En solo quince minutos, deben memorizar los rostros de 135 personas ficticias, con su respectivo nombre y apellido debajo de cada imagen. También en quince minutos deben memorizar una lista de 100 palabras organizadas en cinco columnas, con 20 palabras por columna. Sigue: en apenas 5 minutos deben memorizar una secuencia de números larguísima: 25 filas en total; cada una de ellas con 20 dígitos. Y sigue: también en cinco minutos deben memorizar el orden exacto de un mazo con 52 cartas recién mezcladas.
Cada año, en Estados Unidos se reúnen las memorias más prodigiosas del país para celebrar el USA Memory Championship. Los participantes compiten en retos agotadores, que ponen a prueba no solo la capacidad de recordar sino la resistencia mental. Los “atletas mentales”, como les llaman, se preparan durante meses para el evento que se divide en categorías: memorizar nombres y caras, números aleatorios, una lista de palabras, una baraja de cartas en el orden correcto y un evento denominado “Tea Party” que integra todas las habilidades de memoria.
“Nuestro propósito al crear el evento fue demostrar al público que la memoria es una habilidad que se puede aprender y que cualquiera puede mejorar a cualquier edad. Prácticamente todos nuestros campeones te dirán que, antes de decidirse a practicar y aprender, nunca pensaron que tenían buena memoria. A medida que aprendieron técnicas mnemotécnicas y practicaron, su confianza y sus habilidades crecieron hasta el punto en que pudieron ganar campeonatos”, dijo Michael Dotinno, director de desarrollo de la competencia, en diálogo con Infobae.
El USA Memory Championship se lleva a cabo desde hace 25 años. Según cuentan sus organizadores, dentro de los ganadores se encuentra gente “común y corriente”, entusiastas que obtuvieron logros de memoria extraordinarios gracias a la práctica.
Este año, la ronda de clasificación será en formato virtual en julio. Los inscriptos competirán en pruebas de memoria y los 12 mejores clasificados se encontrarán en la fase final que tendrá lugar en septiembre y se celebrará en vivo en un escenario de la Universidad Full Sail en Winter Park, Florida. El ganador de la final será coronado campeón de 2024; la memoria más sobresaliente de Estados Unidos.
Por pedido del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), uno de los socios de la competencia, desde 2018 agregaron una categoría de memoria a largo plazo. Los atletas mentales reciben 2.000 datos treinta días antes del evento para que tengan tiempo de memorizar la información. El día de la competencia les formulan las preguntas en formato de programa televisivo de conocimiento. Por caso, en los años anteriores, debían memorizar los elementos de la tabla periódica, los miembros del Salón de la Fama del Béisbol, los ganadores de los Oscar, los ganadores del Grammy y los integrantes del Senado de Estados Unidos.
“En promedio, a los mejores atletas mentales les gusta prepararse con 3 a 6 meses de anticipación, durante aproximadamente 30 minutos por día, de tres a cuatro veces por semana. Hay técnicas de memoria que se aprenden y aplican, que los competidores de cualquier edad pueden utilizar para mejorar su memoria. Técnicas que por alguna razón no se enseñan en los sistemas educativos”, advirtió Dottino, que desarrolló el curso online Maximum Memory Mastery, diseñado para quienes quieren enriquecer su memoria.
-¿En general, diría que se trabaja la memoria en forma incorrecta?
-Sí, cuando la mayoría de la gente piensa en la memoria, piensa en la fuerza bruta, en la repetición de memoria, pero nosotros identificamos que esa es probablemente la forma de memorización menos eficaz. El uso de técnicas mnemotécnicas, además de la mejora de la concentración y la capacidad de contar historias, son la mejor combinación para desbloquear el poder de la memoria.
Durante su infancia, sus familiares y amigos le elogiaban una y otra vez su memoria. Notaban que tenía una memoria asombrosa, que lograba recordar cosas que chicos de su edad no podían. Ya más grande, recuerda, una noche mientras hacía zapping, se topó con un programa de la señal ABC que mostraba el Campeonato Nacional de Memoria de Estados Unidos. De inmediato, despertó su interés. Creía que estaba a la altura de poder participar, pero a medida que veía las proezas memorísticas de los mejores competidores -recordar cientos de nombres, de números, de naipes en tan solo unos minutos- se dio cuenta de que le faltaba entrenamiento para llegar a ese nivel.
Entonces empezó a investigar técnicas de memoria, indagó en cómo era posible mejorar su habilidad de recordar, ya de por sí innata. “Encontré lo que funcionaba mejor para mí personalmente, me entrené en esas técnicas, las perfeccioné y, después de mucho entrenamiento y trabajo duro, finalmente pude ganar el campeonato y convertirme en el campeón de Memoria de EEUU”, remarcó Chester Santos en una entrevista con Infobae.
Ese título dio inicio a una carrera. Santos se dedica a la memoria. Escribió libros, brinda capacitaciones y fue orador en decenas de conferencias alrededor del mundo. “Creo firmemente que no importa cuál sea tu capacidad de memoria actual o con qué memoria naciste, cualquiera es capaz de mejorar drásticamente desde donde se encuentra con solo las técnicas correctas y un poco de entrenamiento”, aseguró.
-¿Cualquiera puede también ser campeón de una competencia de memoria?
-Ya lograr eso es más difícil. Para ganar campeonatos de primer nivel, títulos nacionales, hay una combinación de habilidad innata que se suma a aprender las técnicas correctas y dedicarle mucho tiempo al entrenamiento.
-¿Cuál diría que es el método más eficaz para mejorar la memoria?
-No existe un único método efectivo. Será único para cada individuo y también dependerá del tipo específico de información que esté tratando de recordar. Sin embargo, dicho esto, la visualización y la creación de representaciones visuales de lo que se desea recordar es muy efectiva para la mayoría de las personas. Por ejemplo, si intentas recordar el nombre Mike, puedes visualizar un micrófono. Si crees que este Mike en particular tiene un buen cabello, es aún más efectivo visualizar el micrófono enredado en su cabello.
-¿Cuánto tiempo de entrenamiento lleva una mejora significativa de la memoria?
-Aplicando las técnicas correctas, la mejora en tu capacidad de recordar será inmediata. Por supuesto, mejorarás cada vez más con la práctica. Cuanto más use la memoria, más fuerte se volverá con el tiempo. Mi consejo número uno para las personas que desean mejorar es que tengan como prioridad usarla y ejercitarla tanto como sea posible. Desafortunadamente, hoy en día la gente está cayendo presa de una peligrosa “dependencia digital” y eso está provocando una enorme disminución de la memoria y un aumento de la confusión mental.
Dentro de las hazañas memorísticas que atesora Santos, una de ellas es la de superar la prueba de los números. En cinco minutos, recordó el orden exacto de más de 100 dígitos ubicados en forma aleatoria. Para ello, explica, asignó una imagen para todas las secuencias numéricas posibles del 000 al 999 (mil combinaciones diferentes, es decir, mil imágenes) y entrenó su cerebro para ver la imagen en su mente como una representación de la secuencia de 3 dígitos.
Ejemplo concreto: si los primeros 9 dígitos que necesitaba memorizar eran 357795543, él visualizaba leche (357) vertida sobre un cable (795) que se enrosca alrededor de un despertador (543). Veía imágenes en lugar de números, construía una historia visual. Claro que para conectar mil números con mil imágenes distintas se necesita no solo de horas y horas de práctica, sino de una memoria excepcional.
-¿Estas memorizaciones se olvidan con el tiempo o se almacenan en el disco rígido del cerebro?
-Con estas técnicas, se utiliza gran parte del cerebro para codificar la información en la memoria y mantenerla el tiempo suficiente a corto plazo para permitirte eventualmente transferirla de manera sencilla y natural a la memoria a largo plazo después de una revisión mental. En mi caso, me especializo en el campo de la “memoria semántica” (hechos, cifras, conceptos). Soy mejor allí que en la “memoria episódica” (experiencias de vida, conversaciones con personas, el clima que hizo en un día determinado).
-Al margen de que desarrolló una carrera a partir de su talento, ¿le sirve de algo para la vida diaria?
-Es increíblemente útil de muchas maneras diferentes, todo el tiempo. Para ahorrar tiempo y mejorar mi productividad. En lugar de buscar constantemente la misma información una y otra vez... cosas como números de vuelo, fechas, procedimientos, direcciones, fórmulas, números telefónicos, horarios… simplemente memorizo la información una vez. Viajo mucho y noto que hay personas que buscan en su tarjeta de embarque más de 10 veces el número de asiento o tienen dificultades para encontrar su pasaporte y completar los formularios de aterrizaje. Todas esas cosas nunca son un problema para mí. También me gusta memorizar rápidamente algunas palabras clave y frases cortas de otros idiomas y me sirve, por ejemplo, para memorizar rápidamente el contenido de los vídeos que publico en las redes sociales sin necesidad de ayudamemorias. Realmente es una gran ventaja en muchos sentidos poder aprender cosas tan rápido.
Christopher Baldassano es profesor de la Universidad de Columbia e integra el Laboratorio de Percepción Dinámica y Memoria que funciona en la casa de estudios. Durante años, investigó junto a Michael Dottino los cerebros de los atletas mentales más destacados, aquellos que edición tras edición sobresalían en el USA Memory Championship.
Para Baldassano, en general, los mejores competidores no tienen una memoria superior a la media. No hay nada especial en sus cerebros que les permita lograr recordar, por caso, una lista interminable de números que se ordenan sin sentido alguno. Su desempeño proviene del entrenamiento para usar métodos mnemotécnicos y de su aplicación activa durante las competiciones. Si no utilizaran esa técnica conscientemente durante un evento, olvidarían aquello que estudiaron como le pasaría a cualquier mortal.
Si bien todavía es un interrogante abierto, la principal hipótesis que baraja la neurociencia es que las regiones cerebrales más críticas involucradas en la memorización son la corteza prefrontal medial (la parte del cerebro justo detrás de la mitad de la frente) y el hipocampo, que está enterrado en el centro del cerebro. “Se sabe que la corteza prefrontal medial participa en la construcción y el uso de redes de conocimiento asociado. Por ejemplo, un experto en automóviles tendría un mapa mental de todas las partes de un coche, cómo se relacionan entre sí y los procedimientos para trabajar en ellas”, explicó el científico ante la consulta de Infobae.
En un estudio que realizaron en su laboratorio, reclutaron a personas que tenían una memoria promedio (podían recordar alrededor de 9 palabras de una lista de 40). Después de dos semanas de entrenamiento con el llamado Método de loci, podían mencionar entre 33 y 40 palabras, y después de un mes estaban entre 35 y 40. “Por tanto, planteamos la hipótesis de que casi cualquier persona podría mejorar drásticamente su memoria utilizando estas técnicas”, remarcó el experto.
-¿Entonces no hay nada que distinga a las grandes memorias?
-Sí, hay algo. Hay una diferencia conocida entre los mnemonistas expertos y es que parece ser más probable que tengan sinestesia. Por ejemplo, pueden decir que determinados números siempre están asociados con determinados colores en su mente. Esto podría facilitarles la formación de recuerdos vívidos como parte de técnicas como el Método de loci, pero no es necesario tener sinestesia para utilizar este método.
Después de años de estudio, Baldassano y Dottino están convencidos de que la forma más eficaz de mejorar la memoria es por asociación y no por repetición. Dos de los métodos más conocidos son el Método de loci y la Habitación romana. Ambos, con diferencias de procedimiento, buscan lo mismo: asociar conceptos a imágenes cotidianas.
En la técnica del Método de loci, el participante debe crear con antelación un mapa de ubicaciones espaciales (llamadas loci) a lo largo de una ruta, generalmente con la que esté familiarizado. Cuando quiera recordar una lista de elementos, se imaginará desandando ese camino y asociando cada elemento con un lugar.
Si alguien intenta asociar el concepto “libro” con el loci “río”, debe encontrar alguna conexión significativa entre los dos en base a su conocimiento sobre el mundo. Puede imaginar que está usando un libro enorme como una balsa en el río o tal vez libros que se caen por accidente al río y se mojan. “Hemos encontrado evidencia de que es fundamental encontrar y desarrollar una conexión significativa entre el loci y el objeto”, remarcó Baldassano.
Por último, la imagen específica que la persona creó en su cabeza debe guardarse en la memoria a largo plazo, que se cree que depende sobre todo del hipocampo, por su capacidad de almacenar y retener pronto información sobre un evento específico.
“La idea básica detrás del Método de Loci es simple. En nuestro estudio queríamos que nuestros participantes fueran muy consistentes al moverse a lo largo de 40 loci, por lo que tuvimos un programa de entrenamiento de un mes en el que dedicaron algunas horas cada semana para desarrollar 40 loci (en las semanas 1-2) y luego practicar la creación de conexiones efectivas entre objetos y loci (en las semanas 3-4). Pero se puede construir perfectamente un pequeño palacio dentro de la memoria en solo un par de horas”, afirmó Baldassano.
La Habitación romana, por su parte, es un método que data del año 500 antes de Cristo. Con él se enseñaba a los oradores romanos a mejorar sus habilidades para hablar en público. Dottino explicó de qué modo se aplica la técnica aún hoy:
-Imaginemos una habitación que conoce muy bien, pensemos en su dormitorio. Empiece a identificar objetos que estén tocando la pared (como un escritorio) o que estén pegados a la pared (como un interruptor de luz). Desde la puerta, camine mentalmente por la habitación en el sentido de las agujas del reloj numerando cada objeto comenzando por el número uno. Si gira en el sentido de las agujas del reloj y el primer objeto que ve es un interruptor de luz, se convierte en el objeto uno. Si el siguiente objeto en el sentido de las agujas del reloj es un tacho de basura, se convierte en el objeto dos. Continúe por toda la habitación hasta que haya regresado a la puerta. Ya identificó y numeró las “anclas” de su Habitación romana.
Ahora, cuando desee recordar una lista de elementos, asocie cada objeto de la lista con su correspondiente ancla de la habitación. Invente una historia que los vincule a ambos. Si los elementos que está tratando de recordar están en una una lista de compras y el primer elemento de la lista es una banana, dado que el primer ancla es un interruptor de luz, tal vez pueda imaginar que el interruptor de la luz es en realidad una banana gigante. Si el segundo artículo de su lista de compras es pollo y su segundo objeto es un tacho de basura, imagine un pollo atrapado dentro del tacho, intentando salir y haciendo mucho ruido.
Luego, combine cada artículo restante en su lista de compras con su correspondiente ancla. El tercer artículo de la lista de compras se empareja con el tercer ancla, el cuarto artículo con el cuarto ancla y así sucesivamente. Hasta que cada artículo se haya emparejado con un ancla.
-Al margen de la idea de competir en un torneo de memoria, ¿vale la pena de verdad aprender este tipo de técnicas?
-Claro. Ayuda a desarrollar la capacidad de concentrarse intensamente en el presente y bloquear todas las distracciones. Practicar estas técnicas también aumenta en gran medida la creatividad, porque usar reglas mnemotécnicas requiere crear asociaciones (es decir, historias) entre algo que ya sabes y aquello que quieres recordar. Cuanto mejor sea tu habilidad para crear historias memorables que vinculen algo viejo con algo nuevo, mejor será tu recuerdo.