A pesar de los reclamos de las organizaciones piqueteras y de la economía popular por falta de alimentos en los comedores y merenderos sociales, el Gobierno ya destinó ayuda directa a 10.692 comedores -el doble que la administración anterior- por $2.204261.769 y hay otros $1.731.765.496 “en proceso de convenio”.
Cáritas, a través de un convenio marco que la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y el secretario de Niñez, Familia y Adolescencia, Pablo de la Torre, firmaron con la institución religiosa que conduce Monseñor Carlos Tissera, el Obispo de Quilmes, ya recibió $1.473.832.553. Asiste en total 1.203 comedores divididos en tres programas: Cáritas Nacional, Cáritas Directo y Hogares.
El total del convenio, para la adquisición de 5 millones de unidades de alimentos, es a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI); en el marco de la ampliación del Programa de Abordaje Comunitario. El monto total pautado es por 20 mil millones de pesos, pero el Gobierno destina el dinero a medida que Cáritas va rindiendo las cuentas de la ejecución.
Un caso similar es el de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera). En este caso, el convenio se firmó el 5 de febrero. La institución, que conduce el pastor Christian Hooft, ya recibió un monto de $177.600.000. La organización asiste a 36.150 personas a través de 723 puntos de entrega y la suma es renovada de manera automática a medida que se justifique la utilización de la partida, es decir, demostrar de manera efectiva qué se compró con el importe, los lugares de asistencia y el número de beneficiarios.
Cáritas, por la experiencia y el volumen de colaboradores, logró una más rápida ejecución. ACIARA, en un momento, se vio desbordada su capacidad logística, pero, según pudo saber Infobae, esa etapa ya fue superada. Es la primera vez que un gobierno firma este tipo de convenio para ayuda social con esa institución evangélica, que tiene una red de comedores a través de la cual brinda asistencia a niños, ancianos y personas con discapacidad. Además, coordina hogares para niños y adolescentes en riesgo y otorga asistencia a familias vulnerables, ofrece educación accesible, organiza eventos educativos y campañas sociales.
Según explicaron a este medio, a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, destinado a la compra de alimentos secos, ya se firmaron 62 convenios por un total de $1.585.542.496 y ya hay " tres proceso de convenio” por un valor de $146.223.000 para el “fortalecimiento de comedores y merenderos”.
La decisión de tercerizar la ayuda alimentaria a través de organizaciones de la Iglesia Católica y el evangelismo, fue tomada por Pettovello y De la Torre, después de una auditoría interna que, según la Casa Rosada, reveló que no existían el 55% de los comedores a los que los movimientos sociales que integran la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), afirmaban asistir; y que del 45% restante, solo el 8% rendía cuentas del destino de los alimentos.
Eduardo Belliboni, el líder del Polo Obrero y referente de la Unidad Piquetera, asegura que, ellos siguen sin recibir asistencia del Estado a pesar de tener registrados sus comedores y haber rendido cada una de las partidas de alimentos que recibieron desde el ex ministerio de Desarrollo Social, actual Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia.
“El Polo Obrero puede presentar, cada vez que lo pidan las toneladas de recibos con rendiciones que tenemos desde hace años, y lo habíamos previsto para la última movilización. Ahora mismo lo estoy proponiendo al resto de las organizaciones: hacer una conferencia de prensa y mostrar cada uno de los recibos”, afirmó el dirigente de izquierda al ser consultado por este medio y desarrolló: “(Mauricio) Macri que no era favorable a los movimientos piqueteros, nos entregó siempre alimentos porque rendimos cada paquete de yerba. Lo mismo pasó con Alberto Fernández. Ninguno nos cortó la comida ¿y sabes por qué? porque la rendición se hacía, y esa misma rendición la tiene Pettovello. Cuando llegaba el camión del Ministerio con los alimentos a los depósitos de la organización social, se firmaba el primer recibo y así sigue la cadena”.
Según la versión de Belliboni, los dirigentes piqueteros tuvieron una reunión “con gente del secretario De la Torre al principio del gobierno, y nunca nos dijeron que el problema eran las rendiciones porque si es eso, las llevamos otra vez, tenemos las copias firmadas por las autoridades anteriores”.
Organizaciones sociales como el Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie, cuyos principales dirigentes fueron integrantes del gobierno de Alberto Fernández en el entonces Ministerio de Desarrollo Social, afirmaron que debieron cerrar comedores y merenderos por falta de asistencia alimentaria.
Para el Gobierno, el tema no tiene vuelta atrás. Comedor que no está empadronado, comedor que no recibe el beneficio. La asistencia que llega tampoco son alimentos secos, sino dinero que se deposita a través de una tarjeta que administra el o la responsable del lugar. El Programa se llama “Alimentar Comunidad”. La tarjeta se vuelve a cargar una vez que se realice la rendición de cuentas.
Desde La Libertad Avanza sostienen que hasta la llegada de Pettovello a Capital Humano y De la Torre a la ex cartera de Desarrollo Social había menos de 5.000 comedores a los que el Estado asistía de forma directa. Y que tan solo un 4,2% lo hacían las organizaciones populares. Ahora, se brinda asistencia a 10.692 y que la única importancia es que esté funcionando y que justifique la inversión. No importa si el lugar pertenece al Movimiento Evita, o al Polo Obrero. Sí, debe haber completado la inscripción en el hasta ahora desactualizado Registro Nacional de Comedores y Merenderos (ReNaCoM).
Desde la Casa Rosada insisten en que las denuncias por la falta de alimentos son injustificadas y que: “El problema y las quejas de los dirigentes son porque al perder el control los movimientos sociales se quedaron sin negocio, ni caja alimentaria para hacer política”.