Tras el pedido al papa Francisco de “Padres Organizados”, el nuevo movimiento social que emergió en la política educativa argentina después del cierre de las escuelas que impuso el Gobierno en 2020 por la pandemia de coronavirus, para que interceda ante el presidente Alberto Fernández por la vuelta a la presencialidad de las clases, la Secretaría de Estado del Vaticano respondió invitándolos a “perseverar en sus propósitos de bien”.
En la carta de respuesta, firmada por Monseñor Roberto Cona con fecha del 2 de junio, desde la Santa Sede agradecieron la muestra de “cordial cercanía” y manifestaron que les asegurara “un recuerdo en la oración”.
“En la carta le pedíamos que intercediera por nosotros en la defensa del derecho a la educación de todos los niños, niñas y adolescentes a lo largo y ancho de nuestro país. En repuesta, recibimos, hoy, con alegría su contestación donde nos anima a perseverar en nuestros propósitos y bendice a nuestras familias”, publicaron este lunes los representantes del grupo peticionante tras recibir la misiva enviada desde Roma.
La primera carta había sido enviada en el contexto de la visita del presidente Fernández al papa Francisco en el Vaticano durante el mes pasado. En ese momento, los integrantes de “Padres Organizados” le solicitaron al Santo Padre que en la reunión que mantendría con el jefe de Estado hiciera hincapié en la importancia de que se respeten los derechos a la educación de niños, niñas y adolescentes argentinos que desde hace 18 meses no pueden asistir a las aulas.
“En un contexto de crisis sanitaria, social y económica, más del 60% de los niños se encuentran en situación de pobreza. En la gran mayoría de las localidades, los niños han atravesado los últimos 18 meses sin asistir a clases y más de un millón de chicos durante 2020 se desvincularon de su escuela. Las escuelas cerradas solo profundizaron este desastre”, había alertado.
Además, explicaron que muchas de las localidades donde la educación presencial se vio interrumpida coinciden con lugares de extrema pobreza donde la salud física y emocional de los chicos se está deteriorando.
La petición de los padres se produjo luego de que el Gobierno enviara al Congreso un proyecto de ley para regular las restricciones y facultar al Presidente de suspender las clases en aquellos distritos que estén en alarma epidemiológica.
“Sabemos que la escuela es irremplazable, cumple diversos roles, educa pero también brinda contención especialmente en contextos sociales adversos. Las escuelas cerradas tienen un enorme costo social que hoy no terminamos de cuantificar”, remarcaron en la misiva, que además fue compartida en las redes sociales.
Si bien los padres admiten que no desconocen las dificultades logísticas y sanitarias que involucra mantener las escuelas abiertas, recordaron que “las investigaciones recientes han constatado que la escuela no es el principal foco de contagio y, en cambio, sí se han podido medir los inmensos daños que las escuelas cerradas provocan en los niños”.
Ellos están convencidos de que “la escuela debe ser lo último en cerrar y lo primero en abrir frente a las restricciones de la pandemia que azota al mundo entero, dado que está comprobado que el aula no contagia”. Y remarcan: “Es más, es un lugar de prevención y detección del virus”.
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