En febrero de 2020 el ministerio de Cultura de Perú envió un alerta para avisar que un libro manuscrito de alto valor histórico había sido sustraído en noviembre de 2019 del Archivo Regional de Cusco. El aviso tenía la intención de advertir a las autoridades de otros países por la posible venta on line de ese texto robado.
“La Dirección de Recuperaciones de la Dirección General de Defensa del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura comunica la sustracción y venta en internet de un (01) libro manuscrito de cuentas de los cañaverales de Pachachaca, Mollemolle y Santa Ana, de la Real Superintendencia de Temporalidades del Cusco, años 1772-1773, perteneciente al Archivo Regional del Cusco, ubicado en la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, en el distrito, provincia y departamento del Cusco; evento notificado el 14 de noviembre de 2019”, decía la comunicación que emitió Perú y llegó a varios países, entre los que se encuentra Argentina.
La descripción que hizo Perú del objeto robado es la siguiente: “Libro de cuentas manuscrito con las cuentas de los cañaverales de Pachachaca, Mollemolle y Santa Ana, realizados por la Real Superintendencia de Temporalidades del Cusco, correspondiente a los años 1772 y 1773. Posee pasta de cuero, carátula interna con anotación en lápiz azul: “Legajo N° 30”, e inscripción: ‘Libro de Arrieros de los 3 Cañaverales de Pachachaca, Mollemolle y Santa Ana pertenecientes a esta Real Superintendencia de Temporalidades de esta Ciudad del Cuzco y su Obispado que da principio en 1° de Mayo de 1772 hasta 30 de Abril de 1773′. Se trata de un documento original (no copia ni testimonio), con firmas de contadores y escribanos, tiene escritura manuscrita itálica.”
El aviso peruano fue recibido en Argentina por el Comité Argentino de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, del que forma parte la Aduana. Entonces el área de investigaciones de la Dirección General de Aduanas inició una pesquisa. Hicieron una búsqueda por internet y hallaron que el libro estaba en venta a través de un sitio web argentino llamado HS Rare Books ( HS Libros raros). El sitio está escrito en inglés y se dedica a la comercialización de libros poco comunes, mapas y grabados. También ofrece libros antiguos de viajeros, de piratería, de navegación y de ciencia. Los precios están fijados en dólares.
Los aduaneros detectaron algunas piezas muy específicas que estaban en venta en HS y a través del Ministerio de Cultura se pidió información a los países de origen. Desde Perú y Paraguay contestaron que dos artículos que ofrecía HS formaban parte del patrimonio histórico de esos países y habían sido robados. Tenían confirmada la hipótesis de que estaban ante un caso de “tráfico ilícito transnacional de bienes culturales”.
La Aduana hizo la denuncia e intervino el juzgado en lo Penal Económico a cargo de Pablo Yadarola quien desde entonces conduce la investigación judicial.
Al principio intervino la Dirección de Protección del Patrimonio Cultural de la Policía Federal. Luego llegó la pandemia y el expediente se ralentizó. El juez decidió que la investigación la retomara la Unidad Operacional Control del Narcotráfico y el Delitos Complejos del Este de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que fue la encargada -junto a personal de la Aduana- de realizar los nueve allanamientos producidos el jueves.
Entre los procedimientos realizados por orden de Yadarola se allanaron dos domicilios: uno en Barrio Parque y otro en el country Martindale en Pilar. Allí viven Marcelo Pedro Hidalgo Solá y su hijo Sebastián Hidalgo Solá, ambos imputados en la causa que se inició como un caso de contrabando de bienes culturales.
En los allanamientos se secuestraron unos 100 libros y una docena de obras de arte. De acuerdo a fuentes que participaron de los procedimientos también se incautaron monedas antiguas, monedas de oro, dinero en efectivo, cinco relojes de alta gama, barras de oro, un auto, además de computadoras, teléfonos celulares, tarjetas, pasaportes y carpetas con material de interés para los investigadores. El doble apellido de los imputados -Hidalgo Solá- se ve reflejado por sus iniciales en el nombre de la página web que vende los libros: HS Rare Books.
Marcelo Pedro Hidalgo Solá tiene 64 años y Sebastián, 36. Los dos quedaron involucrados en la causa por la comercialización del libro robado en Perú. El caso se inició para determinar si los Hidalgo Solá habían cometido una infracción al Código Aduanero (contrabando) pero derivó en una investigación por lavado de dinero. En la Argentina padre e hijo integran una sociedad de responsabilidad limitada llamada Inversiones Táchira. El padre está registrado como autónomo y el hijo que figura como empleado de Inversiones Táchira, una sociedad dedicada al negocio de la construcción y el desarrollo inmobiliario.
Según confirmaron a Infobae fuentes judiciales, la Unidad de Información Financiera (UIF) que se sumó a la investigación detectó que los Hidalgo Solá y sus familiares cercanos poseen propiedades en Argentina y Uruguay; sociedades en Argentina, Puerto Rico y Estados Unidos y cuentas en Estados Unidos, Puerto Rico e Islas Vírgenes Británicas. Algunas de esas posesiones de los Hidalgo Solá no están declaradas ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Es por eso que también fueron imputados por el delito de lavado de dinero.
Los Hidalgo Solá no fueron detenidos. Quedan pendientes algunos aspectos de la investigación por lavado de dinero. Y se debe determinar también si el material secuestrado en los allanamientos integra el patrimonio cultural de Argentina o de algún otro país porque está prohibida su comercialización. Si se determinara que algunos artículos que los Hidalgo Solá tenían para la venta son patrimonio cultural del algún país extranjero, se debe investigar además si el ingreso al país se hizo mediante una violación del Código Aduanero (contrabando).
El libro de “cuentas de los cañaverales de Pachachaca, Mollemolle y Santa Ana” requerido por las autoridades peruanas no fue hallado en los allanamientos. Los investigadores del caso presumen que fue vendido y que puede estar en algún lugar de Estados Unidos. La búsqueda continúa. La investigación sobre los Hidalgo Solá, también.
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