Postrecitos con los personajes de la película del momento en el envase, que invita a coleccionar todos los protagonistas que los niños adoran. Chocolates con sorpresas. Chupetines con packaging llamativos (¡y hasta luminosos!). Entrar a un kiosco con un niño puede resultar un camino de ida y eso sin tener en cuenta lo que sucede cuando al pequeño se lo deja una hora frente al televisor absorbiendo las múltiples publicidades de los canales infantiles.
Es abrumadora la cantidad de información que reciben y los estímulos visuales tantos que resulta casi imposible negarse a sus insistentes pedidos. "¿Me comprás?", "quiero", "uno solo, dale no seas mala", son algunos de los tenaces mandatos del niño.
Y detrás, el implacable impacto que la publicidad hizo en esa criatura, que de no ser por los efectos del marketing, jamás conocería al detalle que tal chocolate viene con sorpresa o aquel postrecito tiene los personajes de la película para coleccionar.
En este marco, la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) Argentina alertó sobre el crecimiento de la obesidad infantil en nuestro país y el impacto que tiene en los chicos la publicidad de alimentos no saludables. Y realizó una campaña, que incluye videos en los que un grupo de madres comparten sus opiniones y experiencias sobre la alimentación de sus hijos y la publicidad y promoción de comida chatarra.
Los dibujos animados, ¿culpables de la obesidad infantil? http://t.co/KirJ5XWtAG pic.twitter.com/eEcKXX0Eoy
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El spot fue realizado en el marco de una investigación que también incluyó un análisis de las publicidades emitidas durante los cortes de los programas infantiles de televisión en la Argentina. Este estudio reflejó que el 85% de los alimentos publicitados tienen bajo valor nutritivo, de acuerdo a los criterios del sistema de perfil de nutrientes diseñado por la Oficina Regional de Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS). A su vez, se detectó que 1 de cada 3 publicidades utiliza regalos o premios para incentivar la compra mientras que 1 de cada 4 utiliza personajes o famosos para captar la atención de los niños e influir en sus patrones de consumo.
Y elaboraron un informe, como parte de un estudio de investigación cualicuantitativo realizado por el equipo del área de Políticas de Alimentación Saludable de la FIC Argentina y financiado por el International Development Research Centre (IDRC) de Canadá. El objetivo general fue desarrollar una estrategia integral de investigación sobre publicidad de alimentos no saludables dirigida a niños en la Argentina con el fin de promover cambios políticos tendientes a reducir la obesidad infantil.
Según la OMS, en la actualidad existen alrededor de 41 millones de niños y niñas menores de 5 años con sobrepeso, de los cuales más del 80% viven en países en desarrollo. En la Argentina, el sobrepeso en adolescentes de 13 a 15 años aumentó del 24,5% al 28,6% entre 2007 y 2012.
La Constitución Argentina, en su artículo 42, establece que "los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en la relación de consumo, a la protección de su salud, seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz (…)". Asimismo, eleva a jerarquía constitucional una serie de tratados que consagran el derecho a la salud.
En la Argentina existen políticas que abordan la temática en forma tangencial. Por ejemplo, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual establece principios que se vinculan con regulación de la publicidad y que podrían favorecer el desarrollo de legislación que tenga en consideración el papel de la publicidad en el avance de enfermedades crónicas no transmisibles. Por su parte, la Ley de Defensa del Consumidor destaca la obligación de suministrar información cierta, clara y detallada sobre los bienes y que los bienes o servicios no deben representar un peligro para la salud o integridad física del consumidor. De igual modo, la Ley de Lealtad Comercial regula la publicidad engañosa estableciendo una prohibición a aquella publicidad que presente inexactitudes u oculte información que induzca a engaño o confusión con respecto a las características de los productos o servicios. Por último, la Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (Anmat), dictó disposiciones que regulan la publicidad o propaganda de alimentos y establece que ésta "no deberá vulnerar los intereses de la salud pública".
La obesidad infantil, un problema que se extendió a los países de menores ingresos https://t.co/EULb3HgPKV pic.twitter.com/u8dtuVec47
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En nuestro país, el porcentaje de obesidad en niños y niñas de 6 meses a 6 años de edad es de 10,4% según la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del año 2005 realizada por el Ministerio de Salud de la Nación. Por su parte, la comparación entre la Encuesta Mundial de Salud Escolar (EMSE) 2007 y 2012 refleja una tendencia creciente en los indicadores de sobrepeso (24,5% – 28,6%) y obesidad (4,4% – 5,9%) en los adolescentes de 13 a 15 años.
"Esta tendencia en aumento se debe, principalmente, a la mala alimentación y al mayor consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas. El mercado de estos productos ya está saturado en los países desarrollados y las transnacionales de alimentos y bebidas buscan expandir sus mercados en países en desarrollo y lo logran con éxito. Una de las estrategias de las industrias es el bombardeo de publicidad de alimentos de bajo valor nutritivo, tanto en medios de comunicación como en kioscos, supermercados, escuelas, etc. Esta publicidad está dirigida a niños, quienes son extremadamente vulnerables a los efectos del marketing", destacó Lorena Allemandi, directora del área de políticas de alimentación saludable de FIC Argentina.
La obesidad puede acortar la vida hasta diez años por @mluna91 https://t.co/ctKMxrHsGo pic.twitter.com/Mu4AdU0oWz
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Y agregó: "Esta situación sólo puede revertirse con políticas públicas, como la restricción de las estrategias publicitarias de alimentos no saludables dirigidas a niños, que busquen modificar el entorno y facilitar una alimentación saludable para toda la población. Desde FIC Argentina hicimos estos videos para darles voz a las madres preocupadas por el impacto de la publicidad de comida chatarra en sus hijos. Es una manera de concientizar acerca de la problemática de la obesidad infantil y mostrar la influencia negativa de la publicidad en los hábitos alimentarios de los más chicos".
La obesidad infantil es multifactorial y una de las causas que influyen en su desarrollo es el entorno donde los chicos viven y se desenvuelven. La elevada exposición a la publicidad de alimentos ultraprocesados ricos en grasas, sal, azúcar y/o calorías vulnera el derecho a la salud de los niños, niñas y adolescentes. Existe evidencia suficiente que corrobora la influencia de la publicidad de comida chatarra en las percepciones y en las elecciones que hacen los niños, en sus patrones de consumo y en los pedidos de compra. En esta línea, la Argentina asumió compromisos internacionales al aprobar el Plan de acción para la prevención de la obesidad en la niñez y en la adolescencia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en 2015, que insta a los países a avanzar con políticas públicas para reducir la obesidad infantil, y entre otras medidas, se destaca la restricción integral de la publicidad de alimentos no saludables como una política clave para proteger el derecho a la salud de los niños.