Desde la sanción de la ley nacional de reproducción médicamente asistida (26.862) el número de parejas que lograron el embarazo gracias a las novedosas técnicas creció exponencialmente. Lo propio ocurrió con la difusión de información sobre los distintos tratamientos de fertilidad y sus posibilidades, desde la inseminación artificial a la fertilización in vitro. Y, a la par, también se incrementaron los casos de personas que decidieron seguir el proceso de congelamiento de óvulos para maternidad diferida.
En este contexto, que define a grandes rasgos la actualidad en materia de medicina reproductiva, Infobae habló con expertos del Grupo Procrearte, que trazaron el presente y destacaron las últimas novedades y las aspiraciones a futuro en esta rama medicinal que evolucionó a pasos agigantados en los últimos años.
"Hoy lo más novedoso tiene que ver con la posibilidad de estudiar a los embriones genéticamente y así seleccionar el más apto para ser transferido; aumentando la tasa de implantación y embarazo evolutivo", comentó Sylvia Outeda Wheeler (MN 123341), médica especialista en medicina reproductiva, ginecología y obstetricia.
"Actualmente existen diferentes técnicas a través de las cuales mediante la biopsia de una parte del embrión podemos descartar anomalías en sus cromosomas. Por otra parte, la tendencia mundial es evitar los embarazos múltiples, por lo que hoy se intenta colocar solamente un embrión de buena calidad y no más de dos", contó la doctora.
¿Cuál es el estado actual en el país? La especialista especifica que Argentina está a la altura tanto de Europa como de Estados Unidos. En un mundo globalizado, no existe una brecha en cuanto a la calidad profesional y a las técnicas de avanzada de los tratamientos.
"Pero en el caso particular de la subrogación uterina (cuando una mujer presta su útero para gestar el hijo de una pareja que no puede hacerlo), estamos imposibilitados de realizarla en nuestro país por dos motivos: un marco legal que no lo respalda y una sociedad prejuiciosa que aún no está preparada para considerarla una opción diferente de formar una familia", aclaró.
Uno de los puntos sobresalientes es que, pese a la reglamentación, persisten barreras en el acceso a la fertilización asistida, dijo la experta. "La principal es el tiempo que tardan las obras sociales y prepagas en autorizar los tratamientos a los pacientes. En muchos casos esto lleva meses y genera mucha angustia y ansiedad, además de ir en contra del reloj biológico de la mujer que en la mayoría de las parejas es un factor que obliga a dar inicio a los tratamientos lo antes posible".
"Otro obstáculo es el que encontramos en la cobertura de las instituciones públicas que no cuentan con el personal médico capacitado, laboratorio de biología molecular ni equipamiento para poder realizar tratamientos de baja y alta complejidad", agregó el médico Carlos Carrere, presidente del Grupo Procrearte.
Con miras hacia el futuro, Outeda Wheeler señaló que la mayor incertidumbre radica en determinar la causa de la falla de implantación de un buen embrión: "Si bien hay mucho en investigación, es un terreno muy amplio en el que hay que continuar avanzando".
"Creo que el día que podamos determinar con exactitud a través de un simple estudio de sangre cuál es el factor deficiente que no permite que un embrión se implante y genere el embarazo, tendremos en nuestras manos una herramienta grandiosa que permitirá a muchas personas cumplir su sueño de ser padres", amplió.
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