La 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) realizada en 2018, informó que la tasa de fumadores en la Argentina descendió de un 25,1% a un 22,2% del 2013 al 2018, dando cuenta de una disminución ininterrumpida del tabaquismo en el país en los últimos 10 años.
Sin embargo, a pesar de las alentadoras cifras, el tabaquismo constituye la primera causa prevenible de muerte en el país y la morbimortalidad vinculada a este factor de riesgo continúa siendo una de las más elevadas de la región.
En este contexto se celebra hoy 31 de mayo el Día Mundial Sin Tabaco, una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados mundiales para concientizar sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco ajeno, además de para disuadir su consumo en cualquiera de sus formas.
La epidemia mundial de tabaco causa cada año más de 7 millones de muertes, de las cuales aproximadamente 900.000 corresponden a personas no fumadoras que respiran humo de tabaco ajeno.
Cerca del 80% de fumadores que hay en el mundo viven en países de ingresos medianos y bajos, como Argentina, que son los que soportan la mayor carga de enfermedad relacionada con este producto. Se considera al tabaco una epidemia en Argentina, que afecta a 9.000.000 de personas fumadoras.
El consumo de tabaco afecta tanto a la persona fumadora como a quienes lo rodean. Según la encuesta de ENFR 2018, el 21,8% de los argentinos está expuesto al humo de tabaco ajeno en lugares de trabajo y el 25% dentro de sus hogares. Por esta razón, es importante generar conciencia acerca de los riesgos del consumo de tabaco tanto para la persona fumadora como para la no fumadora, para lograr la desnaturalización del consumo de cigarrillo en los distintos ámbitos.
El humo ajeno puede causar graves trastornos cardiovasculares y respiratorios en adultos, mientras que en lactantes puede ocasionar muerte súbita y en las mujeres embarazadas, afectar el peso de los niños al nacer.
La doctora Ana Balanzat, médica pediatra neumonóloga de la Asociación Argentina de Tabacología (ASAT) lanzó un alerta por el peligroso y desconocido "humo de tercera mano".
"Se trata del humo de segunda mano que después de estar suspendido en el aire, se mezcla en el ambiente y se deposita en distintas superficies como el pelo, la ropa, muebles, paredes, etc. Este humo en realidad no es humo sino humo residual", afirmó al experta y agregó: "Es un residuo muy contaminante ya que se junta con una sustancia química llamada ácido nitroso que se encuentra suspendido en el aire también producto del uso de computadoras o televisores. Este ácido, junto al ozono del aire entra en una reacción química con la nicotina y forma nuevas sustancias químicas llamadas nitrosaninas que son aún más tóxicas que el humo de tercera mano".
Según indicó Balanzat, estas sustancias pueden permanecer hasta 19 meses en distintas superficies y tejidos, como el algodón. Solo es erradicable con un lavado intenso, ya que no basta la simple ventilación.
"El humo de tercera mano es muy dañino ya que aumenta las enfermedades respiratorias, la mortalidad y la celeridad de las crisis que llevan a más internaciones. Además, incrementa la mortalidad neonatal en un 10% ya que cuanto más chico es un organismo en contacto con el humo, más daño hace, en muchos casos de forma irreversible", resaltó la doctora, que insistió en decir que "los niños imitan lo que hacen los padres, y si un padre fuma, es probable que lo hagan sus hijos. Por eso decimos que el tabaquismo es una enfermedad familiar. Y abogamos por hogares y autos libres de humo".
Mueren 40.000 argentinos al año por causa del tabaco
El tabaquismo es la principal causa de muerte evitable en el mundo. En el caso de Argentina, si bien la prevalencia del tabaquismo presenta un descenso progresivo y sostenido desde el año 2005 -cuando se hizo la primera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR)-, el último sondeo realizado en 2018 arrojó como resultado que el 22% de la población adulta consume tabaco.
"En este sentido, se estima que el consumo promedio de 20 cigarrillos al día reduce 10 años la expectativa de vida del fumador, en comparación con la población no fumadora", indicó el doctor Silvio Payaslian, Director Médico de Clínica Zabala.
Entre las causas de muerte relacionadas con el consumo de tabaco, en Argentina el especialista destacó tres:
· Cáncer en diversos órganos (pulmón, boca, faringe, laringe, entre los más frecuentes).
· Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (enfisema y bronquitis crónica)
· Enfermedad aterosclerótica (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y enfermedad vascular periférica).
"Está demostrado que el riesgo de padecer estas enfermedades está directamente relacionado con la cantidad de tabaco consumido y la interacción entre factores genéticos y medioambientales", precisó el experto.
Y agregó: "Al abandonar el hábito de consumo de tabaco, los fumadores se benefician tanto por la disminución del riesgo de padecer enfermedades asociadas a su consumo como por el alivio directo en los síntomas de una enfermedad ya presente. Es decir, dejar de fumar mejora las condiciones y la expectativa de vida de aquellos pacientes que lo logran".
"No hay un umbral de consumo por debajo del cual los riesgos para la salud desaparezcan: fumar cualquier cantidad de cigarrillos genera riesgos. Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, siendo el consumo de tabaco su segundo factor causal más importante, después de la hipertensión arterial. Además, fumar duplica el riesgo de padecer muerte súbita", explicó el doctor Hernán Provera, médico cardiólogo y Jefe del Departamento de Riesgo Cardiovascular de INEBA.
Según sus palabras, las personas fumadoras tienen un 50% de probabilidades de morir como consecuencia del consumo del tabaco. En promedio, viven entre 8 y 10 años menos que la población no tabaquista.
"Al conocer lo compleja que es esta adicción y a pesar de contar con mucha información sobre los peligros derivados de su consumo, quien fuma no encuentra una salida fácil para abandonar el vicio. El éxito en el abandono está en relación directa con la motivación que se tenga para dejarlo. Por ello, antes de iniciar un proceso de abandono el fumador debe buscar todo tipo de motivación para dejar de serlo. Sin duda el motivo relacionado a la salud es el más importante. Dejar de fumar es la decisión más saludable que un fumador puede tomar a lo largo de su vida", explica el especialista.
Los beneficios de abandonar el consumo de tabaco comienzan a experimentarse apenas se deja de fumar y continúan el resto de la vida. Entre ellos podemos destacar que:
-incrementa la expectativa y la calidad de vida,
-mejora el rendimiento físico,
-reduce en forma importante el riesgo de padecer enfermedades graves,
-se recuperan los sentidos del olfato y el gusto,
-aumenta su capacidad respiratoria durante el ejercicio.
Tabaco y pulmón
Este año, el Día Mundial Sin Tabaco centra su campaña en el impacto del tabaco y la salud pulmonar con el fin de concientizar sobre las consecuencias negativas del cigarrillo en estos órganos.
A nivel pulmonar, el humo del tabaco está relacionado con una amplia variedad de patologías dentro de las cuales las más preponderantes son la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y el cáncer, además de haber quedado demostrada la incidencia del mismo en pacientes con Fibrosis Pulmonar Idiopática.
"Este tóxico inhalatorio no es solo el causante directo de estas enfermedades antes mencionadas, son que también es uno de los factores desencadenantes del empeoramiento de otras enfermedades basales como, por ejemplo, el asma bronquial. Los pacientes que sufren de asma y fuman tienen crisis asmáticas más frecuentes, lo que aumenta en consecuencia sus consultas hospitalarias", alertó el doctor Gastón De Stefano, médico neumonólogo de INEBA.
Aproximadamente el 80 % de los casos de EPOC son debido al consumo de tabaco y, a su vez, el 20 % de los fumadores en algún momento de su vida desarrollará esta enfermedad.
Si bien en Argentina el consumo está en descenso, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el año 2030 fumar será la tercera causa de muerte a nivel mundial, responsable del 8 % de los fallecimientos.
"El cáncer de pulmón es hoy la principal causa de muerte por cáncer tanto en hombres como en mujeres, por encima del cáncer de colon, de mama y de próstata. En el 90% de los pacientes este se desarrolla como consecuencia directa del consumo de tabaco. Los fumadores tienen un riesgo 20 veces mayor de desarrollar la enfermedad, siendo peor cuanto más temprano se inicie el hábito y más cantidad de cigarrillos fume por día", agrega el especialista.
Las medidas más importantes que deben aplicarse son las de prevención del tabaquismo con estrategias políticas y programas integrales por medio de los cuales se logre una educación temprana, principalmente sobre la población adolescente que es la que tiene el primer contacto con el tabaco, además de hacer hincapié en la importancia de los espacios libre de humo para disminuir la prevalencia del tabaquismo pasivo.
Dejar de fumar, una tarea posible
El doctor Raúl Guillermo Espinosa, Presidente de la Asociación Argentina de Tabacología (ASAT) explicó a Infobae que solo el 10% de los fumadores argentinos recurre al médico para dejar de fumar y adviritó que, para iniciar un proceso efectivo, es recomendable combinar estrategias conjuntas de consejería profesional de salud y una terapia de reemplazo de nicotina.
"El papel de los médicos es muy importante a la hora de motivar y derivar a los fumadores para abandonar definitivamente el tabaco. Utilizando estas dos estrategias conjuntas, aumenta cerca de un 40% las posibilidades de cesación comparada con el uso de medicación sola", advierte.
"Del 10% que busca ayuda solo un 2,5% consulta a un médico especialista a la hora de encarar el proceso de dejar de fumar a pesar de que en el país hay 378 centros para dejar fumar a los que se puede recurrir para realizar distintos tipos de tratamientos y recibir asesoramiento sobre el uso apropiado de productos de reemplazo de nicotina u otros medicamentos. 268 de estos centros son gratuitos.
La terapia de reemplazo de nicotina (TRN) es una forma probada y efectiva en el tratamiento para abandonar el hábito de fumar, que alivia los síntomas de abstinencia durante el período de cesación, sin incorporar los 7.000 compuestos tóxicos de los cigarrillos.
No existe ninguna condición física o psíquica que contraindique el abandono de tabaco, siempre es bueno dejar de fumar. En este sentido, existen dos terapias que han demostrado un claro aumento de probabilidades de abandonar el consumo de tabaco:
· La terapia cognitivo conductual: puede ser realizada de manera individual o grupal y puede darse con intervenciones breves o intensivas.
· La terapia farmacológica: existen hoy tres tratamientos de primera línea que han demostrado ser eficaces: la terapia de reemplazo nicotínico (en parches, chicles, pastillas, spray nasal o inhaladores bucales), el varenicline y el bupropion.
Si se combinan la terapias cognitivo conductual con un fármaco de primera línea, se aumentan las probabilidades de éxito del tratamiento.
El médico de cabecera es quien puede aconsejar al paciente fumador brindándole el apoyo y la terapia necesaria para lograr dejar esta adicción devastadora, que cobra la vida de 40.000 argentinos por año.
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