vacunas son importantes para los niños, si son efectivas, seguras y si son compatibles con la religión”.

“El límite o facilidad en el acceso a la vacunación tuvo resultados diferentes: alrededor del 13 a 14% de los individuos que fueron a un vacunatorios a vacunarse no lo pudieron hacer. El estudio mostró que el 85% lo hace en el sistema público. Cuándo se le preguntó cuál era la causa, es decir la barrera de acceso, la respuesta más importante fue que ‘cuando llegué al vacunatorio no había vacuna’, y esto ocurrió tanto como para las familias con y sin hijos”.

Este es el primer estudio que se hace en Argentina con más de 7 mil encuestados para el Índice de Confianza en las Vacunas pero es además el primero que se hace a nivel mundial para ver las barreras de acceso a las vacunas, por lo que representa un punto de partida para futuras acciones de salud”, manifestó el líder del proyecto. A su vez enfatizó: “Hay que mostrarle al adolescente el valor de la vacuna, ya que es el grupo etario que más duda respecto a la efectividad y seguridad de las vacunas”.

El movimiento antivacunas es uno
El movimiento antivacunas es uno de los problemas o barreras de acceso, pero no el más frecuente, que es la falta de vacunas en los centros de salud (Shutterstock)

Antonio Vázquez Brust, miembro del equipo de especialistas en estadística y ciencia de datos de la FBB y en sistemas de información geográfica (GIS) explicó, consultado por este medio: “Lo novedoso del ICAV es que no solamente mide actitud -es decir el grado de confianza que la gente declara tener en las vacunas- sino que además mide temas de acceso, es decir lo que sucede en la práctica, lo que ocurre cuando la gente va a vacunarse y nos encontramos que no solo una cantidad significativa de la gente no pudo vacunarse al intentarlo sino que también preguntamos y por eso sabemos cuáles fueron las causas en particular que impidieron que se vacunen”.

“Un gran valor del proyecto es sostenerlo en el tiempo, es decir no tener solo una línea de base como tenemos hoy con estos resultados, sino medirlos a lo largo del tiempo y poder detectar pronto o si por ejemplo en determinado lugar o grupo demográfico se reduce la confianza en las vacunas y ver si las barreras de acceso están empeorando o mejorando, por qué y dónde”, agregó.

Este es el primer estudio que se hace en Argentina con más de 7 mil encuestados para el Índice de Confianza en las Vacunas pero es además el primero que se hace a nivel mundial para ver las barreras de acceso a las vacunas, por lo que representa un punto de partida para futuras acciones de salud”, manifestó el líder del proyecto, doctor Eduardo López

Para Vázquez Brust, licenciado en Informática de la Universidad de la Empresa Argentina (UADE), especialista en Planificación Urbana de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (FADU), Master of Science in Urban Informatics de la Northeastern University de Boston, Estados Unidos, “llegado al caso es importante hacer el índice regional, es decir repetirlo para otros países del Cono Sur”.

Consultado por este medio respecto a los próximos pasos a tomar conociendo estos resultados, resaltó: “lo que podemos hacer es discernir diferencias entre diversos niveles de edad, educación, y por ejemplo también de región geográfica, ya que se trató de una encuesta nacional con más de 7 mil casos”.

El estudio mostró que el
El estudio mostró que el 85% de los argentinos se vacuna en el sistema de salud público (Shutterstock)

“Detectamos que en la Ciudad de Buenos Aires es un 60% la cantidad de casos donde un fracaso al vacunar se debió a faltas de vacunas mientras que en Gran Buenos Aires se acerca a un 90% la cantidad de instancias en las cuales alguien fue a vacunarse y no pudo por falta de vacunas”, advirtió Vázquez Brust.

Por otro lado, en temas que se podrían corregir gracias a la información brindada a partir de esta encuesta, “se vieron casos en los cuales una cantidad significativa de casos en la Ciudad de Buenos Aires y en la Patagonia de vacunaciones que no tuvieron éxito fueron porque en los centros de vacunación rechazaron a la persona por tener un resfrío o diarreas”. Sobre este punto el licenciado en informático afirmó: “Esto es una contradicción errónea, ya que nunca debería dejarse pasar la posibilidad de vacunar a una persona por un resfrío, una diarrea u otros síntomas”.

“Estamos estudiando la posibilidad, a partir de los resultados de esta encuesta, de implementar las campañas focalizadas, ya que vemos que hay ciertos grupos en donde sería importante concentrar esfuerzos, en particular los más jóvenes y los que han alcanzado un menor nivel educativo, ya que en los índices de confianza allí la confianza tiende a ser significativamente menor, en las personas más chicas”, puntualizó el experto en estadística y ciencia de datos.

Argentina atraviesa el peor brote
Argentina atraviesa el peor brote de sarampión desde el año 2000, con 85 casos confirmados (Shutterstock)

Sobre el Índice de Confianza y Acceso a Vacunas 2019

Las encuestas fueron realizadas a teléfonos celulares, entre julio y septiembre de 2019, a personas mayores de 15 años. La muestra analizada es consistente con los parámetros de sexo, edad y nivel educativo de la población argentina, y fue calibrada y ponderada de acuerdo a datos censales.

El ICAV se actualizará anualmente, con el objetivo de detectar variaciones en los discursos públicos que pongan en peligro el nivel óptimo de vacunación de la población. Se utilizará el mismo instrumento para comparar resultados periódicamente. El próximo índice se dará a conocer a fines de 2020.

Como conclusión, se desprende que en Argentina, aún con una menor confianza entre la población más joven, las barreras de acceso son el principal motivo que explica el déficit de cobertura de vacunación. Esto contrasta con la situación en algunos países desarrollados, donde la opinión sobre las vacunas es la principal problemática”, aseguró el doctor Eduardo López.

Y ejemplificó la situación de Europa al detallar que en Francia, un 32% de la población cree que las vacunas no son seguras. En 2018, hubo 80 casos de sarampión en ese continente que causaron 28 muertos, pese a que es una enfermedad ampliamente controlable con la vacunación.

El director ejecutivo de Fundación Bunge y Born, Gerardo della Paolera, sostuvo: “Del estudio también se infiere la importancia del sistema público de salud: un 85,9% de la población se vacuna en hospitales públicos o centros públicos de vacunación, mientras que el 14,1% lo hace en centros privados”.

En tanto, la población con niveles educativos bajos presenta menor confianza en las vacunas y también se encuentra con mayores barreras de acceso a la hora de la vacunación. En términos regionales, las zonas del NEA y el NOA aparecen caracterizadas por una menor confianza y mayores barreras de acceso a la inmunización.

Expertos resaltan la importancia de
Expertos resaltan la importancia de la vacunación para evitar enfermedades (Shutterstock)

Confianza

Los indicadores de percepción general de la población encuestada en relación a las vacunas arrojan un elevado nivel de confianza: alrededor del 96% de las personas considera que las vacunas son seguras, el 95,47% las cree importantes para los niños, el 93,69% efectivas, y el 74,59% compatibles con sus creencias religiosas.

Ante la pregunta sobre si las vacunas son buenas para los niños, quienes tienen entre 31 y 40 años, mayormente con hijos en edad de vacunarse, son aquellos con una confianza más alta, con un 97%, siendo más bajo 94.3%, en la franja de 21 a 30 años, otro importante grupo etario con niños pequeños.

Por otra parte, a medida que crece el nivel educativo las personas exhiben más confianza en la vacunación en los niños. Por ejemplo, hay más de 10 puntos de diferencia entre quienes tienen primario incompleto y título universitario o posgrado.

Alrededor del 96% de las personas en la Argentina considera que las vacunas son seguras, el 95,47% las cree importantes para los niños, el 93,69% efectivas, y el 74,59% compatibles con sus creencias

También hay una diferencia sustancial respecto de la localización geográfica: el nivel de confianza es muy superior en la Patagonia (99,2%) y GBA (96,8%) frente al NOA (90.8%) o la región de Cuyo (91.9%).

En lo que hace a la seguridad, las personas por encima de los 30 años consideran que las vacunas son más seguras que los que son más jóvenes. También, el porcentaje es más alto en el centro del país (97,6%), en la región de Cuyo (96,5%) y en GBA (96,1%).

Respecto de la efectividad, es mayor la confianza en las vacunas en el rango etario superior a 50 años, y como en el resto de las respuestas, asciende de acuerdo a mayor nivel educativo: primario incompleto (88,5%) y universitario (95,6%).

Ante la consulta de si las vacunas son compatibles con su religión, entre un 22,5% y un 27,7% por ciento de la población cree que no, pero a medida que se eleva el nivel educativo crece significativamente la compatibilidad percibida entre vacunas y religión profesada, con más de 10 puntos de diferencia entre personas con primaria incompleta y posgrado. A nivel región del país, la población siente mayor compatibilidad entre su religión y las vacunas en GBA (79,5%) y CABA (79,4%).

En el caso del sarampión,
En el caso del sarampión, los niños de 12 meses a cuatro años inclusive deben acreditar una dosis de vacuna triple viral (Shutterstock)

Barreras de acceso

Según el ICAV 2019, las causas de la brecha entre el nivel óptimo de vacunación y las tasas existentes en el país se relacionan con las distintas barreras de acceso: un 13% (entre un 11% y un 14% de la población) no logró vacunarse, o vacunar a los menores que tenía a su cargo, la última vez que intentó hacerlo.

El faltante de vacunas aparece como el principal motivo, aún con mayor intensidad entre quienes tienen menores a cargo; otros, son la difícil accesibilidad a los centros de vacunación, la espera, estar resfriado, entre otros. Por ejemplo, un 2,3% tuvo dificultades por la distancia, un 9,2% por el costo del viaje, y tan solo el 67,7% no tuvo problemas en función de la distancia.

Evaluando el nivel de acceso a las vacunas en su conjunto, los resultados indican que las dificultades para vacunarse son mayores entre la población joven y entre aquellas personas con menor nivel educativo alcanzado.

Un 13% (entre un 11% y un 14% de la población) no logró vacunarse, o vacunar a los menores que tenía a su cargo, la última vez que intentó hacerlo

A nivel país, sólo el 86,3% de los consultados logró vacunarse la última vez que asistió. Teniendo en cuenta la región: NOA y NEA fueron las zonas más bajas con 83,3% y 84,3%, respectivamente, seguidas de CABA con 84,5%.

Entre quienes no pudieron vacunarse, un 79,7% tuvo como causa la falta de vacunas, con menor disponibilidad en GBA (90,7%), seguido por el NOA (87,3%) y la región de Cuyo (83,3%).

La encuesta de Fundación Bunge
La encuesta de Fundación Bunge y Born incluyó 25 preguntas diseñadas para indagar el estado de la inmunización respecto a niños, adolescentes, embarazadas, adultos en general y tercera edad (Shutterstock)

Diseño de encuesta telefónica

La encuesta incluyó 25 preguntas diseñadas para indagar el estado de la inmunización respecto a niños, adolescentes, embarazadas, adultos en general y tercera edad.

El diseño consistió en un muestreo aleatorio estratificado, definiendo a las provincias más Cordón I, II y III e interior de la provincia de Buenos Aires como estratos. Los reemplazos se hicieron automáticos en función de la divergencia entre la distribución territorial objetivo y la empírica. La consideración se realizó mediante estimadores de calibración, en función de datos paramétricos del censo, balanceando sexo, edad, cantidad de integrantes del hogar, nivel educativo y provincia. El cálculo de los intervalos de confianza se realizó mediante métodos de Montecarlo, para un nivel de confianza del 95%. El diseño permite generar estimaciones con representatividad regional. Los indicadores son comparables con el Vaccine Confidence Index, de la London School of of Hygiene & Tropical Medicine, y se combinaron con el Índice de Vulnerabilidad Sanitaria que la FBB ya desarrolló en el marco de otros proyectos de salud. La selección, diseño y análisis corrió por cuenta de la Fundación Bunge y Born, mientras que los datos se recolectaron a través de la empresa Inteligencia Analítica.

A presentar en 2020, la segunda herramienta para medir la confianza es un monitoreo del discurso público: consiste en el registro de millones de publicaciones sobre vacunas en redes sociales y medios argentinos, que la Fundación viene realizando desde enero de este año, y que se incluirá en los próximos resultados.

La Organización Mundial de la
La Organización Mundial de la Salud ha estimado entre 2 y 3 millones de muertes por año por tétanos, difteria, tos convulsa y sarampión (Shutterstock)

La problemática actual de las vacunas

La vacunación tiene un impacto directo en la reducción de la prevalencia de enfermedades evitables y muertes tempranas: la Organización Mundial de la Salud ha estimado entre 2 y 3 millones de muertes por año por tétanos, difteria, tos convulsa y sarampión. Además, pueden evitar algunas formas de cáncer (cuello uterino y otros ginecológicos) y Hepatitis B (el carcinoma hepático). Finalmente, reducen el consumo de antibióticos y la resistencia de las bacterias a los mismos.

La Argentina cuenta con uno de los calendarios de vacunación más actualizados y completos del mundo. Sin embargo, en nuestro país dejan de aplicarse alrededor de 700.000 dosis de alguna de las vacunas del calendario obligatorio durante el primer año de vida, según datos de FBB.

Además, se observa un incremento en la aparición de discursos de grupos “antivacunas”, y el índice internacional de confianza en las vacunas, muestra que alrededor de un 2% de la población de nuestro país alega estar en desacuerdo con las vacunas, porque no las considera efectivas o incluso seguras. La gravedad de la situación mundial al respecto llevó a la OMS a declarar la reticencia a las vacunas como una de las Diez Amenazas Globales a la Salud Mundial.

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