Ganar peso y desarrollo es el desafío que los recién nacidos enfrentan. Es un camino que lleva tiempo y en el que, al igual que la familia, el equipo de profesionales que lo asisten cumplen una función primordial para evitar trastornos en el desarrollo cognitivo, neurológico y motor, al igual que problemas en la visión o en el sistema auditivo.
Por las secuelas que deja, la prematurez es la primera causa de muerte infantil en el país. Las claves para trabajar en esta problemática consisten en el adecuado control prenatal, la atención en sala de partos y la existencia de unidades de neonatología con un equipo capacitado con todos los recursos materiales y el equipamiento. Para completar un cuidado integral es fundamental realizar un seguimiento durante años para garantizar una sobrevida con las menores secuelas posibles.
A fin de evitar cualquier tipo de complicaciones, los recién nacidos deben permanecer un tiempo en el servicio de neonatología para recibir cuidados especiales. Una vez dados de alta deberán realizarse controles rigurosos a medida que vayan creciendo. En tal sentido, el personal de enfermería juega un rol fundamental, ya que son ellos quienes cuidarán del bebé mientras se encuentre en neonatología y durante los controles posteriores, al mismo tiempo que serán los encargados de acompañar a los padres y la familia involucrada en el tratamiento.
"El acompañamiento del personal de enfermería es imprescindible para la familia. Mientras nos adaptamos al lenguaje y aparatología de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), las enfermeras nos ayudan en el aprendizaje diario del bebé, lo que nos permite asimilar mejor la información, nos brinda seguridad y confianza y nos prepara para el alta y garantiza que comprendamos la importancia de los controles incluidos en el Programa de Seguimiento post-hospitalario", comentó Andrea Dolce, Presidenta de la Asociación Argentina de Padres de Niños Prematuros (APAPREM).
Un bebé prematuro o pretérmino es aquel que nació antes de cumplir 37 semanas de edad gestacional. Estos niños, al no haber alcanzado la madurez necesaria, pueden presentar diferentes cuadros como anemia, infecciones, bajo nivel de azúcar en sangre, dificultades respiratorias y gastrointestinales, además de algún tipo de hemorragias internas. Todos estos aspectos hacen que requieran de una atención intensiva y un monitoreo continuo.
Del lunes 14 al viernes 19 se celebra la Semana del Prematuro, la séptima edición de la campaña llevada a cabo en conjunto por Unicef y el Ministerio de Salud de la Nación por los derechos de los bebés prematuros y los de sus familias, una iniciativa cuyo objetivo de instalar en la agenda pública la problemática con una perspectiva de derecho. Cada año se prioriza un derecho diferente de los 10 principios que sostienen la iniciativa. En esta ocasión el elegido es el derecho número 4: "Los recién nacidos de parto prematuro tienen derecho a recibir cuidados de enfermería de alta calidad, orientados a proteger su desarrollo y centrados en la familia".
"Los niños deben ser considerados sujetos de derecho y Enfermería debe garantizar que estos sean respetados. Es imprescindible respetar los intervalos de sueño–vigilia, realizar las intervenciones considerando este tiempo, lo cual implica un desafío para los enfermeros, ya que deben organizar al resto del equipo que está involucrado -médicos, kinesiólogos, ecografistas, etcétera- para priorizar el bienestar del niño por sobre los horarios del personal. Todos los agentes externos como ruidos, luces, dolor y manipulación influyen negativamente en su desarrollo", aseguró la doctora Fernanda Retes, directora de la Red de Enfermería por la Prevención.
El rol de los padres
La inclusión de la familia para que participen del cuidado de su hijo y en la toma de decisiones es un factor muy considerado por los especialistas. El personal de enfermería son quienes muchas veces están en contacto directo con los padres. Así, hacen de nexo al mismo tiempo que los contienen y les enseñan a cuidar a su bebé.
"Nosotros promovemos el cuidado centrado en la familia porque ellos son los cuidadores primarios. Por ahí en las primeras etapas que el chico necesita más tecnología, pero ellos se incorporan desde el primer momento con las tareas que pueden realizar. Es clave el fortalecimiento del vínculo. Lo que se fomenta en cuidados intensivos es el cuidado centrado de la familia, con ingreso irrestricto y con permanente permanencia al lado de sus hijos", indicó la directora de la Especialización en Enfermería Neonatal de Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral, Ana Quiroga.
Según la Dirección de Estadística e Información de Salud (DEIS) de la cartera sanitaria nacional, en la Argentina ocho de cada 100 bebés nacen prematuros, y esta es la primera causa de mortalidad infantil en menores de un año. Los últimos datos disponibles son de 2014 e indican que del total de recién nacidos vivos, 8,3% son menores de 37 semanas de edad gestacional, y de estos, 1,19%, o 9.240, no alcanzan las 32 semanas.