Se ubica al frente de una mesa en la que 10 mujeres lo observan atentamente. Es minoría, a pesar de que dos hombres más se ubican en la misma habitación para oficiar de representantes masculinos. Su español no cuenta con imperfecciones, más allá de alguna palabra aislada en la que pide ayuda. "Soy amante de la música clásica, todavía no tuve la suerte de escuchar en vivo a Martha Argerich y Daniel Baremboim. Los admiro mucho".
Mauricio de Maio, brasileño, es uno de los cirujanos plásticos más prestigiosos de su país. Reconocido en todo el mundo, visitó la Argentina y recibió a Infobae para dialogar acerca de un tratamiento que embellece y mejora las expresiones a través de un método que se centra en las emociones que ofrece el rostro. Se trata de MD Codes, una serie de inyecciones de relleno localizadas que no se colocan en la parte que el paciente desea, sino en donde reside la causa del problema.
"Me propuse rejuvenecer a través de los mensajes o atributos emocionales que regalan las personas. Lamentablemente el proceso de envejecimiento es una desgracia. Pero como siempre digo: las personas bonitas son objetos de arte", explicó De Maio.
MD Codes (códigos para los médicos) es una guía creada por De Maio para tratar las intervenciones estéticas en las personas. "Tiene en cuenta que cada paciente es único y por lo tanto no hay dos iguales. El resultado es, no sólo conseguir un rejuvenecimiento del rostro, sino modificar los rasgos que han cambiado con el paso del tiempo. Es decir, dar volumen con un relleno mínimamente invasivo que rejuvenecen y eleva la piel de una manera muy natural".
"En Brasil todas las mujeres quieren ser Kim Kardashian". La frase del cirujano grafica el deseo de muchas, algo que resulta -a priori- bastante complicado de lograr. "Las celebrities se atienden con los mejores médicos, y -como ya son hermosas- van a retocarse detalles que ellas creen que necesitan. Así es como terminan siendo caricaturas de sí mismas".
La técnica del MD Codes
De Maio tiene localizados 75 puntos específicos en toda la cara para lograr los mejores resultados. Las áreas a tratar son -básicamente- las mejillas, barbilla, labios y la mandíbula. "Es una técnica científica en donde inyectar requiere de mucha concentración. Se trabaja con la percepción, vital para entender las necesidades del paciente. Los labios son las regiones más difíciles para tratar".
A diferencia de otros métodos, este tratamiento se centra directamente en los problemas que la personas exhiban en su rostro. Este tratamiento se diferencia de los tradicionales en cómo se trata el problema. El enfoque es totalmente holístico, puesto que trabaja con los "8 puntos de elevación" (los MD CODES) en la anatomía del paciente, en lugar de "atacar" el problema directamente, añadiendo peso y volumen al problema a tratar.
El gran problema de los tratamientos faciales es la durabilidad de los rellenos, criticados también por la poca permanencia. "Los rellenos faciales son a base de ácido Hialurónico VYCROSS, garantizando que por muchos años éstos permanezcan en el rostro de las personas". Se pueden llegar a utilizar entre 2 y 16 cucharadas como máximo de este producto, resultando un tratamiento muy caro pero efectivo.
El método: las 8 puntos de elevación
De Maio advierte que "envejecer es quedarse con muchos puntos negativos a corregir. La tristeza es el principal punto que deben tratar los médicos". Las emociones son su motor de búsqueda. Desde allí, el vamos. "A cada persona que llega a mi clínica en San Pablo le pregunto qué quiere realizarse. Todas enumeran tres puntos que desean erradicar (las líneas de la frente, por ejemplo), pero no se dan cuenta que sus verdaderos problemas se expresan en otras partes del rostro".
Es por eso que el médico le quita los prejuicios a las visitas que recibe. Escucha, comprende, pero observa. Intenta captar las sensaciones que percibe durante el primer contacto. Antes de que su paciente comience a hablar, él ya sabe cuáles son los puntos a corregir.
Al paciente se le otorga una hoja que funciona como guía para orientar al cirujano brasileño. Allí, debe decidir cómo quiere verse y cuáles son los defectos a mejorar. Ese es el punto de partida para que De Maio haga su magia.
El médico le explicó a Infobae que existen motivaciones emocionales que repercuten en el ánimo y la autoestima de las mujeres, reflejadas en sus rostros. Entre las "positivas", aseguró que verse más atractivas, más jóvenes, más delgadas y más femeninas. Entre las "negativas", se destaca el cansancio, el enojo, la tristeza y la flacidez, siendo esta última la más "difícil de tratar, ya que las anteriores responden más a las emociones directas de los seres humanos".
"A lo largo de mi experiencia en la medicina estética he aprendido lo esencial que es seguir la evolución de las técnicas y productos con los que trabajo. Se consiguen efectos de más rápida actuación y más larga duración, pero lo fundamental es conseguir que el paciente se vaya feliz, encontrando una solución que le devuelva la alegría", expresó De Maio.
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