En medio del recalentamiento inflacionario, los sindicatos comenzaron a presionar por la reapertura de las paritarias o por cerrar los nuevos acuerdos salariales para 2021 de entre el 45% y el 50%, en una espiral de reclamos condicionada también por las elecciones generales y la elección de la futura CGT.
La exigencia más impactante es la efectuada en las últimas horas por la Asociación Bancarria (AB), liderada por Sergio Palazzo, que advirtió sobre una “situación límite” en la actividad en la que se combinan “medidas de emergencia sanitaria que no ofrecen garantías para operar”, “2600 puestos de trabajo perdidos y 213 sucursales cerradas” y una fuerte pérdida del poder adquisitivo ante el alza de los precios de los alimentos que provocan un desfase superior al 10% en los salarios pactados.
Luego de respuestas de las cámaras consideradas insuficientes, durante reuniones ante el Ministerio de Trabajo, el gremio de Palazzo anunció que este jueves decidirá medidas de fuerza durante un plenario de secretarios generales en demanda de la reapertura de las paritarias, entre otros puntos.
La Asociación Bancaria fue el gremio que firmó la primera paritaria del año: en febrero pasado pactó un 29% de incremento para este año más una actualización salarial del 2,1% pendiente para 2020, además de una cláusula que prevé revisiones en septiembre y noviembre. Ese 29% correspondía a la pauta inflacionaria prevista en el presupuesto nacional y que el Gobierno utilizó como pauta general para todas las negociaciones salariales del año, con el añadido de dos o tres puntos.
Ahora, sin embargo, Palazzo alertó que “vamos a sentarnos a la mesa de discusión porque el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central dice que la inflación va a ser de más del 40%” y criticó a los formadores de precios de alimentos por los aumentos y también a “los funcionarios que no controlan lo que deberían cuidar con más de 10 herramientas”.
El planteo de los bancarios es aplicar ahora la cláusula de revisión pactada para septiembre, aunque no descartan la negociación de alguna suma fija o anticipo a cuenta de la futura paritaria.
Otro gremio líder que pidió la reapertura de paritarias es el de Alimentación, que también había acordado un 29% de aumento a principios de año y ahora reclama una compensación ante el aumento inflacionario. La Federación de Trabajadores de la Alimentación, que conduce Héctor Morcillo, comenzó el lunes pasado un plan de lucha dos dos horas por turno en rechazo a una oferta empresarial del 16% hasta diciembre, pero el Ministerio de Trabajo declaró la conciliación obligatoria.
Mientras, el Sindicato de Camioneros envió formalmente a las cámaras empresariales el pedido de inicio de las paritarias 2021 y, aunque no lo hizo de manera oficial, dejó trascender que está reclamando una mejora salarial que oscila entre un 45% y un 50% para todo el año.
Hugo y Pablo Moyano se proponen reclamar un aumento salarial de niveles impactantes porque, además de recuperar las remuneraciones, Camioneros necesita volver a mantenerse al tope del ranking de los sindicatos con más poder de fuego: lo requiere para demostrarle su vigencia al Gobierno y, a la vez, para darle una señal de fuerza al resto de los sindicatos que están en pleno reacomodamiento para elegir las nuevas autoridades de la CGT antes de fin de año.
Para los empresarios del transporte automotor de cargas, el pedido de Camioneros es inviable. Se quejan de los elevados costos del sector, de la cantidad de personal sin trabajo y los muchos choferes contagiados que deben ser reemplazados. Por eso prevén una pelea que se mantendrá abierta durante largas semanas, aunque el sector patronal está muy lejos de llegar siquiera al 45%.
Este año, curiosamente, el inicio del reclamo de Camioneros se dio casi en simultáneo con el efectuado por Facundo Moyano, el diputado del Frente de Todos que está cada vez más cerca de ponerse de nuevo al frente del Sindicato de Peajes, al que renunció en 2017 y que dejó en manos de uno de sus colaboradores, Sergio Sánchez. En su cuenta de Twitter, el legislador publicó un mensaje para desearle “fuerza” a su papá en la paritaria y publicó una foto en la que están juntos.
Cerca de Facundo Moyano advirtieron que los trabajadores de peajes “sufren cuatro años seguidos de pérdida de poder adquisitivo” y que ahora las empresas del sector “pretenden aplicar la paritaria firmada por los estatales, que fue del 35%”. Para apuntalar su reclamo, el diputado oficialista basa sus pretensiones salariales en un trabajo realizado en mayo por el Centro de Investigación de Finanzas de la Universidad Di Tella, según el cual “la inflación esperada por la población para los próximos 12 meses es de 50,2% según el promedio de las respuestas, y de 50% según la mediana”.
Mientras, las autoridades y los trabajadores del Congreso de la Nación llegaron este miércoles a un acuerdo en la discusión paritaria 2021 para actualizar los salarios. El convenio contempla un aumento de sueldos del 40 por ciento que será efectivo en cuatro tramos: se pagará en los meses de julio, agosto, septiembre y octubre.
El acuerdo fue alcanzado en una reunión de la que participaron la presidenta del Senado, Cristina Kirchner; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa y los representantes de las tres entidades gremiales, la Asociación del Personal Legislativo (APL), la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN).
El personal legislativo completó la paritaria del año 2020 a fines de marzo, cuano se definió en una suba del 25% en tres tramos: un 7% que se otorgó en noviembre, un 8% retroactivo al 1 de febrero y un 10% más desde abril.
También la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles (FASiPeGyBio) comenzó un paro en todas las refinerías del país ante el fracaso de las negociaciones paritarias, pero lo dejó en suspenso ante una audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo para este viernes.
El gremio que conduce Pedro Milla reclama la cláusula de revisión 2020 y se queja de que “las empresas nos empujaron a iniciar el paro” porque “no ha habido ninguna actualización salarial durante este añoW y “las paritarias recién tendrían efecto del 15% a partir de enero de 2022″.
El crecimiento inflacionario no es una buena noticia para el Gobierno en un año electoral, por lo que las señales que reciben los sindicalistas es que los funcionarios harán la vista gorda para que puedan recomponerse los salarios y contribuyan a que no es escapen los votos del oficialismo, aun cuando los números puedan generales puedan complicar el trazado que se impuso el ministro Martín Guzmán.
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