Los movimientos sociales vinculados al peronismo, la mayoría de ellos agrupados en la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), volverán a las calles para protestar contra las políticas sociales implementadas desde el Ministerio de Capital Humano por Sandra Pettovello. A la protesta se la denomina “La fila del hambre”. Afirman que la funcionaria hace más de nueve meses que no asiste con alimentos a los comedores y merenderos comunitarios.
La movilización será el martes 8 de octubre, a partir de las 10 de la mañana. La UTEP estará acompañada por organizaciones sindicales, sociales, eclesiales y de derechos humanos, con la consigna “El pueblo necesita comer. Contra el ajuste brutal en alimentos, salud, jubilaciones y educación”.
Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación a cargo de Patricia Bullrich alertaron que, como ocurrió las veces anteriores, las fuerzas federales aplicarán el protocolo antipiquetes. Lo mismo hará la Policía de la Ciudad. “Vamos a marchar de manera pacífica”, aseguran los organizadores de la protesta. El 10 de abril, una movilización encabezada por piqueteros de izquierda, que comenzó en 9 de Julio y Moreno e intentó ampliarse hasta Carlos Pellegrini y Juncal, terminó en incidentes ya que el Polo Obrero y otras agrupaciones cortaron 9 de Julio y la traza del Metrobús. Esa vez hubo detenidos y heridos. En esa oportunidad, la UTEP no participó de la medida de fuerza. Desde esa fecha no se volvió a realizar un piquete sobre esa arteria, una de las principales de la Ciudad de Buenos Aires.
La “fila del hambre”
La UTEP y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) a través de una causa judicial impulsada por el abogado Juan Grabois, le pidieron a la justicia que la Libertad Avanza asista con partidas alimentarias a los comedores administrados por las organizaciones y movimientos sociales, y concretamente a aquellos que están “validados” o certificados por la cartera de Pettovello, a través de auditorías territoriales y que tenían convenios con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En primera, segunda instancia y Casación Penal se falló a favor del reclamo -aunque reconociendo alguna de las tareas realizadas por la cartera de Pettovello-. Pero el ministerio fue en queja a la Corte Suprema.
A través de la Subsecretaría Legal, a cargo de Leila Gianni y Ariel Romano, Capital Humano argumentó que casi la totalidad de los alimentos que estaban en los depósitos de Villa Martelli, en la provincia de Buenos Aires, y de Tafí Viejo, en Tucumán, ya fueron entregados a escuelas vulnerables de todo el país. También que se incrementó la Tarjeta alimentar en un 137,5%; y se asiste con programas alimentarios a más de 4500 comedores, merenderos y puntos de entrega “que existen”.
En una entrevista concedida a este medio, Yanina Nano Lembo, la secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia aseguró: “Sostener y asistir con stock propio de alimentos -como sucedía antes- no es la política alimentaria actual. Desde Capital Humano consideramos que este es un año de ‘transición’ y la meta principal es que las familias recuperen la libertad de comer en sus casas”.
En el mismo sentido, explicó: “El objetivo es que los niños estén bien nutridos y estimulados. No es lo mismo que un chico crezca con una oferta limitada de nutrientes, a que lo haga con lo que necesita un organismo en desarrollo. Por lo que no sólo importan los aumentos de las prestaciones alimentarias medidas en dinero, sino también el valor nutricional de las calorías diarias que ingieren en los comedores”.
Pettovello y el presidente Javier Milei interpretan que las medidas de los movimientos sociales y de piqueteros de izquierda obedecen a que el Gobierno les quitó la intermediación de parte de los alimentos secos que el gobierno anterior “les deba de manera discrecional para asistir a comedores que no existían” .
“Uno de los puntos que se abordó desde el principio de la gestión fue el esquema de intermediación que no permitía de manera directa conocer y atender a los más necesitados. La desintermediación de los movimientos sociales hace que los alimentos se utilicen de manera eficiente y lleguen a quienes verdaderamente los necesitan. Y se presta menos a la posibilidad del mal uso de los recursos y los fondos públicos que los ciudadanos aportan”, explicó Nano Lembo.
Los dirigentes sociales no acuerdan con esos argumentos.
“Los motivos para la medida de lucha sobran, seguimos sin resolver la situación alimentaria, el ex programa Potenciar Trabajo, lo que ahora se llama Volver al trabajo y Acompañamiento Social, sigue congelado a valores de diciembre, No hay ningún tipo de acompañamiento para para las cooperativas en ese difícil momento; le quitaron al monotributo social el componente que cubría el ex Ministerio de Desarrollo Social, hoy Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, personas que estaban en pleno tratamiento médico se van a quedar sin obra social porque le quitaron ese aporte”, explicó Nicolás Caropresi, dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), la organización popular fundada por el abogado Juan Grabois.
El militante social pidió que, desde Capital Humano, “alguien de peso se siente a hablar para encontrar algunas soluciones ante esta difícil situación que está viviendo la Argentina”.
-Desde el Gobierno afirman que la asistencia ahora es directa, sin intermediación para los ‘comedores validados’ y que aumentaron la Tarjeta Alimentar, le dijo Infobae al referente del MTE.
-Los números de la pobreza y la indigencia siguen creciendo y eso tiene que ver con que están afectados muchos sectores mayores de edad, mucha gente contrabajo, con empleo social, la que solicita ayuda de las organizaciones sociales, la que necesita de la olla popular ante la difícil situación que están viviendo. Su salario no alcanza para llegar a finde de mes. Y sobre los comedores la respuesta es sencilla: presentamos la documentación de miles de comedores para ‘validar’ como dicen ellos. Hay fallos judiciales en primera y segunda instancia que le ordenan distribuir alimentos a los comedores y Capital Humano no cumple con la medida.
Caropresi aseguró que: “La fila del hambre, frente al edificio de Capital Humano, ubicado en Carlos Pellegrini y Juncal se va a desarrollar pacíficamente en paz. Espero que la no apriete no haga ninguna de esas cosas que les gusta para provocar. Esperamos abrir el corazón de algún funcionario que quiera resolver alguna de las necesidades de un montó de hermanos y hermanas”.
Johana Duarte, Secretaria Gremial de UTEP le dijo a este medio que: “Volvemos a realizar una nueva fila del hambre para denunciar el plan sistemático de genocidio social por goteo al cual empuja al pueblo este gobierno de Milei y Pettovello y exigiendo políticas alimentarias urgentes para abordar esta situación de catástrofe social que vive nuestro pueblo”.
La también dirigente del Movimiento Evita opinó: “Desde que asumió La Libertad Avanza han decidido fomentar el hambre desde el Estado y eso lo vemos en los últimos datos del INDEC, algo que desde los movimientos populares venimos denunciando hace varios meses: estas políticas solo iban a profundizar la miseria y la pobreza. El 63% de nuestras infancias son pobres, nuestros comedores siguen sosteniéndose con el heroísmo de nuestras cocineras que a pesar de la persecución del gobierno hacen malabares en el territorio para dar de comer al pueblo”.
La primera “fila del hambre” se realizó el 1 de febrero. Ese día la ministra Pettovello se acercó a la vereda con unos cuadernos en la mano y rodeada de micrófonos y militantes que le gritaban, la funcionaria dijo: “Yo voy a atender uno por uno a la gente que tiene hambre y no a los referentes”. Y, señalando con el dedo preguntó: “¿Chicos, ustedes tienen hambre? Vengan, vengan de a uno que les voy a anotar el DNI, les voy a anotar el nombre, de dónde son y van a recibir ayuda individualmente”.
A ocho meses de ese encuentro cara a cara, la situación, para los piqueteros de izquierda, y dirigentes de la UTEP la situación “empeoró, se profundizó”. Norma Morales dirigente nacional de Barrios de Pie y Secretaria Adjunta de la UTEP señalo: “Milei lleva adelante una situación crítica de miseria planificada, ajustando en la alimentación, salud, jubilaciones y educación. En los barrios populares ya se está viviendo un clima de mucho enojo, necesitamos respuestas concretas”.