Por el doctor Máximo Zimerman, jefe de la Clínica de ACV y de la Clínica de Neurorehabilitación de INECO (MN: 107597) y la doctora Jesica Ferrari, coordinadora de la Clínica de Neurorehabilitación de INECO (MN: 133706)
El Accidente Cerebrovascular (ACV) es la primera causa de discapacidad en nuestro país y en el mundo. En Argentina se produce un ACV cada 4 minutos, y además, 9 de cada 10 pacientes que lo sufren padecen algún grado de discapacidad posterior. La neurorehabilitación interdisciplinaria es el único camino para la reinserción familiar, social y laboral de estos pacientes.
Después de un ACV nada es igual. Vestirse puede ser una odisea, comer, ducharse, hablar o caminar se transforman en acciones vedadas. Cuando pensamos en lesiones cerebrales luego del ACV es muy común escuchar hablar de "secuelas" como consecuencias "inmodificables".
Sin embargo, el tratamiento en neurorehabilitación debe estar encaminado a la re-adquisición de las destrezas perdidas luego de la enfermedad, es por ello que el aprendizaje y la neuroplasticidad ocupan un rol preponderante.
Entre las secuelas más comunes del ACV se encuentran las que comprometen distintos dominios neurológicos afectando la motricidad, la sensibilidad, el habla, el lenguaje, la deglución, la vista, las funciones cognitivas y el ánimo, entre otras.
Por otra parte, 18% de los casos vuelve a padecer un nuevo ACV después del primer año. Es por ello que los objetivos fundamentales en el tratamiento de estos pacientes radican en prevención de futuros episodios vasculares y conseguir la recuperación de los síntomas presentes. El gran mito del "tiempo" en la Neurorehabilitación. Nunca es tarde para rehabilitarse.
Una gran cantidad de pacientes consultan por las secuelas de un ACV que sufrieron hace años, con la convicción de que es demasiado tarde para observar una mejoría. Muchos refieren haber realizado rehabillitación pero que "hace años" no hacen nada, y temen haber llegado a una "meseta".
Sin embargo, un paciente con secuelas de ACV puede mejorar inclusive años después del evento con un programa especializado de rehabilitación.
La ciencia detrás de la neurorehabilitación es la neuroplasticidad, y describe la facultad del sistema nervioso de cambiar su estructura y funcionamiento como reacción a las diversas situaciones y entrenamiento. Este potencial adaptativo permite al cerebro reponerse de lesiones adquiridas, como el caso del ACV, disminuyendo la intensidad y número de secuelas.
Nuevos paradigmas terapéuticos
A través de la estimulación cerebral no invasiva, la realidad virtual, la robótica y los nuevos paradigmas de entrenamiento es posible mejorar las funciones comprometidas fortaleciendo la recuperación.
– Estimulación Cerebral no-invasiva: La estimulación cerebral no-invasiva permite la interacción directa con funciones cerebrales tales como el lenguaje, motricidad, atención, sensibilidad, memoria y visión sin necesidad de realizar ninguna cirugía o intervención. Se utiliza corriente directa de bajo voltaje o pulsos magnéticos estratégicamente dispuestos permitiendo incrementar o disminuir la actividad cerebral en áreas focales y específicas.
– Entrenamiento Intensivo mediante ortesis dinámicas: permite realizar ejercitación basada en actividades de la vida diaria de manera repetitiva y adaptada al nivel a la necesidad de cada paciente. El paciente puede recibir entrenamiento mediante este dispositivo que mejora la prensión de su mano afectada.
-Entrenamiento con realidad virtual: Es una alternativa terapéutica que permite lograr una simulación de un entorno real, de forma que existe una interacción activa del paciente con un entorno ficticio. La realidad virtual permite generar una multitud de estímulos gracias a la facilidad de adaptación del entorno virtual y permite una gran cantidad de repeticiones en las tareas.
– Equipo multidisciplinario e Interdisciplinario: La creación de verdaderos equipos multidisciplinarios en los que aborden el proceso rehabilitador del paciente, es una realidad y una necesidad en pacientes con ACV. Todos los profesionales: neurólogos, kinesiólogos, fonoaudiólogos, nutricionistas, psiquiatras, psicólogos, fisiatras, terapistas ocupacionales, neuropsicólogos y musicoterapeutas son necesarios para decidir qué tratamiento de rehablitación es el indicado en cada momento y para cada caso, confeccionando así un "traje a medida" para cada paciente.
Basadas en la neuroplasticidad, las nuevas terapias permiten potenciar la recuperación del ACV en una persona.
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