Descubrieron propiedades antiinflamatorias en la enzima que permite el vuelo de la mariposa

Ver volar una mariposa y deleitarse con sus colores es una situación que conecta con la naturaleza, es un símbolo de libertad y transformación. Más allá de lo “romántico” que puede representar la mariposa, en su proceso de transformación surge un nutriente con múltiples beneficios, que algunos especialistas llaman “la enzima milagrosa”.

La mariposa pasa por un ciclo biológico de cuatro fases básicas: huevo, larva, crisálida e imago. Durante el mismo se disuelve la crisálida para permitir la liberación al exterior de la mariposa tal como la vemos. Y la que permite que eso ocurra es la enzima proteolítica serrapeptasa.

La vida moderna genera procesos inflamatorios relacionados al smog, alimentos procesados, químicos, ondas electromagnéticas, el estrés con el que se vive día a día. De acuerdo a diversos estudios los procesos inflamatorios están presentes en la gran mayoría de las enfermedades, desde la artritis hasta el asma bronquial, pasando por la enfermedad cardiovascular, sinusitis, osteoporosis y otras.

La serrapeptasa se transformó a nivel global en una alternativa viable de origen natural a los fármacos para el tratamiento del dolor agudo y crónico. A diferencia de los antiinflamatorios no esteroideos AINEs (aspirina, ibuprofeno, diclofenac, entre otros), la serrapeptasa no genera daño de la mucosa gastrointestinal.

“La ciencia logró facilitar el acceso a la serrapeptasa bajo procesos de multiplicación, purificación, concentración y liofilización de la enzima”, comenzó a explicar el médico Milton Dan (MN 119041), máster universitario en Nutrición, quien resaltó que “en la Argentina se presentó el complemento alimenticio Serrapep, que va estar disponible en las farmacias del país y contiene la enzima original bajo una desarrollo en cápsulas vegetales gastrorresistentes, lo que permite liberar la serrapeptasa en el punto de acción”.

Al parecer, los beneficios de la serrapeptasa no se quedan ahí, tiene la capacidad para disolver coágulos y por lo tanto ayuda en el tratamiento de diversas enfermedades cardiovasculares. Según especialistas, disminuir hinchazón y hematoma, eliminar secreciones bronco-pulmonares (efecto mucolítico), acelerar la recuperación en cuadros inflamatorios en oídos (otitis) y garganta (faringitis, disfonías), favorecer la cicatrización de lesiones, son algunos lo de los tantos efectos que ofrece la serrapeptasa.

Consultado sobre cuáles son los beneficios de la serrapeptasa por sobre otros antiinflamatorios conocidos, Dan señaló que “su beneficio comparativo radica fundamentalmente en su alto poder antiinflamatorio, siendo una sustancia de origen natural sin lo efectos adversos habitualmente asociados a los antiinflamatorios de síntesis”.

“Fundamentalmente su mecanismo de acción se sustenta en la disminución de los procesos inflamatorios -insistió el especialista-. Hoy en día sabemos que la mayor parte de las enfermedades crónicas están asociadas a procesos inflamatorios, por ello diversos estudios clínicos se plantean la necesidad de encarar parte de los tratamientos apuntando a combatir la inflamación asociada”.

Un factor importante para que la serrapeptasa cumpla su función antiinflamatoria es que puede resistir a la acidez de los jugos estomacales, y lograr liberarse a nivel intestinal. “Serrapep está formulado en una cápsula vegetariana que demostró llegar a liberar la enzima en su punto de acción, gracias a su alta resistencia a bajo Ph”, explicó Dan, quien resaltó que “de esta manera diversos científicos propusieron que puede ser una ayuda complementando la alimentación en personas con dolor, artritis, tendinitis, fibromialgia, migrañas, disfonías, otitis, inflamación intestinal, quistes mamarios, alteraciones de las vías respiratorias como bronquitis, asma, sinusitis y obstrucciones arteriales, entre otras”.

- ¿Por qué es considerada la enzima milagrosa?

- Se la considera así ya que potencialmente su indicación es una alternativa que da respuesta a múltiples cuadros asociados a procesos inflamatorios, resolviendo uno de los grandes temas sobre el que la ciencia estuvo trabajando en las últimas décadas: disminuir la inflamación sin efectos adversos asociados.

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