Alberto Fernández aprovechó las doce horas de vuelo desde Buenos Aires a Roma para charlar con Fabiola Yáñez, tener un largo diálogo con Guillermo Oliveri, secretario de Culto, e intercambiar información diplomática con Felipe Solá, su canciller. Cuando apagaron las luces de la cabina, el presidente se fue a dormir y al concluir el desayuno -huevos revueltos, yogur y café negro- concedió un reportaje exclusivo a Infobae a pocos minutos de arribar al aeropuerto de Fiumicino.
El Presidente hizo hincapié en el protagonismo global de Francisco, reveló que está empecinado en terminar las disputas domésticas alrededor del Papa y ratificó que su gira relámpago por Roma, Berlín, Madrid y París tiene como objetivo explicar la posición de la Argentina respecto a la deuda externa.
“Lo que busco es que ellos conozcan de primera mano lo que le pasa en la Argentina, que comprendan lo que le pasa a la Argentina y que acompañen -en lo posible- la salida que la Argentina propone”, señaló.
-¿Cuál es su expectativa para la gira que inició hoy en Roma?
-Mi mayor expectativa, claramente, es que Argentina esté integrada al mundo. Nunca hemos querido una Argentina aislada. Para mí Europa es un lugar muy importante: los argentinos en gran medida llegamos de los barcos y los barcos vinieron de Europa. Hay un elemento cultural, que siempre rescato, que es el vínculo cultural que tenemos con Europa. Por eso, para mí venir a Europa es central.
-¿Se puede diferenciar su audiencia de mañana con Francisco en el Vaticano del resto de la gira que usted hará en Italia, Alemania, España y Francia?
-Son dos cosas distintas. En verdad me había predispuesto a que mi primera salida fuera a verlo al Papa. Pero la ceremonia mundial en recuerdo a las víctimas del Holocausto me exigió otra cosa. Sin embargo, quiero decir que para mí es muy importante la visita al Papa, porque con el Papa, lamentablemente en la Argentina, hay una disputa para ver de quién es el Papa. Y el Papa no es de nadie.
-¿Su opinión sobre el Papa cuál es?
-El Papa es un líder moral como pocos existen en el mundo. Y desde ese liderazgo moral hace planteos sobre temas vinculados a la pobreza y a la actualidad económica que particularmente comparto y que me encanta trabajar mas cerca del Papa.
-¿Uno de los objetivos de su audiencia es rescatar la imagen de Francisco como figura nacional?
-El Papa no es de nadie. El Papa ni es de los peronistas ni de los no peronistas. El Papa es una figura moral, enorme en el mundo, y los argentinos tenemos que acostumbrarnos a terminar con esta discusión de apropiarnos del Papa. Es una figura que está mucho más allá de nosotros y hay que cuidarlo en su autoridad, y hay que cuidar lo que realmente representa: es el Pastor más importante de la Iglesia. No tenemos que someterlo a las disputas internas.
-Respecto a la segunda parte de la gira, ¿usted cree que Italia, España, Alemania y Francia van a apoyar a la Argentina frente a las negociaciones de la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional?
-El tema de la deuda va a estar en la discusión y también estará el tema del club de París, que es parte de la deuda argentina.
-¿El asunto del Club de París es con Emmanuel Macron?
-Sí, sólo con Macron. Ahí también tenemos que buscar un camino de salida, porque es parte de la deuda argentina.
-¿Y respecto a la negociación de la deuda externa con el FMI?
-Los cuatro países que visito, Italia, Alemania, España y Francia, tienen representación en el board del FMI. Francia y Alemania son el eje del movimiento económico en la Unión Europea. Y lo que busco es que ellos conozcan de primera mano lo que le pasa a la Argentina, que comprendan lo que le pasa a la Argentina, y que acompañen -en lo posible- la salida que la Argentina propone.
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