Por Valeria Román
Uno de cada 5 adultos en el mundo sufre algún tipo de dolor, y el 10% lo padece de manera crónica. Sin embargo, la salida del alivio no se encuentra fácil. Hoy, el 80% de la población aún vive en países, como la Argentina, con escaso o nulo acceso al manejo del dolor, a pesar de que desde 2010 está reconocido como un derecho humano fundamental. Sí, cada persona tiene derecho a acceder al manejo del dolor, con cuidado médico y tratamiento adecuado, y se evita que se pierdan días de trabajo, se padezca insomnio y depresión, y se deterioren las relaciones con otras personas.
Como el dolor es un problema de salud pública desatendido, el 2018 fue declarado como el "año global por la excelencia en la educación en dolor", por la Asociación Internacional para el Estudio del dolor (IASP es su sigla en inglés). Es un intento de despertar conciencia sobre el problema y para enfocar en la formación de los profesionales de la salud. Porque si bien el dolor es muy frecuente, no ha tenido mucho espacio en las carreras de medicina y a menudo se minimizan las palabras que mencionan los pacientes.
"Los pacientes generalmente no subestiman sus dolores. Consultan al médico y expresan que tienen un dolor. Pero el personal de salud no suele estar capacitado para evaluar el dolor e indicar un tratamiento", advirtió al ser entrevistado por Infobae el doctor Juan Pablo Nuñez, presidente de la Asociación Argentina para el Estudio del Dolor.
En 2010, la IASP realizó la Declaración de Montreal por la que se estableció al acceso al manejo del dolor como parte de los derechos humanos.
En la Argentina, no hay una materia curricular que abarque el manejo del dolor en las carreras universitarias de grado. "Hubo algunos intentos en algunas facultades de poner materias optativas. Por lo cual, la educación para los médicos es fraccionada. En farmacología, aprenden los diferentes fármacos en forma separada y con poco contexto clínico. En el resto de las materias, se le da poca relevancia al manejo del dolor en las diferentes enfermedades.
La mayoría de las indicaciones de analgésicos se aprenden por el boca a boca, escuchando lo que otros médicos hacen o lo que alguno escucha en alguna clase suelta", subraya Daniel Weissbrod, presidente de la Fundación Grupo de Alivio del Dolor, y co-director del curso universitario de Evaluación y Tratamiento del dolor del Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires junto con el doctor Eduardo Stonski.
Las 6 patologías y situaciones que más generan dolor son: los cánceres, osteo-artrosis en columna, rodilla, cadera y hombro, las cirugías, secuelas de diferentes fracturas, heridas de guerra, y el dolor neuropático.
Muchos pacientes aún no saben que tienen derecho a recibir tratamiento para el alivio del dolor, que puede incluir fármacos, kinesiología, entre otras opciones, y que hay profesionales de la salud que se especializan en ese tema. "Confían en que sus médicos harán lo mejor para ellos y que tratarán su dolor y la causa de una manera óptima. Sin embargo, no siempre sucede", comentó el doctor Stonski.
Para sacarse dudas, el doctor Nuñez recomienda consultar en la unidades de medicina del dolor de los hospitales públicos.
Otro error es considerar al dolor como un marcador de evolución de enfermedades, o para ver si el tratamiento de la enfermedad que lo provoca está dando resultados o no. Como no se lo trata, la prevalencia de dolor en los pacientes internados en hospitales argentinos puede llegar al 60%, aunque depende del lugar y de la forma que se utilice para medir.
Al desconocimiento de los pacientes sobre su derecho a reclamar por el manejo del dolor y a la falta de capacitación de los médicos, se le suman las barreras de que provincias y municipios carecen de políticas específicas y que aún hay trabas burocráticas para el acceso a los medicamentos. Algunos de los fármacos para el dolor contienen opioides, como la morfina, la metadona, la codeína, y el tramadol, están controlados según la ley nacional de estupefacientes, y requieren de autorizaciones especiales.
El años 2018 fue declarado Año Global para la Excelencia en la Educación en Dolor
Desde el Instituto Nacional del Cáncer, la directora Julia Ismael contó a Infobae que a partir de septiembre el Estado nacional comprará los medicamentos analgésicos con opioides que produce el Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF), de la provincia de Santa Fe, para distribuirlos en todo el país. Serán para pacientes con dolores por cánceres, diabetes, y la infección por el virus del sida.
"El manejo del dolor es una responsabilidad del Estado -resaltó la doctora Ismael, que es oncóloga clínica-. Además de mejorar el acceso a los analgésicos opioides, hemos desarrollado cursos virtuales, presenciales y actividades a través de la plataforma Telesalud para lograr la capacitación de los médicos prescriptores, que es una condición necesaria para paliar el dolor de los pacientes". También se expedirá el "vale federal", que es una receta electrónica que puede ser emitida por las farmacias hospitalarias y que contribuirá en reducir la demora en el acceso a los medicamentos.
Un tema que está en discusión en el ambiente médico es la recomendación de cannabis para tratar el dolor. "El uso de cannabis con fines medicinales y en el tratamiento del dolor en particular ha venido creciendo en el último tiempo -señaló el doctor Stonski-. Lamentablemente, la mayoría de los pacientes no tienen una evaluación adecuada de su dolor, sus causas y sus alternativas terapéuticas conocidas y con evidencia científica. Como solemos decir, no pasaron por el ABC en el manejo del dolor".
También el doctor Pablo Brumovsky, investigador del Conicet y co-director del Grupo Dolor del Instituto de Investigaciones en Medicina Traslacional (Conicet – Universidad Austral), sostuvo en diálogo con Infobae: "Como el 2018 fue declarado Año Global para la Excelencia en la Educación en Dolor, dictaremos el primer curso sobre cannabis medicinal y dolor, junto al doctor Marcelo Villar y otros especialistas en octubre próximo en la Fundación Cassará. Hoy, muchos quieren consumir cannabis para aliviar sus dolores. Sin embargo, la evidencia clínica más rigurosa muestra beneficios limitados, y se carece aún de información completa sobre efectos adversos o el impacto del consumo a mediano y largo plazo".
Según Brumovsky, "la ley que se sancionó en marzo del año pasado no avala al médico a prescribir cannabis medicinal, pero sí puede ser educado en la temática, de cara a una población que ya consume cannabis. Debería tenerse en cuenta que la Argentina todavía carece de la infraestructura necesaria para producir cannabis medicinal bajo normas de calidad"
SEGUÍ LEYENDO