ÁMSTERDAM (Enviado especial).– La noción de salud como concepto integral comprende el equilibrio físico y emocional de una persona. Y ambos resultan componentes vitales para lograr la concepción y el posterior crecimiento del feto.
Así, la decisión de tener un hijo implica una gran responsabilidad, ya que del bienestar de los padres depende la posibilidad de lograr efectivamente la gestación de un bebé y su posterior buena salud.
Por eso, antes de dar inicio a la búsqueda, es fundamental encontrarse saludable y rever hábitos que puedan afectar este proceso.
Durante el reciente segundo Simposio Científico Mundial anual Philips Avent, que tuvo lugar en la ciudad de Ámsterdam, más de 100 profesionales del área de todo el mundo desarrollaron esta importante temática que abarca no solamente a la mujer que está esperando un hijo, sino a su familia y la sociedad en conjunto.
Expertos de 16 países entre los que se encontraban parteras, consultores de lactancia, médicos, pediatras, neonatólogos, obstetras y expertos en alimentación infantil compartieron y debatieron sobre las necesidades de la mujer embarazada y del bienestar el bebé, fundamentalmente durante los primeros 1.000 días del recién nacido. En esos primeros 1.000 días por ejemplo el cerebro del bebé se desarrollará en un 85%, junto con el óptimo funcionamiento de todos sus órganos.
"El propósito es mejorar la salud de las personas, especialmente a la mujer y el recién nacido, porque creemos que proporcionar la mejor información y el desarrollo de innovadores productos conduce a un futuro saludable para ellos y la familia en general", explicó a Infobae la doctora Victoria Davies, directora global médica y clínica de Philips Mother & Childcare.
Apasionada por la salud materna e infantil, Davies indicó que "la evolución en la medicina en las últimas décadas y la posibilidad de que los pacientes tomen más control sobre su propia atención nos muestra un camino claro a seguir con el objetivo de apoyar a los profesionales y padres para que brinden la mejor atención a la embarazada y al bebé desde el comienzo".
Y agregó: "Hacemos esto no solo a través de soluciones y servicios, sino también mediante eventos de intercambio de conocimiento, brindando perspectivas científicas y parentales actuales sobre los aspectos más importantes de la atención materna, infantil y familiar".
Existen varios peligros en la salud que pueden atentar en términos de reproducción y de gestación de un embarazo exitoso. Y alguno de los más importantes son el tabaquismo y la mala alimentación, con el también creciente problema del sobrepeso y particularmente de la obesidad que pone en riesgo el bienestar saludable de una persona.
A nivel mundial, vemos cómo el sobrepeso y obesidad van en aumento. De acuerdo a datos de la OMS, en 2016 el 39% de las personas mayores de 18 años tenían sobrepeso, y el 13% eran obesas, sin embargo, pocos saben que son consideradas causas de infertilidad o de un embarazo con complicaciones.
Las mujeres que padecen obesidad presentan mayor riesgo de menarquia precoz y es común que deban afrontar más tiempo de búsqueda hasta conseguir un embarazo espontáneo. Incluso pueden presentar problemas de infertilidad, tardando tres veces más que una mujer con peso normal en conseguir el embarazo, debido a diversos factores, como la calidad ovocitaria-embrionaria o la receptividad endometrial.
Por su parte, la obesidad masculina fue relacionada tanto con un empeoramiento de la calidad seminal como con un aumento del riesgo de infertilidad, independientemente del Índice de Masa Corporal (IMC) de la pareja femenina. Si ambos son obesos, existirá aún mayor dificultad para concebir.
"Por eso es importante buscar y llevar adelante un embarazo con un peso normal para poder sobrellevarlo de la mejor manera posible y no influir en la salud del feto. Para aquellas pacientes con sobrepeso u obesidad, la recomendación es hacer una consulta previa con un especialista en nutrición y un preparador físico para llegar a un peso saludable, idealmente seis meses antes de empezar la búsqueda", explicó la doctora Pearl Vyas, médica consejera.
La especialista destacó que el cuidado y seguimiento prenatal en la madre son clave para lograr éxito en el embarazo. "Además de la correcta información que necesita la madre durante los 9 meses de gestación, el médico debe brindarle los adecuados tratamientos que necesite, las vacunas o dieta necesaria y fundamentalmente, prepararla emocional y psicológicamente para la llegada del bebé", recalcó la experta.
Y sobre este importante punto que es brindarle una correcta y precisa información sobre el embarazo y la alimentación del bebé, Vyas se refirió al nuevo desarrollo uGrow, una plataforma digital de seguimiento sobre el embarazo y el posterior desarrollo del bebé, totalmente gratuita y diseñada para ayudar, entre otras cosas a los nuevos padres a monitorear los patrones de alimentación y sueño saludables.
La aplicación también presenta artículos creados con un panel de expertos en lactancia materna, sueño y psicología del desarrollo. Y permite a los padres compartir información con su profesional de la salud. La aplicación Pregnancy + de Health & Parenting es otro recurso útil que proporciona información altamente confiable para ayudar a la madre y al bebé a tener un embarazo óptimo.
Nacimientos prematuros y mortalidad materno-infantil
A nivel global más de 135 millones de mujeres dan a luz cada año. En América Latina y el Caribe se estima que alrededor de 900.000 bebés nacen antes de tiempo y las complicaciones relacionadas al nacimiento prematuro son una de las causas líderes de muertes en niños de menos de 5 años.
En la región, el 58% de las muertes ocurren en el periodo post-neonatal y el 52% en el periodo neonatal.
• En varios países de América Latina, el acceso a la salud para mujeres embarazadas antes, durante y después de dar a luz es limitado. Según el Banco Mundial, el acceso desigual al cuidado de la salud es la primera causa de muerte para madres e hijos.
• En los países en desarrollo, casi la mitad de todas las madres y recién nacidos no tienen acceso a un cuidado y tratamiento profesional al dar a luz y el 99% de las muertes maternas ocurren en países en desarrollo.
• Aunque en los últimos años, la región ha mejorado la salud materna y las tasas de mortalidad materna han bajado por más del 40%, todavía hay trabajo por delante. Según datos del 2015, aproximadamente 16 mujeres mueren cada día en América Latina y el Caribe por causas relacionadas a complicaciones durante el embarazo.
Verónica Paies, una madre bloguera mexicana que tiene un portal exitoso sobre la salud durante el embarazo y en los primeros años del bebé, afirmó a Infobae que en México la disminución de la mortalidad materna infantil es uno de los retos más importantes que enfrentan los gobiernos latinoamericanos.
"Pero pese a los esfuerzos que está haciendo el gobierno de México en los últimos años mediante la expansión de los servicios de salud y la entrega de medicamentos en la población, la mortalidad materna e infantil no ha bajado lo suficiente".
Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades es uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) adoptados por líderes mundiales en las Naciones Unidas. Dentro de este objetivo, una de las principales metas es reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos.
El objetivo propuesto por los ODM fue la reducción de la Tasa de Mortalidad Materna (TMM) en un 75% para cada uno de los países; en México, en lugar de disminuir la TMM de 88,7 en 1990 a una de 22,22 en 2015, solamente se redujo a 38,2 en el 2013. Y en cuanto a Mortalidad Infantil, la meta propuesta fue reducir dos terceras partes la Tasa de Mortalidad Infantil para el 2015; en México, de 32,5 en 1990, solamente se redujo a 13 en 2013
En Argentina, la principal causa de muerte materna son las complicaciones obstétricas indirectas y los trastornos hipertensivos. En cambio, en el caso de los neonatos, las afecciones perinatales y malformaciones congénitas. Algunas de estas causas podrían ser detectadas a tiempo y de esa manera reducir la mortalidad.
Los datos oficiales argentinos indican que en diez años (al 2016), la cantidad de mujeres que murieron durante el embarazo, el parto o el puerperio aumentó un 23,5% en la provincia de Buenos Aires, donde se registra más de un tercio de la mortalidad materna del país. Sólo el año pasado fallecieron 23 mujeres más que en 2014, de acuerdo con números del Ministerio de Salud de Buenos Aires.
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