Todos los años durante esta estación, y más aún en estos días ventosos, podemos observar la caída de los pólenes de los árboles. Como indican los calendarios polínicos, precisamente desde septiembre hasta noviembre o diciembre aproximadamente transitamos la polinización de los mismos. Las fechas van variando de año a año, y más aún con el cambio climático.
El plátano fue traído por Domingo F. Sarmiento durante su presidencia (1868 – 1874) y forma un verdadero pulmón urbano, da oxígeno y quita anhídrido carbónico, protege al medio ambiente, es muy alto, longevo, brinda muy buena sombra. Y son muchas las zonas y los barrios donde se encuentran y ornamentan plazas y bulevares.
La ciudad tiene alrededor de 500 mil árboles en espacios públicos y de este total 75 mil son plátanos. Es decir que del 100% de árboles, el 15% es motivo de debate e indignación en algunos casos, en especial por los alérgicos.
Y la pregunta que resurge es ¿hay que podarlos o no? Los pólenes tienen un peso molecular muy liviano, y eso hace que estén flotando en el aire y que puedan ser transportables los días ventosos con mucha facilidad. Es común en la jerga escuchar decir “hoy llueven pólenes”.
Los mismos pueden ser difundidos y llegar hasta 30 kilómetros de distancia. Los granos de polen son los elementos fecundantes masculinos de las plantas superiores, y para que un polen produzca alergia, se necesita de diferentes requisitos:
- Deben ser transportados por el viento
- Ser sensibilizante a ellos
- La especie debe estar ampliamente difundida
- El viento empeora su transporte, porque el peso molecular es muy liviano
- Ante la lluvia se aplacan, la atmósfera se limpia. La carga polínica disminuye
Síntomas alérgicos que producen los pólenes
Los pólenes se ponen en contacto con las mucosas respiratorias de las personas que tienen una carga genética (personas susceptibles) y aparecen así la rinitis o rinoconjuntivitis alérgica, con estornudos en salva, congestión (obstrucción nasal, falta o disminución del olfato, presencia de moco, picazón de nariz), enrojecimiento de ojos, y en algunos pacientes, puede aparecer broncoconstricción, fatiga, opresión, y sensación de sed de aire.
En estos días los que más sufren son los alérgicos. En especial la pasan peor los que nunca recibieron tratamiento o se automedican.
Debemos recordar que estas molestias pueden ser prevenibles. Generalmente los especialistas indican medicación preventiva para que los enfermos puedan pasar la estación con menos síntomas y mejor calidad de vida.
Además, recalcamos permanentemente el control ambiental e indicamos tratamiento con antiálergicos de segunda generación y algún tipo de solución hipertónica para limpiar las fosas nasales y luego un corticoide tópico (siempre recordamos al paciente el efecto que producirá el medicamento, para quitar temor o ansiedad, más aún cuando hablamos de corticoides).
También podemos recomendar, si los síntomas están instalados, un tratamiento de rescate para mejorar al enfermo y después indicar un mantenimiento. Hoy por hoy contamos con un arsenal terapéutico muy importante, con mucha eficacia y seguridad.
Asimismo, es importante tener presente algunos consejos:
- Usar gafas (para no exponer la conjuntiva a los impactos del polen) y/o barbijos.
- Mantener las ventanas cerradas durante las primeras horas de la mañana y la tardecita.
- Ventilar la casa sólo unos minutos varias veces al día.
- Limpiar sólo con trapos húmedos.
- Mantener las ventanillas cerradas del auto mientras se circula.
- No dejar la ropa en el exterior para su secado durante la noche.
- No realizar actividad física los días secos y soleados durante las primeras horas de la mañana y a la tardecita, ya que es el momento de mayor carga de pólenes en el aire.
La proximidad del mes de noviembre trae, además, el florecimiento de los jacarandas, que tiñen de color celeste/lila la ciudad. Hay cerca de 11 mil ejemplares que embellecen Buenos Aires y el árbol fue declarado distintivo de la ciudad en 2015 por la Legislatura y en algunas personas su olor puede desencadenar estornudso.
* Stella M. Cuevas (MN 81701) es médica otorrinolaringóloga, experta en olfato - alergista. Presidente de la Asociación de Otorrinolaringología de la Ciudad de Buenos Aires (AOCBA)
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