Hepatitis: cuáles son los cuatros tipos, sus síntomas y tratamientos

En el Día Mundial de la Hepatitis, expertos en la salud explicaron a Infobae los alcances de esta enfermedad silenciosa que afecta a casi un millón de argentinos

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Cada 28 de julio la Organización Mundial de la Salud (OMS) pone en su agenda la lucha contra la hepatitis, al celebrar su Día Mundial.

A finales de 2015, según la OMS, había aproximadamente 325 millones de personas con hepatitis crónicas de las cuales 257 millones de personas están infectadas por el virus de la hepatitis B (VHB) y 71 millones de personas infectadas por el virus de la hepatitis C (VHC). En la Argentina, las estimaciones sanitarias indican que casi un millón de personas la padece.

La hepatitis es una inflamación del hígado que puede ser debida a diversas causas, aunque generalmente es un virus el responsable de la afección.

Casi un millón de argentinos sufre hepatitis (iStock)
Casi un millón de argentinos sufre hepatitis (iStock)

"En el hígado se llevan a cabo numerosas funciones de suma importancia para el correcto funcionamiento del organismo. Allí, los nutrientes y las drogas (toxinas, medicamentos, etc.) son transformados en compuestos más fáciles de asimilar o excretar por el organismo. En este órgano también tiene lugar la síntesis de la bilis, una sustancia que se almacena en la vesícula biliar y que se libera al duodeno tras la ingesta de alimentos, para facilitar la digestión de las grasas", explica a Infobae la doctora Cecilia Curia Infectóloga de la Federación Médica de la Provincia de Buenos Aires (FEMEBA).

Estas funciones del hígado pueden verse alteradas por la aparición de un proceso inflamatorio que recibe el nombre de hepatitis. Es la principal causa de cirrosis, cáncer de hígado, falla hepática y trasplante de hígado. Cuanto antes sea detectada y tratada, menor será el daño sobre el hígado, aclara la experta.

"En el caso de las hepatitis virales podemos distinguir los virus específicos de hepatitis A, B, C y D, aunque se conocen otros virus no específicos de hepatitis, que son aquellos que suelen manifestarse con otras patologías. Estos virus en ocasiones terminan provocando esta alteración hepática, como el virus Epstein Barr (causante de la Mononucleosis Infecciosa) y el Citomegalovirus", remarca Curia.

El doctor Luis Colombato, jefe del Servicio de Gastroenterología del Hospital Británico, alertó a Infobae que se debe aclarar que un porcentaje de los pacientes que contraen hepatitis B pueden curarse por sus propios medios sin necesidad de tratamiento con drogas antivirales.

El virus de la hepatitis se puede curar en muchos casos (iStock)
El virus de la hepatitis se puede curar en muchos casos (iStock)

"El tratamiento de la hepatitis B permite descender la circulación del virus en sangre hasta y negativizarla, pero una forma del ADN del virus persiste en el hígado dentro de las células hepáticas. Si bien la ausencia del virus en la circulación permite al paciente evitar o retrasar la aparición de cirrosis, sus complicaciones y el cáncer hepático, como se ha dicho, requiere que el tratamiento se mantenga por años", precisó el especialista.

Respecto a la hepatitis C, Colombato aseguró que los tratamientos aparecidos desde el 2014 con antivirales de acción directa tienen hoy una efectividad de alrededor del 95% para curar la hepatitis C en 8 a 24 semanas de tratamiento. "Hay varios esquemas ya aprobados en Argentina y otros en vías de aprobación. Los problemas son la detección de los pacientes, el costo del tratamiento y el acceso de los pacientes", afirmó.

El doctor Silvio Luis Aguilera, Director Médico de Vittal, explicó a Infobae, que dentro del universo de enfermedades a las que las personas nos enfrentamos en todas las etapas de la vida, la hepatitis es una de las más temidas, sin embargo, existen acciones que nos ayudan a prevenirla. "Además, saber identificar señales de alarma colabora para la detección temprana y la concreción de un tratamiento eficaz que permita a los pacientes una recuperación más rápida", resaltó Aguilera.

"Dado que la mayoría de las veces la hepatitis no se manifiesta a través de síntomas claros y por ende pasa inadvertida, pudiendo diagnosticarla únicamente mediante un análisis de sangre, es fundamental tener en cuenta los signos de alerta", precisó el especialista.

Éstos son: dolor o distensión abdominal, orina turbia oscura y deposiciones de color arcilla o pálidas, fatiga y cansancio, febrícula, picazón, ictericia (coloración amarillenta de la piel o los ojos), inapetencia, náuseas y vómitos y pérdida de peso.

Tipos de Hepatitis

  • Hepatitis A

Es producida por el virus de la hepatitis A (VHA). Su transmisión se produce al consumir agua o alimentos contaminados por materia fecal que contienen el virus, y también por contagio de persona a persona, sobre todo si las condiciones higiénicas son deficientes.

La degeneración del hígado frente a la hepatitis (OMS)
La degeneración del hígado frente a la hepatitis (OMS)

Se trata de un tipo generalmente leve de hepatitis especialmente cuando ocurre en niños. En numerosas ocasiones no presentan síntomas importantes, por lo que la enfermedad no llega a ser diagnosticada. Los síntomas consisten en cansancio, inapetencia, náuseas y vómitos, y signos clínicos como ictericia (la piel tiene un color amarillento) y coluria( orina de color oscuro). Los síntomas suelen ser más graves en adultos que en niños.

La evolución habitualmente es benigna y autolimitada. No evoluciona a la cronicidad. En raras ocasiones puede surgir una complicación denominada hepatitis fulminante, que puede ser mortal.

  • Hepatitis B

Es producida por el virus de la hepatitis B (VHB). El contagio se produce a través de la sangre y/o los fluidos corporales infectados como el semen, las secreciones vaginales.

La hepatitis tiene una vacuna en el Calendario Nacional de Vacunación
La hepatitis tiene una vacuna en el Calendario Nacional de Vacunación

La hepatitis B puede: resolver la infección aguda y curarse por completo. Algunas personas se vuelven inmunes al virus, por lo que no vuelven a contagiarse. En otras, evoluciona a una enfermedad crónica con facilidad.
La enfermedad hepática de tipo B se considera aguda si la infección se resuelve en un período inferior a 6 meses. De lo contrario, si el virus permanece en el cuerpo del individuo, después de ese periodo pasa a considerarse como de evolución crónico.

Portador asintomático: son una fuente de contagio, dado que al no conocer que presentan el virus, no toman medidas para evitar su transmisión.
Se pueden diferenciar dos tipos de evolución en el curso crónico de la enfermedad: crónica estable y crónica persistente o activa, esta última tiene peor pronóstico y normalmente evoluciona en cirrosis.

  • Hepatitis C

Es causada por el virus de la hepatitis C.(VHC) y se transmite por contacto directo con la sangre de una persona infectada. Sus principales formas de transmisión suelen ser:

  • Agujas o jeringas contaminadas.
  • Transfusiones sanguíneas.
  • Hemodiálisis
  • Mediante material infectado: sanitario, material para tatuajes, piercings
  • Durante el parto: transmisión madre-hijo
El virus afecta a millones de personas en el mundo (Shuttersotck)
El virus afecta a millones de personas en el mundo (Shuttersotck)

Al igual que la hepatitis B, pueden tener un curso agudo y un curso crónico, siendo este último el que suele desarrollarse con mayor frecuencia (85% de los casos). En la mayoría de los casos el paciente permanece asintomático, aunque la enfermedad puede progresar lentamente, por lo que existe riesgo de aparición de cirrosis y cáncer hepático.

  • Hepatitis D

Es la forma de hepatitis vírica más grave. El virus de la hepatitis D (VHD), también llamado hepatitis delta, se transmite por las mismas vías que el virus de la hepatitis B.

Es un virus muy especial, pues necesita la existencia de una infección por el virus de la hepatitis B para poder sobrevivir en el ser humano. Por ello, cuando alguien está infectado por el VHD también está infectado con toda seguridad por el VHB. Esto se debe a que su envuelta externa del VHD está formada por parte del VHB.

Se estima que el 5% de los pacientes con hepatitis B están coinfectados por el virus de la hepatitis D.

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