A veces, la mejor medicina luego de un día estresante y agotador es irse a la cama. Dormir es una necesidad esencial del cuerpo que muchas veces se descuida, en especial en una época donde "vivir conectados" en un mundo bullicioso que parece nunca dormir es la norma.
Pero, aunque cueste cada vez más dormir las horas que corresponde en un mundo moderno, es vital que las personas cumplan con la cantidad recomendada de horas de sueño para funcionar correctamente en el día.
No dormir bien trae consecuencias a corto y a largo plazo. No conciliar el sueño las horas necesarias rompe una cadena de eslabones y lleva a un mal funcionamiento durante el día. Desde lo hormonal hasta lo emocional, todo el organismo se ve afectado.
Qué es el sueño
"El sueño es un proceso fisiológico que, al contrario de lo que creen las personas, no es pasivo, sino que es activo", comentó a Infobae el médico neurólogo Claudio Waisburg, (MN 98128).
"Durante el sueño, hay mucha actividad hormonal, y cada una de las hormonas que se activan con las horas de sueño son necesarias, es por eso que desde todo punto de vista, es una necesidad que la persona tiene para estar bien durante todo el día", afirmó el especialista.
En cuanto a la cantidad exacta que necesita cada persona para dormir, el médico confesó que lo más común son 8 horas, debido al ritmo de vida que se lleva, pero lo ideal serían 10 horas, y más de 12 horas ya es un exceso.
Qué sucede cuando no dormimos
"Dormir mal es sinónimo de tener un mal día, ya que afecta directamente en el ánimo, y el problema es que cuando las personas crónicamente duermen poco no se dan cuenta que tienen dificultades del ánimo", afirmó el neurólogo.
"Cuando el sueño falta, el metabolismo se altera muchísimo. Lo primero que ocurre es un cambio hormonal, porque la alteración que ocurre en el cerebro desencadena la estimulación de la hormona del estrés denominado cortisol. Esta hormona tiene un poder enorme, sobre todo en nuestro metabolismo que afecta cada una de nuestras células", afirmó la médica endocrinóloga María Alejandra Rodríguez Zía, (MN 70787), a Infobae.
Por otro lado, los cambios metabólicos que genera el insomnio se producen aun sin cambios en la alimentación. Pero igualmente se pueden producir por la ansiedad y la necesidad de energía."Hay neurotransmisores que se disparan en las personas que no duermen, que aumentan el apetito, uno se llama dynorphin, es una sustancia que genera mayor ingesta al registrar menos horas de sueño en forma crónica, así comienza el aumento de peso", comentó la doctora Zía.
"Como vemos, el metabolismo es un conjunto de cambios químicos y biológicos que ocurre en toda las células de nuestro organismo y el insomnio puede alterarlo de muchas maneras. Nos gira las agujas del reloj de cada célula en forma opuesta a su supervivencia", enfatizó la profesional.
El insomnio altera la bioquímica del ADN y el número de replicaciones de la célula acorta una parte del ADN, denominado telómero, que es su reloj biológico y determina cuántas veces una célula se puede llegar a reproducir.
"Por ejemplo, el fibroblasto, la célula que genera el colágeno, que sostiene todo nuestro cuerpo, detiene sus reproducciones cuando tenemos subas crónicas de cortisol por largo tiempo por insomnio. Por lo tanto, envejece y comienzan a cumplir años con nosotros", afirmó la especialista.
Las estadísticas
Un relevamiento realizado por la consultora TrialPanel reveló que 8 de cada 10 personas no tiene problemas de insomnio y que el 94% concilia el sueño con la almohada.
Al consultar por la cantidad de horas que se duerme, el 67% declaró hacerlo entre 6 y 7 horas durante la semana, un 17% duerme 8 horas y un 11%, 5 o menos horas. En cuanto a los fines de semana, el horario se extiende un poqco más: el 30% duerme entre 6 y 7 horas, el 35% 8 horas, el 20% 9 horas y sólo un 2% 5 o menos horas.
Por otro lado, la encuesta llevada a cabo también se refirió al uso de medicamentos para conciliar el sueño. 7 de cada 10 afirmaron que duermen bien o muy bien durante las noches, pero un 14% declaró tener que utilizar algún medicamento para conciliar el sueño. En esta misma línea, el 16% de los consultados aseguró que siempre le cuesta conciliar el sueño, al 52% a veces y al 32% nunca.
Si bien 8 de cada 10 consultados no tiene problemas de insomnio, el 32% asegura despabilarse por las noches, un 47% muy de vez en cuando y un 21% nunca. A la hora de levantarse por las mañana, el 59% necesita ayuda, ya sea del despertador (53%) o de una persona (6%), mientras que el 41% lo hace solo.
La tecnología merece un capítulo aparte. El 80% de los encuestados afirmó dormir con el celular a mano y el 43% pone en modo silencio para dormirse. 3 de cada 10 piensan que el celular les quita horas de sueño, ya que revisan sus redes sociales (57%), chequean sus correos electrónicos (37%), o bien buscan cosas en internet o juegan online (28%).
El estudio fue realizado sobre una base de 480 casos, hombres y mujeres, mayores de 18 años, de todos los niveles socioeconómicos, residentes en CABA, GBA y principales plazas del país.
"Para lograr conciliar el sueño, es necesario tener una disminución de ritmo y evitar la activación de algún dispositivo como la tablet, la televisión o el celular ya que despierta a la persona", enfatizó el neurólogo.
"La rutina es amigo del hábito. Hay que respetar los horarios, tener flexibilidad en fines de semana y feriados , y mantener un día a día", concluyó el profesional.
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