Una gran base de datos de los agentes patógenos más peligrosos del mundo, como bacterias, virus y hongos, entre otros, compartirán a partir de ahora Argentina y Estados Unidos, gracias a un acuerdo en conjunto de gobierno y de las agencias de salud nacionales de ambos países.
Ayer, autoridades sanitarias del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que pertenece al Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos y la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud ANLIS-Malbrán estamparon la firma en la residencia del Embajador de Estados Unidos en Argentina, Edward Prado, lo que permite acceder a una gran plataforma compartida de agentes infecciosos, lo que constituye un avance crítico y de extrema relevancia para la Salud Pública global.
En este sentido, el trabajo conjunto entre las dos entidades permitirá ampliar la capacidad de la red MicrobeNet –una biblioteca en línea de casi 2.400 bacterias y hongos raros y emergentes que proporciona acceso en tiempo real para identificar infecciones raras–, e incluir datos consultables obtenidos mediante la técnica MALDI-TOF provenientes del ANLIS.
ANLIS desde 2015 tiene una gran base de datos y una red de espectrometría de masa. Esta red concretamente son personas que trabajan en la identificación de patógenos y agentes infecciosos.
Cuando la gente del CDC conoció esta red y su base de datos, que incluye por ejemplo la morfología o de la secuencia genética de varios agentes patógenos que ellos no tenían, les pareció interesante unir sus datos con los de Argentina y ofrecerla a la comunidad científica internacional para detectar mejor las amenazas infecciosas, como bacterias, virus u hongos y contribuir así a un mejor diagnóstico y más rápido y eficaz tratamiento.
La base en conjunto se estrenó esta semana y ya tuvo 28.000 consultas de laboratorios de microbiología y agencias sanitarias de todo el mundo para corroborar o certificar diagnósticos en forma precisa. Además, la ANLIS ya recibió la comunicación de varios países de Latinoamérica que se quieren sumar y recibir consultas.
"Estamos muy contentos porque este es el primero de los convenios específicos que hemos firmado en el marco de colaboración que Argentina tiene con las agencias federales de Estados Unidos como el CDC, NIH o la FDA y que ahora se convirtió en un proyecto concreto que se empieza a ejecutar", sostuvo a Infobae el secretario de Gobierno de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein luego participar de la firma del acuerdo entre la interventora del ANLIS, Claudia Perandones y John McQuiston, líder del equipo del Laboratorio de referencia de bacteriología especial en la rama de patógenos especiales bacterianos, dentro de la División de patógenos de alta consecuencia (DHCPP) y jefe de los CDC para MicrobeNet.
"Este nuevo acuerdo específico es una nueva etapa de un marco de cooperación más amplio en el que venimos trabajando juntos, por ejemplo, cuando en enero ante la situación de hantavirus que sufrimos, recibimos la colaboración de expertos del CDC. Para mí es un orgullo seguir en esta senda de trabajo e investigación juntos", explicó Rubinstein.
"El convenio entre la ANLIS y el CDC forma parte de un memo de entendimiento que firmamos con la Secretaría de Salud de EEUU en 2018, que está orientado a estrechar los vínculos y colaboraciones entre varias agencias de salud de EEUU, como la CDC y la NIH, FDA y otras con sus contrapartes en la Argentina. Este es el primero de los convenios específicos firmados, para la realización de proyectos concretos colaborativos", concluyó el funcionario.
"Estoy muy entusiasmado en comenzar esta colaboración conjunta. Argentina es el primer país en participar en un acuerdo de este tipo, en el que las plataformas y bases de datos de ambos organismos que va a constituir un beneficio para todos quienes quieran consultarlas", afirmó el doctor John McQuiston.
Por su parte, la directora de la ANLIS, Claudia Perandones, precisó a Infobae: "Es una alegría llegar al momento este de la firma que no es otra cosa que el broche ideal de un trabajo en conjunto que venimos realizando desde hace ya un tiempo entre ambas agencias sanitarias".
Y agregó: "Este convenio está alineado a las políticas de sanitarias nacionales en el sentido de hacer los diagnósticos más eficientes de las enfermedades emergentes y ante brotes más rápidos para beneficio de la comunidad, estimando los tratamientos más adecuados y en forma más temprana, lo que implica un beneficio notorio en la salud pública".
"Nosotros veníamos trabajando con el área de bacteriología de CDC desde hacer algunos años. Pero la interacción se fortaleció mucho en los últimos 3 años. Decidimos evaluar cuáles eran las áreas estratégicas para trabajar en beneficio de ambos países y de la comunidad global", indicó la experta.
"La consolidación de esta plataforma conjunta Microbenet del CDC y la plataforma de RENAEM del ANLIS constituye un avance crítico y muy relevante para la Salud Pública porque va a permitir que se identifiquen patógenos, es decir, bacterias y hongos, mucho más rápido y a partir de muestras muy pequeñas y críticas, como por ejemplo cuando se extrae líquido cefalorraquídeo. Esto nos permitirá una correcta identificación que nos ayudará a aplicar más rápidamente el tratamiento específico para cada uno de los patógenos involucrados en la generación de casos o en la aparición de brotes", dijo Perandones que resaltó el trabajo de sus colegas las doctoras Mónica Prieto y Florencia Rocca en la elaboración de la base de datos de Argentina y la coordinación que supone con la de EEUU.
Cabe señalar, que la incorporación de la espectrometría de masas a través de la tecnología MALDI-TOF ha revolucionado el campo de la microbiología clínica en el siglo XXI, permitiendo el acceso a diagnósticos de alta calidad en forma muy rápida.
En Argentina, más de 20 instituciones de salud han incorporado MALDI-TOF al laboratorio clínico y el país ha sido pionero en el desarrollo de bases de datos de espectros proteicos complementarias que mejoran el desempeño de las plataformas disponibles en el mercado.
Estos desarrollos son periódicamente transferidos a todos los usuarios de esta nueva tecnología, a través de una Red Nacional de Laboratorios coordinada por INEI-ANLIS y la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA.
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