El plenario del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) acaba de anunciar en París que Argentina no cayó en la “lista gris” en materia de lucha contra el lavado de dinero y el terrorismo, confirmaron fuentes oficiales a Infobae. El Gobierno festejó el resultado de la votación a la distancia porque un resultado negativa iba a tener consecuencias directas sobre la economía y los mercados.
El GAFI aprobó el Informe de Evaluación Mutua de la República Argentina luego de un largo proceso de evaluación que comenzó en septiembre del año pasado. En marzo fue una fecha clave: los evaluadores y funcionarios del GAFI estuvieron durante tres semanas en el país y se reunieron con todos los poderes del Estado, y con el sector privado, para valorar si el país cumple con las recomendaciones en materia de lucha contra el lavado de dinero y el terrorismo.
En agosto, una extensa comitiva argentina viajó a Francia para reunirse otra vez con los evaluadores del GAFI. En ese momento, se llevaron la impresión de que el partido estaba encaminado. Pero después hubo un segundo borrador con malas noticias para el Gobierno.
En las últimas semanas, el informe final de la evaluación argentina fue distribuido a las 200 jurisdicciones que integran la red global del GAFI para recoger sus comentarios y observaciones. Finalmente, tras un discurso del ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona a modo de alegato, la votación se hizo esta mañana, con presencia de la delegación argentina.
“Gracias al arduo trabajo del Gobierno de Javier Milei, Argentina evitó caer en la lista gris. Desde el Ministerio de Justicia, atendimos las observaciones que nos hicieron, para fortalecer el cumplimiento de los estándares internacionales, reafirmando nuestro compromiso contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo”, declaró el ministro de Justicia apenas se conoció el resultado. Unos minutos después, recibió en su teléfono un mensaje del presidente Javier Milei.
En la comitiva oficial que viajó a Francia había mucha cautela en la previa de esta jornada porque se estaban evaluando las acciones tomadas durante el gobierno de Alberto Fernández y apenas tres meses de este año.
La comitiva argentina estuvo encabezado por el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, el secretario de Justicia, Sebastián Amerio, el titular de la Unidad de Información Financiera (UIF), Ignacio Yacobucci, el presidente de la Cámara de Casación, Mariano Borinsky, y Eugenio Curia, un diplomático de carrera que fue elegido como coordinador nacional del programa de prevención de lavado de activos y financiamiento de terrorismo.
“Después de un largo año en virtud del cual hemos desplegado todos los esfuerzos a lo largo de la administración pública, el Poder Judicial y el Ministerio Público Fiscal, el GAFI reconoció que Argentina debe corregir algunas deficiencias del pasado en el sistema de lucha contra el lavado de activos a lo cual el gobierno argentino se ha comprometido, pero tenemos la satisfacción que el GAFI ha aprobado el informe”, dijo Curia tras conocerse el resultado. En tanto, el vice ministro de Justicia dijo que fue “un gran logro del Gobierno habida cuenta de las dificultades y lo nefasto que hubiera sido la caída en la lista gris para nuestro país”.
También viajó a París el flamante vicepresidente de la UIF, Santiago González Rodríguez, Marcelo Ruiz (asesor del Ministerio de Justicia), el titular de la DaJuDeCo, Juan Tomás Rodríguez Ponte, en representación del Poder Judicial, el fiscal Diego Velasco (a cargo de la PROCELAC), y el presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Roberto Silva, entre otros.
El GAFI está integrado por los 40 países más importantes del mundo (Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, China, Israel, Brasil, India, México, entre otros) y por organismos internacionales en su carácter de observadores (FMI, Banco Mundial, Comisión Europea, el BID, entre otros).
La última revisión que había realizado el organismo en la Argentina tuvo lugar en 2010, durante el segundo mandato de Cristina Kirchner, y el país terminó en la lista gris porque no cumplía con los estándares exigidos por el GAFI, es decir, presentaba un sistema de prevención débil contra el lavado de activos y la financiación del terrorismo. La situación se revirtió durante el gobierno de Mauricio Macri.
El proceso actual arrancó el año pasado, durante la gestión anterior. El gobierno actual hizo varios anuncios para intentar revertir la situación. Finalmente, el GAFI tuvo en cuenta la reforma a la Ley 25.246 de lavado de activos y los cambios introducidos al Código Penal, la modificación en los plazos de presentación de los Reportes de Operación Sospechosa (ROS), la redefinición a operaciones inusuales, y la incorporación del ROS de proliferación de armas de destrucción masiva. Además se evaluó como positiva la creación de un Registro Único de Beneficiarios Finales, bajo la órbita de la ex AFIP, y el Registro de Proveedores de Servicios de Activos Virtuales por parte de la Comisión Nacional de Valores (CNV).
“Heredamos una situación con muchos cuestionamientos. Formamos un dream team, fuimos dando exámenes, y ganamos la batalla. Este resultado no habría sido posible sin el esfuerzo conjunto de los distintos organismos públicos que trabajaron para subsanar las falencias heredadas”, declaró el ministro de Justicia en diálogo con este medio antes de partir a un agasajo en la embajada argentina en Francia.
El documento completo del Informe de Evaluación Mutua será publicado por GAFI antes de fin de año e incluirá los pasos a seguir para fortalecer las acciones de identificación, prevención y sanción del lavado de activos, financiamiento de terrorismo y terrorismo.