La Unidad de Información Financiera (UIF) es un hervidero luego del “error” procesal que permitió el sobreseimiento del CEO de Techint, Paolo Rocca, el director de la compañía Luis Betnaza, y de Héctor Zabaleta, el supuesto encargado de entregar el dinero a funcionarios kirchneristas, en la causa Cuadernos. El organismo que conduce Carlos Cruz no apeló el sobreseimiento dictado por el juez Julián Ercolini y a partir de ese momento comenzó un pase de facturas que terminó hoy con el despido de uno de los abogados querellantes. La medida parece el comienzo de otro escándalo interno.
Todo comenzó el 10 de agosto, cuando el juez Ercolini, a cargo interinamente del juzgado que perteneció a Claudio Bonadio, dictó los sobreseimientos de los hombres de Techint. Pese a confirmar que los pagos a los funcionarios se hicieron, el fallo planteó que el caso de Techint era diferente al del resto de los empresarios porque el dinero que se entregó tenían que ver con “ayuda humanitaria” para una de sus empresas en Venezuela.
Betnaza y Zabaleta habían declarado que desde el Ministerio de Planificación Federal les habían pedido dinero para que el gobierno argentino intercediera ante Hugo Chávez por la delicada situación del personal de las empresas que el grupo tenía en Venezuela.
En ese misma resolución, llamativamente, el juez procesó a Roberto Baratta por dádivas, es decir, recibir el dinero de Techint.
Ercolini actúa en el marco de un pequeño tramo de la causa de los cuadernos que sigue en instrucción. El grueso del expediente ya está en manos del Tribunal Oral Federal 7 aunque todavía no tiene fecha para comenzar el juicio. En esa causa, la vicepresidenta Cristina Kirchner y varios de sus ex funcionarios están acusados de haber integrado una asociación ilícita que recaudó dinero entre los empresarios con los que hacían negocios durante la gestión K.
El fallo de Ercolini tenía un plazo para ser apelado. Pero ni la Fiscalía ni la UIF se presentaron a tiempo. Más tarde, sin embargo, la querella intentó “subirse” a la apelación que hizo la defensa de Baratta. Pero la Cámara Federal rechazó ese recurso por improcedente. “Fue un mamarracho jurídico”, admiten dentro de la UIF. Uno de los apuntados es Leandro Ventura, un abogado de confianza de Carlos Cruz.
A partir de ese momento, comenzó una “caza de brujas” dentro de la UIF contra los tres abogados que actúan en esa causa, a los que se les inició un sumario, tal como reveló Infobae.
Dos de los abogados, Fernando Diez y Marcela Vivona, respondieron con una denuncia administrativa contra Cruz y su jefe de Gabinete, Gabriel Rojas. Los acusaron de hostigamiento, entre otras cosas.
Diez y Vivona están en la UIF desde la gestión de José Sbatella por lo que el conflicto está lejos de tener algún condimento político. Actualmente no estaban yendo a trabajar porque tienen una licencia psiquiátrica.
Sin embargo, Diez recibió hoy un telegrama de despido, pudo saber Infobae. Se lo acusa de no haber informado del vencimiento del plazo para apelar la resolución de Ercolini. “Cruz se está desligando de su responsabilidad, él sabía de toda la situación”, dicen en el organismo.
El despido de Diez sería solo el comienzo de una batalla interna. En el organismo llueven las acusaciones. Se hablan de reuniones secretas y aprietes contras los abogados. Fuentes consultadas por este medio aseguran que el episodio de Techint es parte de una cadena de escándalos como la salida del entonces director de Litigios Penales, Claudio Castelli, jefe directo de los abogados que llevan adelante las causas judiciales.
Antes de irse, Castelli inició una “guerra interna” contra Cruz y sus allegados. “Afuera todo el mundo está diciendo que la UIF está parada. ¿Por qué no le pregunta Carlos (Cruz) a Cristina Caamaño (la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia) qué piensa? ¿Por qué no le pregunta a muchos del gobierno del desaguisado que está haciendo con la UIF? Yo soy solo un mensajero y quiero mejorar las cosas, pero vos estás en las rencillas de poder internas, un absurdo, no entendés cómo funciona esto, yo lo lamento, yo te di directivas por dónde ir, vos enganchabas rápido, pero rápidamente entraste en las rencillas internas … pregunten afuera qué piensan de la UIF, está parada, no sacan ninguna resolución, no hacen ninguna supervisión. Si no presentamos una querella es porque yo esperé a que saliera el poder, y en segundo lugar a que pusieran más gente, vos sabés que necesitamos más gente, no es cuestión de presentar la querella, es llevarla a la causa. Lamento que no hubieras entendido cómo funciona la administración pública, cómo es esto de la delegación, cómo es un director que tiene que manejar las cosas, te quedaste en la rencilla, en el chisme, hay una diferencia y una estatura moral entre vos y yo y Marcela, dejémoslo así”, dice en uno de esos audios revelados por Infobae.
Con el episodio de Techint se reflotaron las acusaciones contra el titular de la UIF. “Con la causa Cuadernos tuvimos un problema desde el comienzo de la gestión de Cruz. La orden verbal, nunca escrita, siempre fue ‘dejarla correr’. Los abogados veníamos advirtiendo que había que tomar decisiones técnicas importantes. Nunca nos escucharon”, dicen en el área de Litigios.
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