El hantavirus golpeó más fuerte que nunca a la Patagonia durante la primavera y el verano pasados. Desde 1995 hasta el año pasado, sólo se habían registrado 200 casos de hantavirus en la región. En cambio, desde el 3 de noviembre pasado hasta fines de marzo, se confirmaron 34 casos y se produjeron 11 muertes. Fue un brote con epicentro en la localidad de Epuyén, y al investigarse se desarrolló una estrategia nueva, llamada aislamiento respiratorio selectivo, que será implementada si se detectara un caso sospechoso en el futuro.
Generalmente, la mayoría de los casos de afectados por el síndrome pulmonar por hantavirus se desarrollan en primavera y verano. En esas estaciones las personas se exponen más a estar en contacto con la orina, la saliva, las excretas o las mordeduras de roedores que transmiten el virus en zonas silvestres y boscosas. Recolectar hongos y frutos silvestres, limpiar galpones cerrados por mucho tiempo, talar árboles o van de camping sin tomar medidas de protección pueden ser situaciones de riesgo de exposición al hantavirus.
Con la nueva estrategia adoptada por el Ministerio de Salud de Chubut, cuando se sospeche que una persona padece hantavirus, se activará un protocolo por el cual los contactos más cercanos de los pacientes entrarán en aislamiento en sus casas durante 45 días. La medida de salud pública se impulsa para resguardar el derecho a la salud de la población y evitaría la propagación de la enfermedad para la cual no hay vacuna ni tratamiento específico.
Se sabe que una persona que adquiere la infección por hantavirus puede estar incubando la enfermedad sin dar síntomas y contagiando a otros hasta 45 días. Además, como parte de la estrategia de prevención en la Patagonia, hay 80 agentes sanitarios que están recorriendo áreas rurales y suburbanas para dar información sobre cómo evitar el contagio del hantavirus. Los operadores turísticos de la zona de Epuyén y alrededores también han sido convocados para que colaboren en la prevención del hantavirus.
El reciente brote de hantavirus fue investigado por un equipo de epidemiólogos, médicos generalistas, trabajadores sociales y psicólogos en tiempo real. Esa modalidad de trabajo permitió desenredar cómo fue que el hantavirus se dispersó con tanta velocidad y finalmente se pudo controlar. “El 28 de noviembre pasado, había 5 casos sospechosos de hantavirus y fue una sorpresa ya que no era una cantidad frecuente”, contó a Infobae el médico Jorge Elías, director provincial de Área programática Esquel, dependiente del Ministerio de Salud de la provincia de Chubut. Lo normal hasta entonces eran 4 casos de hantavirus por año en toda la provincia.
Tras la muerte de una de las afectadas y después de confirmar 6 casos de hantavirus, el 5 de diciembre se declaró el brote con epicentro en Epuyén. El equipo de investigación de campo estudió si las personas afectadas se habían expuesto a situaciones de contacto con roedores infectados por hantavirus. Pero detectaron que dos de los casos no tenían antecedente de actividad laboral o recreativa de riesgo. Se reunieron con los familiares de los afectados, quienes les comentaron que todos tenían algo en común: habían participado en la misma fiesta de cumpleaños de 15 años que se había realizado en Epuyén el 3 de noviembre.
Varios de los familiares creían que los enfermos habían sufrido una intoxicación alimentaria, pero esa posibilidad ya había sido descartada por la investigación epidemiológica. El equipo de investigación temía que pudiera estar produciéndose la transmisión persona a persona de hantavirus como había ocurrido en la localidad de El Bolsón, provincia de Río Negro, en 1996. Esa vía de transmisión fue descubierta tras el brote en El Bolsón por científicos del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas “Dr. Carlos G. Malbrán” (más conocido como Instituto Malbrán) en Buenos Aires.
En busca del paciente cero
El equipo del Área Programática Esquel se preguntó cuáles serían las condiciones específicas que favorecían los contagios. Pusieron 400 trampas para roedores en las casas de los enfermos, y capturaron 21 roedores. Sólo uno de esos animales estaba infectado por hantavirus. También los investigadores se fueron al salón de fiesta donde se celebró el cumpleaños de 15 años en noviembre. Consiguieron fotos de la fiesta, establecieron en qué mesa se habían sentado cada uno de los 100 invitados, y midieron las distancias entre ellos.
Uno de los invitados a la fiesta fue un hombre de 68 años que había sido diagnosticado con hantavirus en noviembre. Ese hombre se había ido con fiebre a la fiesta y días antes había estado en una zona donde se recolectaban hongos. Los investigadores identificaron que ese hombre fue el paciente cero del brote. Estuvo a un metro o menos de distancia al menos 30 minutos con cinco afectados por hantavirus que también habían estado en la fiesta de cumpleaños.
Aislamiento selectivo por 45 días
A partir del 28 de diciembre, se decidió el aislamiento respiratorio selectivo de la población como una medida de protección para la ciudadanía de la región. De esta manera, 159 personas entraron en aislamiento domiciliario durante 45 días porque existía la posibilidad de que fueran portadores del hantavirus y contagiaran a otros. “Si la infección se manifestaba, las personas ya estaban en aislamiento y se prevenían más contagios”, señaló el doctor Elías. Quedaron en aislamiento 16 personas en El Bolsón, 56 en Epuyén, y el resto en Maitén, Trevelín, Esquel, Río Pico, Trelew, Corcovado, Tecka y Cholila. También quedó en aislamiento una persona en Chile que era un contacto estrecho de una persona afectada. Como no todas las personas que debían estar aisladas cumplieron con el aislamiento, el Ministerio de Salud de Chubut recurrió a la Justicia para que todos siguieran la medida.
“La medida del aislamiento selectivo de los contactos estrechos resultó eficaz”, destacó Elías. Gran parte de los casos de hantavirus que se desarrollaron en enero en la región eran personas que ya estaban en aislamiento. “Por la eficacia que demostró el aislamiento respiratorio selectivo, se adoptó como estrategia de prevención para el futuro”, agregó.
Como el aislamiento les implicó no poder trabajar durante casi un mes, hubo personas que recibieron un subsidio por lucro cesante. También se armó un dispositivo para que las personas aisladas recibieran alimentos. Muchos cumplieron con el aislamiento con la convicción de que estaban salvando vidas.
El doctor Elías presentó los detalles de la investigación del brote de hantavirus durante el reciente el Simposio Internacional de Enfermedades Desatendidas organizado por la Fundación Mundo Sano en el Centro Cultural de la Ciencia en Capital. Contó que durante el aislamiento respiratorio selectivo se buscó garantizar la cobertura de necesidades básicas y considerar el lucro cesante. También se brindó asistencia psicológica a las personas en aislamiento y a familiares de pacientes internados.
“El aislamiento respiratorio se implementó con diferentes enfoques. Desde el enfoque médico, hubo una coordinación entre los que asistían a las personas aisladas y la atención en hospitales. Se logró una sobrevida del 67,6% si se considera todo el brote”, señaló Elías a Infobae. También se llevó a cabo un enfoque comunitario dirigido hacia la promoción y a la prevención con la cooperación entre los municipios, los referentes comunitarios y el sector educativo, entre otros. Se hizo un trabajo en red. “Hubo un tercer enfoque de derechos por el cual se tuvo en cuenta que, además de controlar el brote de hantavirus, también había que reducir las inequidades generadas por la contingencia, con medidas como los subsidios por lucro cesante”, expresó.
El último caso del brote de hantavirus se registró el 8 de febrero pasado. Hubo diferencias con respecto al género de los enfermos en comparación con casos de años anteriores: afectó más a mujeres que a varones. A fines de febrero también se conoció el resultado de la decodificación del genoma del virus que habían adquirido las personas afectadas. Esa secuenciación se hizo en el Instituto Malbrán, que depende de la Secretaría de Gobierno de Salud, e identificó un porcentaje de identidad genética de 99,9 por ciento entre los casos analizados. Se confirmó unívocamente que el mecanismo de transmisión del hantavirus fue de persona a persona.
El impacto emocional del brote
El brote se controló, pero el impacto emocional sobre los sobrevivientes y la población de Epuyén y alrededores fue duro. Muchos sentían que se los había estigmatizado por tener hantavirus o por ser un portador potencial. De hecho, aún hoy el equipo de salud mental continúa atendiendo a sobrevivientes y a familiares de pacientes que fallecieron por hantavirus. A pesar del mal momento, 18 sobrevivientes fueron solidarios con los demás. Dieron su consentimiento y cuatro meses después del brote donaron su sangre para la investigación científica.
En el Instituto Malbrán se está estudiando ahora si esas muestras de sangre de los sobrevivientes (que al haber tenido la infección, no se pueden volver a contagiar) pueden ser útiles para desarrollar un suero que sirva como tratamiento específico contra el síndrome pulmonar por hantavirus en el futuro.
Consejos para no contraer hantavirus
Para prevenir casos en el futuro, ya se intensificó la difusión de las medidas para protegerse. Cuando la enfermedad aparece, los síntomas más comunes son fiebre, cefaleas, dolor del cuerpo, dolor de panza, y desgano. Son síntomas parecidos a los de la gripe, y hay que pedir atención médica. Para no contagiarse, el Ministerio de Salud de Chubut recomienda:
-Hay que evitar el contacto estrecho con personas con diagnóstico de hantavirus.
-Al realizar tareas rurales, humedecer el lugar y ponerse protección en nariz, vista y boca para no aspirar la orina o los excrementos de ratones.
-Mantener la higiene dentro y fuera del hogar, con desmalezados para evitar la presencia de roedores.
-Ser precavidos en la manipulación de leña.
-Ventilar por más de una hora los espacios cerrados por largo tiempo y luego limpiarlos con lavandina.
-Ingresar con barbijo a los lugares que han sido cerrados por mucho tiempo.
-Desmalezar con barbijo.
-Tomar precaución y sólo acampe en lugares abiertos, limpios y despejados, sin evidencia de roedores.
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