Qué es el extraño y perverso Síndrome de Münchhausen por poder

Se trata de un trastorno difícil de identificar y de tratar. Sin embargo, la ayuda médica y psiquiátrica es fundamental para prevenir lesiones graves e incluso la muerte en este tipo de maltrato infantil

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El Münchhausen es una enfermedad mental y una forma de maltrato infantil (Shutterstock)
El Münchhausen es una enfermedad mental y una forma de maltrato infantil (Shutterstock)

De acuerdo a Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., el Síndrome de Münchhausen es una enfermedad mental y una forma de maltrato infantil. El cuidador del niño, con frecuencia la madre, inventa síntomas falsos o provoca síntomas reales para que parezca que el chico está enfermo. Con respecto a las causas, establecen que nadie sabe con certeza qué lo causa. Algunas veces, la persona fue víctima de abuso de niño o tiene esta sintomatología o finge tener enfermedades.

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría lo denomina actualmente “trastorno facticio” -elaborado artificialmente a partir de elementos verdaderos-, pero durante décadas ha sido conocido como Síndrome de Münchhausen.

Según explican desde la Mayo Clinic, “se trata de un trastorno difícil de identificar y de tratar. Sin embargo, la ayuda médica y psiquiátrica es fundamental para prevenir lesiones graves e incluso la muerte por las lesiones”.

“No es lo mismo que inventar problemas médicos para un beneficio práctico, como irse del trabajo antes o ganar un juicio. Si bien las personas que sufren este trastorno saben que causan sus síntomas o enfermedades, es posible que no entiendan las razones de su conducta o que no reconozcan que tienen un problema”, agregan.

Este concepto lo introdujo Richard Asher, médico endocrinólogo inglés, en el siglo XX al detectar varias situaciones de patologías muy graves - incluso hasta homicidios- y postuló la posibilidad de que haya habido algún adulto que haya infringido este daño en los niños (Shutterstock)
Este concepto lo introdujo Richard Asher, médico endocrinólogo inglés, en el siglo XX al detectar varias situaciones de patologías muy graves - incluso hasta homicidios- y postuló la posibilidad de que haya habido algún adulto que haya infringido este daño en los niños (Shutterstock)

Gustavo Finvarb, médico psiquiatra infanto-juvenil, psicoanalista y neonatólogo (MN 47.891) explicó, en diálogo con Infobae: “Este trastorno surgió en Inglaterra, donde un médico empezó a sospechar que ante determinadas patologías reiteradas que presentaban algunos pacientes podría existir un cuadro de generarle un daño”.

El denominado Síndrome de Münchhausen by proxy o by power (por poder) se presenta cuando hay un adulto infringiendo determinadas situaciones injuriosas en la salud física y/o mental de un niño. Este concepto lo introdujo Richard Asher, médico endocrinólogo inglés, en el siglo XX al detectar varias situaciones de patologías muy graves - incluso hasta homicidios- y postuló la posibilidad de que haya habido algún adulto que haya infringido este daño en los niños.

A partir de esto, el Asher tuvo participación como perito en muchos casos y aparentemente el diagnóstico se extralimitó y se condenó a madres a situaciones de cárcel y de castigo cuando en realidad eran inocentes. Lo que sucede es que es un cuadro muy difícil de determinar y por lo general no lo puede hacer una sola persona, sino que se precisa de un equipo interdisciplinario y muchas veces de una internación para determinar y delimitar el cuadro.

se trata de un trastorno difícil de identificar y de tratar. Sin embargo, la ayuda médica y psiquiátrica es fundamental para prevenir lesiones graves e incluso la muerte por las lesiones auto infligidas típicas (Shutterstock)
se trata de un trastorno difícil de identificar y de tratar. Sin embargo, la ayuda médica y psiquiátrica es fundamental para prevenir lesiones graves e incluso la muerte por las lesiones auto infligidas típicas (Shutterstock)

Hubo muchas idas y vueltas con este cuadro. No siempre ha sido aceptado, es mucho más conversado y es más lo que circula en el ambiente medico de lo que se ve y observa en los hospitales”, aclaró Finvarb, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).

El Barón de Münchhausen fue un aristócrata alemán del siglo XVIII que en su juventud sirvió de paje al príncipe Antonio Ulrico II, duque de Brunswick-Luneburgo, combatió y tuvo un alto cargo militar contra los turcos y tenía la fama de ser alguien que contaba historias fantásticas, fantasiosas, increíbles hazañas que incluían cabalgar sobre una bala de cañón, viajar a la luna, y salir de una ciénaga al tirarse de su propia coleta, que viajó con un águila o agarró una munición en el aire, todo esto originó una gran cantidad de libros en literatura infantil, leyendas y películas como “las aventuras del Barón de Münchhausen”, etc. En su vida real aparentemente era un excelente comerciante y muy honesto.

El Barón de Münchhausen fue un aristócrata alemán del siglo XVIII que en su juventud sirvió de paje al príncipe Antonio Ulrico II, duque de Brunswick-Luneburgo
El Barón de Münchhausen fue un aristócrata alemán del siglo XVIII que en su juventud sirvió de paje al príncipe Antonio Ulrico II, duque de Brunswick-Luneburgo

A partir de la faceta fantasiosa del barón se tomó su nombre para este cuadro, y se le agrega el “by proxy o by power” que significa por poder “ya que por lo general este maltrato lo ejerce un adulto sobre un niño”, precisó el médico psiquiatra.

Según un estudio de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), “el sindrome de Münchhausen por poder (SMPP), es una de las formas mas sutiles y enigmáticas de maltrato infantil, en donde una madre en aparente posición de preocupación y ocupación devota, provoca o simula repetitivamente la enfermedad en su hijo, manipulando a los médicos tratantes, hasta convertirlos en protagonistas involuntarios de maltrato, a través del abuso de técnicas médicas intrusivas”.

“Un 50% de los casos suele ser por inducción de la patología, un 25% por simulación y el otro 29%, una combinación de ambos”, se agrega en este paper médico.

El Barón supuestamente viajó con un águila o agarró una munición en el aire, todo esto originó una gran cantidad de libros en literatura infantil, leyendas y películas como “las aventuras del Barón de Münchhausen”
El Barón supuestamente viajó con un águila o agarró una munición en el aire, todo esto originó una gran cantidad de libros en literatura infantil, leyendas y películas como “las aventuras del Barón de Münchhausen”

Desde la SAP describen cuatro tipo de madres que ejercen estos maltratos:

  • Cómo búsqueda de ayuda: buscan atención médica para sus hijos, en orden de comunicar sus propias ansiedades, cansancio, depresión o inhabilidad para hacerse cargo del hijo. En muchos casos este cuadrocoincide con un duro contexto de conflicto familiar, violencia dométstica, desavenencias en la pareja y/o hijos no buscados. Por lo general estas madres aceptan ayuda psicoterapéutica.
  • Médico adictivas: obsesionadas en obtener tratamiento médico para enfermedades inexistentes en sus hijos. Detallan los síntomas con llamativo conocimiento de la terminología médica, y llegan con historias médicas falsas sobre sus hijos. Piensan que sus hijos están efectivamente enfermos y se niegan a aceptar la evidencia médica que sostiene lo contrario. Realizan sus propios tratamientos a los niños y suelen mostrarse perspicaces hacia el accionar de los profesionales de la salud, son antagonistas y paranoides, desconfiadas y violentas.
  • Inductoras activas: Se muestran ansiosas o deprimidas, empleando grados extremos de renegación, disociación afectiva, y proyección paranoide. Adquieren una ganancia secundaria importante, a través de ejercer una relación de control sobre el cuerpo médico tratante , a la vez que obtienen el reconocimiento por parte de estos, de ser devotas cuidadoras de sus hijos.
  • Asesinas: Incluyen a las de tipo inductoras activas, con predominio de crueldad, y ausencia de culpa, con prevalencia de un deseo de muerte sobre el niño quien es vivido como ajeno y merecedor del daño. Pueden llegar a procurar la muerte en el niño.
Ese síndrome no es tan frecuente. Según el médico psiquiatra Gustavo Finvarb, ex Jefe de Salud Mental del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y actual consultor en el Plenario Consejo Consultivo Honorario de Salud Mental y adicciones de la Secretaría de Gobierno de Salud, “se llega a sospechar esto después de un cierto tiempo de haber estudiado en profundidad al niño, y el hecho que sea internado en observación facilita el proceso" (Shutterstock)
Ese síndrome no es tan frecuente. Según el médico psiquiatra Gustavo Finvarb, ex Jefe de Salud Mental del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y actual consultor en el Plenario Consejo Consultivo Honorario de Salud Mental y adicciones de la Secretaría de Gobierno de Salud, “se llega a sospechar esto después de un cierto tiempo de haber estudiado en profundidad al niño, y el hecho que sea internado en observación facilita el proceso" (Shutterstock)

Ese síndrome no es tan frecuente. Según Finvarb, actual consultor en el Plenario Consejo Consultivo Honorario de Salud Mental y adicciones de la Secretaría de Gobierno de Salud, “se llega a sospechar esto después de un cierto tiempo de haber estudiado al niño. Por lo general es la madre la causante de esta situación y en general los familiares a cargo de esos chicos algo tienen o tuvieron que ver con las ciencias de la salud, en algunos casos fueron médicos, profesionales de la enfermería, siempre tienen cierto conocimiento de la medicina, los estudios de laboratorio”.

Gracias a esto, explicó, “llegan a hacer cosas impensables desde otra óptica como mezclar sangre de un enfermo con la del análisis de sangre del niño, o dar sangre de un adulto, poner su orina o mezclar determinados compuestos e incluso aparte darle al niño determinadas medicaciones o sustancias que son dañinas para la salud, y a partir de ahí la madre o la responsable de este síndrome va recorriendo distintos hospitales, médicos, buscando explicaciones de por qué su hijo o hija está enfermo, que se hagan los tratamientos adecuados y cuando el equipo tratante empieza a sospechar la posibilidad de estar ante un cuadro de síndrome de Münchhausen es muy habitual que se fuguen la madre o responsable con el paciente”.

Finvarb recomendó trabajar en equipo si se presentan estos casos: “Mi experiencia indica que donde mejor y más pudimos trabajar fue con un grupo interdisciplinario de profesionales con el paciente internado en un hospital o clínica. Por lo general son chicos chicos, porque tienen menos capacidad de explicar y hablar de lo que les está pasando. Hemos visto, en algunos de estos casos, que al momento de hacer un seguimiento de la curva febril del paciente y constatar que aumenta cuando la madre está con el niño y desaparecen los síntomas cuando el menor está solo con los médicos, o aparece algo en la orina, etc”.

Siempre es muy confuso el cuadro, y a medida que se van descartando todas las patologías médicas se empieza a pensar en otra cosa: el Münchhausen. Esto va de la mano de ciertas características propias del responsable de este cuadro, -por lo general- la madre. Indudablemente presenta una estructura psíquica o mental muy grave, que en general tiende a la psicosis, a la psicopatía, a la perversión.

Lisa Hayden-Johnson fue condenada a prisión en 2007 por abuso de menores debido a su compulsión a enfermarlos por el síndrome de Munchausen
Lisa Hayden-Johnson fue condenada a prisión en 2007 por abuso de menores debido a su compulsión a enfermarlos por el síndrome de Munchausen

Consultado respecto a en qué se diferencia el Münchhausen de aquellas personas hipocondríacas, el profesional sostuvo que es distinto, “es otra cosa, ya que la diferencia es que el hipocondríaco cree estar enfermo o magnifica ciertos síntomas que podemos tener todos y no tienen mayor relevancia”.

Cuando ese síntoma, explicó el médico psiquiatra, decae aparece otro y otro. Pero responde a cierta estructura de cierta gravedad psíquica, pero no está infringiendo un daño a otra persona como sucede con el Münchhausen, donde aparte de alterar por ejemplo estudios de laboratorios, hay concretamente un maltrato al darle sustancias dañinas para su salud, hubo situaciones de extrema gravedad, que muchas de ellas requieren la participación del sistema judicial. El hipocondríaco no hace esto.

“Recuerdo un caso donde el apuntado como responsable del Münchhausen pasó de un país a otro cuando se comenzó a sospechar que dañaba la salud de su hijo, y se dio a la fuga. Son situaciones muy difíciles de manejar porque por supuesto la persona responsable de esto niega permanentemente el haber dañado la salud del niño, pone en tela de juicio todo y tiene cierto conocimiento médico, agregó Finvarb, al mismo tiempo que agregó que “son situaciones muy difíciles de manejar, a veces es muy difícil destrabar estas situaciones, por esto es necesario trabajar en equipo, e incluir médicos, psicólogos, pediatras, asistentes sociales, abogados, etc”.

Respondiendo a porque por lo general son las madres las involucradas en estos casos, manifestó que “siempre es un vínculo muy complejo que la madre establece con su hijo o hija, y la figura materna es porque muy habitualmente en esta sociedad es la que más se ocupa de los hijos, y más tiempo está”.

Finvarb postuló: "Infringir este daño tiene que ver con la estructura psíquica de quien tiene este comportamiento, pero hay que dejar claro que esta es una forma muy grave de maltrato infantil, junto con los abusos sexuales, abuso de menores, trabajo infantil"
Finvarb postuló: "Infringir este daño tiene que ver con la estructura psíquica de quien tiene este comportamiento, pero hay que dejar claro que esta es una forma muy grave de maltrato infantil, junto con los abusos sexuales, abuso de menores, trabajo infantil"

Según lo expuesto por Finvarb, “Infringir este daño tiene que ver con la estructura psíquica de quien tiene este comportamiento, pero hay que dejar claro que esta es una forma muy grave de maltrato infantil, junto con los abusos a menores, trabajo infantil. Llega un extremo en el cual se está infringiendo un daño importante, que puede llegar a la muerte, de hecho ha sucedido. Este es el concepto importante, no hay que aislarlo, ni olvidarnos de todas las otras formas que existen como esta de maltrato infantil”.

Lo importante es que después de un tiempo se puede arribar a este diagnóstico pero es muy laborioso, contradictorio, genera muchas discusiones en los equipos. “El nombre de este trastorno es atractivo pero nada tiene nada que ver con el señor del siglo XVIII que parece que era divertido, esto de divertido no tiene absolutamente nada”, insistió el médico psiquiatra.

En cuanto a las causas y los orígenes tiene que ver con las psicopatologías de la madre o responsable del niño al que se le genera este daño, sostuvo que “es muy difícil determinar dónde surge. En algunos casos las personas que tienen estas problemáticas a veces no son conscientes de por qué se origina esto, son patologías muy graves. Acá no hay preguntas, hay certezas. Estas personas, las psicóticas, se manejan a través de la certeza, no manifiestan culpa, no hay referencias y la perversión la apuntan en un aspecto en particular”.

Lo importante es que después de un tiempo se puede arribar a este diagnóstico pero es muy laborioso, contradictorio, genera muchas discusiones en los equipos
Lo importante es que después de un tiempo se puede arribar a este diagnóstico pero es muy laborioso, contradictorio, genera muchas discusiones en los equipos

“Hay un cierto beneficio psíquico e inconsciente pero tampoco es causa. Uno podría pensar que hay un beneficio económico al hacer uso de todas las instancias médicas, de tratamiento, farmacológicas, etc, pero en realidad no las hay. De la experiencia que tengo yo nunca vi un beneficio económico buscado en estos casos”, afirmó.

En Argentina hay casos de Münchhausen: “En general se dan en los hospitales, yo lo vi trabajando en las instituciones médicas en donde trabajé. En los consultorios pediátricos pueden llegar a suceder también. Seguramente sea más oculto, no aparecen de manera visible. Cuando al chico se lo deja en observación, y se comienzan a observar los signos que presenta el Münchhausen, ahí recién se puede ver que pasa. Pero siempre hay una manera que el adulto responsable muestra esto que quiere mostrar, que las cosas no mejoran, y del supuesto fracaso médico”, añadió.

Finalmente Finvarb recomendó: “Lo que se indica y se exige es terapia, sumado a un control muy frecuente en el caso de que no haya necesidad de separación entre el niño y la madre. Si hay otros familiares se los incluyen en el tratamiento”.

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