Fumar durante el embarazo también compromete los riñones del bebé

A las posibles consecuencias del tabaquismo sobre el organismo de los futuros hijos se conoció uno más. Los niños nacidos de madres que no dejaron el cigarrillo durante su gestación tienen un riesgo mayor al 20% de padecer daños renales a futuro

Son conocidos las posibles consecuencias de fumar para el organismo. Para las embarazadas el riesgo es mucho mayor, exponiendo también la salud del futuro bebé. Esta actividad adictiva puede provocar que el menor nazca de forma prematura y con bajo peso. También, que aumenten las enfermedades respiratorias durante la infancia y, en la edad adulta, que el niño pueda presentar un mayor riesgo de patologías crónicas, como la coronaria, la diabetes y el sobrepeso.

A partir de un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Kyoto, Japón, también se reveló que el cigarrillo puede causar lesiones renales en los hijos. Los científicos arribaron a la conclusión de que fumar durante el embarazo se relaciona con un riesgo para los menores de hasta el 21 por ciento superior de desarrollar proteinuria infantil.

"Es sabido que el tabaquismo durante el embarazo se asocia con los partos prematuros, con un bajo peso del neonato y con la asfixia perinatal. Ahora nuestros resultados sugieren un efecto adverso adicional del hábito tabáquico de las madres durante la gestación", explicó Koji Kawakami, líder de la investigación.

Los autores evaluaron los historiales clínicos de de 44595 niños a los que se había realizado un seguimiento exhaustivo desde el momento de su nacimiento hasta los tres años. Mediante pruebas de orina, evaluaron los niveles de proteinuria, el exceso de proteína en la orina que es signo de una función renal reducida.

Los resultados, publicados en la revista Clinical Journal of the American Society of Nephrology, mostraron una prevalencia de proteinuria a los tres años del 1,3% en los hijos de madres que nunca habían fumado; del 1,6% en el caso de aquellos hijos de madres fumadoras que dejaron de fumar al saber que estaban embarazadas; y del 1,7% en los niños cuyas madres fumadoras, no abandonaron este nocivo hábito.

Durante la etapa de análisis, el 4,4 por ciento del total de las madres de los niños evaluados eran fumadoras pero dejaron el tabaco cuando se les notificó el embarazo. Por el contrario, el 16,7 por ciento del total de madres restantes que fumaban siguieron con el hábito durante la gestación. Considerados todos los datos, la proteinuria -presente en adultos a consecuencia principalmente del tabaquismo- también representa un peligro para los futuros bebés.

El científico japonés comentó que abandonar el hábito al menos durante el periodo de gravidez es de suma importancia para la prevención de la proteinuria infantil, dado que en caso contrario "puede conllevar al desarrollo de enfermedad renal crónica en la edad adulta y, en último término, a la enfermedad renal terminal".

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