El papanicolaou podría ser reemplazado por un test de cáncer de cuello uterino a través de la orina o de secreciones vaginales con un simple hisopo, según investigadores del Reino Unido.
Los investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres desarrollaron una prueba no invasiva para detectar el precáncer cervical mediante el análisis de muestras de orina y secreción vaginal que las mujeres podrán recolectar por sí mismas en su casa.
El test, que fue presentado en la Conferencia de Cáncer NCRI 2019 que se lleva a cabo en el Reino Unido, podría estar disponible en cinco años, si los ensayos a gran escala son exitosos.
Los científicos explicaron que se utiliza orina o una muestra de células que pueden recolectarse en minutos con un simple hisopo vaginal.
La doctora Belinda Nedjai, investigadora principal y directora del Laboratorio de Epidemiología Molecular en el Instituto de Medicina Preventiva Wolfson de Queen Mary, dijo que el test que tuvo mucha aceptación entre las mujeres que participaron en el estudio.
“Es probable que el uso inicial del test sea para mujeres que no asisten a la clínica después de una invitación de detección y en países sin un programa de detección de cáncer de cuello uterino. A largo plazo, podría convertirse en el método estándar para todas las pruebas de detección”, apuntó la investigadora.
Nedjai indicó que las mujeres preferían hacerse una prueba en su casa que asistir al consultorio médico.
El cáncer de cuello uterino es el cuarto cáncer más frecuente en mujeres en el mundo, según los datos proporcionados por la Universidad.
En 2018, se estimaron 570 mil nuevos casos de cáncer cervical y 310 mil mujeres murieron a causa de la enfermedad.
“Hasta donde sabemos, este estudio es el más grande que se ha hecho para probar un clasificador de metilación, llamado S5, en orina y muestras cervicales con el auto test recolectadas para detectar lesiones pre cancerígenas en mujeres que han sido derivadas para una investigación adicional”, subrayó.
Nedajai destacó que se descubrió que el clasificador S5 con o sin pruebas de VPH funcionó bien en muestras de orina y vaginales y diferenció entre las mujeres que no tenían lesiones precancerosas y las que tenían lesiones superiores.
“El cáncer cervicouterino es una afección causada por algunos tipos de virus de papiloma humano (HPV), un virus muy común, que se transmite generalmente a través de las relaciones sexuales. Existen alrededor de 100 tipos de HPV, de los cuáles aproximadamente 15 son cancerígenos”, explica el doctor Silvio Tatti, jefe de División Ginecología del Hospital.
Según las cifras reportadas, el cáncer cervicouterino es la primer causa de muerte de mujeres de 15 a 44 años en nuestro país y se estiman alrededor de 5.000 nuevos casos por año. El cáncer de cuello de útero es el segundo más frecuente en este grupo etario-
En el mundo, cada dos minutos muere una mujer por esta afección.
“El cáncer cervicouterino es inadmisible en el siglo XXI: no tiene razón de ser. Se asemeja a enfermedades antiguas como el cólera -asegura Silvina Arrossi, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES)-. Es el cáncer de la pobreza, de mujeres socialmente vulnerables, porque es el único que se puede prevenir de manera completa, incluso antes de que sea cáncer”.
Arrossi está involucrada, desde hace más de diez años, en el diseño de una política pública para prevenir esta enfermedad basada en el “test de VPH”. Hasta hoy, el método más extendido para detectar presencia de lesiones precancerosas es el papanicolau: el estudio que, de manera generalmente anual, se realizan las mujeres en el consultorio ginecológico. Pero el test de VPH es una nueva tecnología para detectarlo, un método altamente sensible para detectar lesiones precancerosas, que además permite a las mujeres tomar a ellas mismas la muestra, sin ir al consultorio ginecológico.
De hecho, en base a los resultados preliminares de este proyecto que fueron publicados por el International Journal of Cancer en 2015, el Programa Nacional de Prevención del Cáncer Cervicouterino (PNPCC), dependiente del Instituto Nacional del Cáncer, extendió el test de VPH como política de salud pública a cinco provincias y hoy son ocho las que lo implementan en el sistema público de salud.
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