Todos unidos y con un objetivo común parece ser el lema actual de la Unión Cívica Radical. El partido acaba de cumplir 130 años y parece encolumnado en un objetivo común: pasar de furgón de cola a locomotora de la coalición Juntos por el Cambio.
El radicalismo viene avanzando y tachando casilleros. A diferencia de sus socios en Juntos por el Cambio ya parece haber lamido sus heridas y pasó una de las partes más complejas. En medio de la pandemia hizo elecciones internas en Córdoba, Buenos Aires y Ciudad. El análisis que se hizo internamente fue el que empujó la estrategia que se comenzó a desplegar ya que los resultados mostraron “paridad con renovación, sin un ganador excluyente”.
Con ese escollo ya resuelto, los principales referentes empezaron a acomodar un discurso único. La interna terminó y es hora de avanzar en busca de sumar poder y la estrategia es ir de afuera hacia adentro.
El gobernador Gerardo Morales está de recorrida mediática y de llamados telefónicos. Arrasó en los comicios de Jujuy y se declaró candidato a presidente de cara al 2023. Y lo hace saber cada vez que puede. Se diferencia del “ala dura” del PRO, se ríe de que no están acostumbrado a las internas “como nosotros” y propone una vuelta al “centro” luego de lo que entiende que fue un viraje a la derecha. “Juntos por el Cambio en los últimos tiempos se ha convertido en una telenovela del PRO y en un ‘te quiero, no te quiero’”, señaló hace días el gobernador de Jujuy.
Morales es el último de la “vieja guardia” que queda en medio de una renovación que tiene a Martín Lousteau en la Ciudad, a Maximiliano Abad en la provincia de Buenos Aires, Maximiliano Pullaro y Mario Barletta en Santa Fe, Alfredo Cornejo en Mendoza y en Córdoba Mario Negri y Rodrigo de Loredo.
“Pasamos el proceso interno sin muertos en el camino y con una marcada renovación. Hay equilibrio de fuerza en las líneas internas y una intención compartida de recuperar protagonismo. En cambio en el PRO siguen discutiendo y lo hacen mientras Mauricio Macri se retiró de la mesa y se fue a Europa. En este contexto, por ejemplo, en Córdoba quién va a apoyar a Gustavo Santos, el candidato del ex presidente, o en la Ciudad quién le va a discutir a Horacio Rodríguez Larreta”, explicó a Infobae un conocer de las internas radicales que hoy observa de cerca las que vive el Pro.
El presidente del partido, Alfredo Cornejo, lo dijo en público y lo afirma en privado. En la UCR entienden que durante la gestión Cambiemos fueron maltratados y que llegó el momento de recuperar espacios. Tanto es así que el hombre que maneja a la UCR en Mendoza pide “unidad” a Juntos por el Cambio pero avisa que en la provincia de Buenos Aires es con Manes a la cabeza.
Mientras tanto, Manes, Abad y Lousteau se encargan de seguir adelante con los recorridos de la renovación. Van a las provincias, se juntan con los referentes, se sacan fotos con los ganadores y se paran especulando con el 2021 pero mirando el 2023.
En la provincia de Santa Fe, el radicalismo jugó dentro del Frente Progresista pero con el fallecimiento de Miguel Lifschitz el socialismo santafesino no logra encontrar un referente de peso que aglutine. En medio de esto los votantes radicales ya casi que están volcados a Juntos por el Cambio por lo que la permanencia de la UCR en ese sector electoral pareciera tener los días contados.
“Los votantes ya no están en el Frente, pero como Cambiemos no es oficialismo en nada en Santa Fe, la dirigencia radical se queda con el socialismo”, explican en la provincia. Por ahora hay dos referentes en la provincia que se disputan el liderazgo dentro de la UCR de cara a esa renovación que busca en Juntos por el Cambio el acceso al Palacio Gris.
Por un lado aparece Maximiliano Pullaro, referente de un grupo grande de radicales que estaba con el socialismo -Pullaro fue ministro de Lifschtiz- y que está más cerca de Juntos por el Cambio. Aunque Pullaro tiene buena parte del partido a su favor, hay otra rama que tiene como referente a Mario Barletta, con más peso en el norte de la provincia (Pullaro es del sur). Pero ambos apuntan a sumarse a Juntos por el Cambio.
Aunque existen diferencias en algunos distritos, en el radicalismo destacan que llevaron adelante el proceso de renovación y que el partido no se desangró en el medio y así avanzan en su estrategia de crecer de afuera de la coalición hacia adentro de Juntos por el Cambio.
“Hoy el PRO no tiene renovación, se pelean por la provincia de Buenos Aires pero son todos candidatos que tienen que explicar por qué perdieron en 2019″, explican los correligionarios. “Macri se fue y Vidal va a jugar en la Ciudad lo que hace difícil el lugar de Patricia Bullrich porque si va a una interna y es derrotada tiene mucho más que perder que un lugar en la lista, como por ejemplo que presida el partido alguien que perdió. Para los radicales que quieren ir con Bullrich, como por ejemplo Luis Brandoni, aunque midan muy bien en la Ciudad no necesitan de nadie por lo que deberán repensar esa estrategia y negociar con Larreta. Mientras tanto, nosotros avanzamos en las provincias, vamos a las elecciones y ganamos y nos paramos en la mesa nacional de Juntos por el Cambio desde otro lugar. Ellos ya fueron y perdieron y nosotros los acompañamos, ahora es el momento que ellos acompañen”, resume un hombre de peso de la Unión Cívica Radical.
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