La peligrosa razón por la que nunca hay que usar el celular antes de dormir

La exposición a la iluminación de smartphones, tablets o LCDs, una vez acostados, dificulta la conciliación del sueño. Un especialista explicó el proceso que entra en juego en el cerebro y los terribles peligros de alterar el reloj biológico

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El celular minutos antes de
El celular minutos antes de dormir dificulta la conciliación del sueño (iStock)

Es un hábito adquirido en los últimos años. Llegada la noche, una vez acostados en la cama, se revisa el celular por última vez en el día. Se contestan los últimos mensajes de WhatsApp, se repasa la actividad de los amigos en las redes sociales, se lee alguna noticia de interés. Ese rato se puede extender durante largos minutos y sus repercusiones a la hora de conciliar el sueño, no hay dudas, son negativas.

La culpable tiene un nombre y es una hormona: la melatonina. Es la encargada de promover el estado del sueño. Al revisar el celular caída la noche, el cerebro envía corrientes de luz potente; un mensaje contradictorio que disminuye la secreción de la hormona y, por ende, reduce el cansancio.

La luz de las pantallas
La luz de las pantallas envía un mensaje contradictorio al cerebro (iStock)

No es solo el celular a la noche. También las pantallas iluminadas de los LCD y las tablets generan un efecto similar. El doctor Alejandro Andersson, médico neurólogo, director médico del Instituto de Neurología de Buenos Aires, explicó: "El tipo de radiación lumínica que emiten, producen dos fenómenos de trascendencia para los ritmos de sueño. Por un lado, afectan su período natural de sueño, reduciéndolo a niveles de peligro. Por otro, agregan un factor distorsivo, pues la luz del monitor en ese momento atrasa nuestro reloj biológico".

En el reloj biológico parece residir la clave en la conciliación del sueño: "Nos invita a dormir para que no fallezcamos y nos anima a despertarnos al cabo de un tiempo apropiado para el organismo", señaló Andersson, quien también detalló que las consecuencias de su manipulación pueden ser terribles: "Si se altera, afecta también a los patrones de alimentación, a la actividad cerebral y a la regeneración celular. Modificarlo no provoca simples ojeras; una distorsión grave y prolongada de este ritmo puede conducir a obesidad, diabetes e, incluso, cáncer".

Con la exposición a la
Con la exposición a la iluminación de las pantallas se ve alterado el reloj biológico (iStock)

La recomendación del especialista -no podría ser otra- es evitar el brillo de las pantallas minutos antes de ir a dormir. Su brillo provoca confusión y consiguientes dificultades en el descanso. También aconsejó: "Es importante contar en el dormitorio con una luz más cálida porque afecta menos a la producción de esta sustancia y, a medida que avancen las horas, el cuerpo irá pidiendo descansar".

En los tiempos que corren, resulta inevitable estar expuestos a iluminación artificial. Sin embargo, de acuerdo al neurólogo, en cuestiones de luz, el color importa. "Si normalmente cerramos los ojos a las 23, permanecer expuesto a luz azul puede hacer que resulte imposible conciliar el sueño hasta pasadas las 2 de la madrugada", advirtió.

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