La psoriasis se puede observar a cualquier edad. Si bien hay momentos de la vida en los que es más frecuente, como alrededor de los 20 años de edad, las lesiones características de esta afección se pueden ver tanto en niños recién nacidos como en adultos mayores de 50 o 60 años que nunca las hubieran tenido antes.
Según el último reporte global de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre psoriasis, se estima que su prevalencia a nivel mundial oscila entre el 2 y el 3%. Esto significa que afecta a cerca de 125 millones de personas en el mundo. En nuestro país las estadísticas no son precisas pero, de acuerdo los expertos, se estima que la cifra se aproxima al millón de pacientes viviendo con esta afección.
Más allá de la piel
"Hoy en día se deja de considerar, como lo estudiamos en nuestra época, a la psoriasis como una enfermedad de la piel, para ser entendida como una patología con mayor expresión en la piel", señaló el doctor Jorge Alejandro Laffargue, médico dermatólogo, jefe de la Sección de Dermatología Quirúrgica del Hospital Pedro Elizalde.
Esta es una enfermedad crónica, inflamatoria y sistémica que se caracteriza por producir lesiones cutáneas rojizas que descaman, que pueden picar y que no se van fácilmente. Estas manchas pueden ubicarse en diferentes partes del cuerpo como en los codos, las rodillas o el cuero cabelludo. También puede manifestarse en las mucosas, las uñas y las articulaciones.
Va más allá del compromiso cutáneo porque puede tener muchas asociaciones con otras dolencias. "En la actualidad se sabe con claridad que pueden ser una manifestación –y de hecho lo son- de otras problemáticas asociadas como los denominados síndromes metabólicos. Para que lo pueda entender la gente, nos referimos a trastornos como el colesterol alto, los triglicéridos, diabetes, la obesidad y la hipertensión entre otros", ahondó el experto.
Estos trastornos están íntimamente relacionados con la psoriasis por lo que, de acuerdo al dermatólogo, implican la necesidad de seguir y controlar muy de cerca todo este tipo de problemas en el paciente. Además, entre un 10% y un 30% de los casos puede devenir en una artritis psoriásica.
Hoy en día, similar a lo que sucede con la diabetes, se divide a los pacientes con psoriasis en tipo 1 y 2. De este modo, "la psoriasis tipo 1 es la que se manifiesta en los niños o en los menores de 40 años y es la que tiene la mayor capacidad de desarrollar mayores problemáticas. La psoriasis tipo 2, si lo asemejamos a la diabetes, las complicaciones son menores por los que los tratamientos son menores", detalló Laffargue.
Diagnóstico
Si bien la psoriasis es una enfermedad sistémica, no es posible diagnosticarla con total certeza hasta que no aparece una placa con o sin escamas. Es por este motivo que el diagnóstico siempre le corresponde al dermatólogo. Hasta el momento no hay ningún test o análisis específico para reconocerla.
Una pregunta recurrente suele ser si es necesario realizar una biopsia para confirmar esta afección o si con la impresión clínica de las lesiones en la piel es suficiente. La toma de muestras de biopsia puede llegar a ser necesaria en los pacientes pediátricos, pero en adultos no. "Es muy raro que se necesite recurrir a este método para confirmar el diagnóstico. Un buen dermatólogo puede hacer el diagnóstico clínicamente ya que tenemos varias pautas clínicas que permiten confirmar la enfermedad", detalló Laffargue.
"No obstante, existen oportunidades en las que podemos tener algunas dudas, sobre todo en niños, que se pueden resolver partir de una biopsia", agregó.
Tratamiento y calidad de vida
Existen varios tipos de tratamientos. En lo referido a la medicación para tratar esta enfermedad, existe una visión a futuro muy promisoria gracias a la disponibilidad de los medicamentos biológicos que apuntan al proceso inflamatorio antes comentado.
Aquel proceso inflamatorio ataca a todas las patologías asociadas a la enfermedad, no solamente a la psoriasis. "Por este motivo, estas nuevas medicaciones que actúan como un 'misil dirigido' a esos procesos inflamatorios, no solo tiene un efecto de mejoría sobre las lesiones en la piel sino también vemos con mucha frecuencia que los pacientes mejoran su diabetes, su patología orgánica interna silenciosa que acompaña la psoriasis", detalló el especialista.
Si bien, para el experto, la llegada de las nuevas moléculas marca el inicio de una nueva era en el tratamiento de esta enfermedad, también es cierto que no todos los pacientes tienen indicación de recibirlos. No obstante, cuando llegan a un determinado grado de severidad, resulta fundamental para el dermatólogo considerar su indicación.
"En la actualidad se están incorporando terapéuticas biológicas para niños, cosa que hace unos dos o tres años no existía, lo que nos está abriendo un nuevo horizonte terapéutico que antes nos limitaba bastante", concluyó el doctor Laffargue.
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