Productora peruana, sin saber leer ni escribir, conquista Europa con su café y métodos de cultivo sostenibles

En lo profundo de la región San Martín, una productora de café logró lo que pocos imaginaron posible: exportar su producción a mercados europeos sin haber recibido educación formal. A pesar de las dificultades que implica el cultivo en la selva peruana, su café biodinámico fue reconocido por su calidad, posicionándose en países como Holanda, Italia y Suiza.

En el caserío de Pacaypite, distrito de Jepelacio, Ilda Flor Huamán inició su trabajo en el cafetal hace tres décadas. Sin acceso a educación tradicional, es decir, sin saber leer ni escribir, su conocimiento provino de la experiencia y de la capacitación recibida en los últimos años. “Hoy tengo un manejo técnico: el café orgánico ha pasado a ser un café biodinámico”, indicó en declaraciones a Inforegión. Este método de cultivo busca integrar todos los elementos del ecosistema para lograr un suelo más fértil y sostenible.

El café de la agricultora peruana alcanzó una calificación de hasta 88 puntos en taza, ubicándolo en la categoría de cafés especiales. Las variedades cultivadas incluyen caturra, catimor y pache, con un proceso de cosecha y postcosecha que sigue estrictos estándares de calidad.

En sus inicios, la comercialización se realizaba de manera artesanal, con pequeños lotes que se tostaban y vendían localmente. Un punto de inflexión en su trayectoria ocurrió cuando una ingeniera de Lima, identificada como Rosita, probó su café y facilitó los contactos necesarios para expandir su mercado. Gracias a la conexión con Keylith Mas Culquin y el respaldo de la Cooperativa Agraria Sabores del Bosque, el café comenzó a llegar a Europa. Actualmente, exporta alrededor de tres toneladas anuales.

El cafetal enfrenta constantes desafíos debido a plagas y enfermedades como la roya y la broca, que pueden afectar la productividad. Para contrarrestarlas, Ilda Flor ha implementado técnicas orgánicas, como la aplicación de foliares y bioles, además de trampas naturales a base de alcohol y café molido.

El siguiente paso en su negocio es la adquisición de una tostadora y un molino, lo que le permitirá vender su café tostado bajo una marca propia. La posibilidad de diversificar su oferta es vista como una oportunidad para mejorar sus ingresos y consolidar su presencia en el mercado internacional.

El caso de Ilda Flor Huamán refleja la evolución de la caficultura en la Amazonía peruana y el papel que cumplen las cooperativas en la integración de pequeños productores a la economía global. Ante los efectos del cambio climático, cada vez más caficultores han optado por sistemas de producción sostenibles que garantizan la calidad del café sin afectar los recursos naturales.

La agricultura biodinámica se basa en principios desarrollados en 1924 por el austríaco Rudolf Steiner. Considera a la finca como un organismo autosuficiente en el que todos los elementos, desde el suelo hasta los astros, influyen en la calidad de los cultivos.

Según la revista Incapto Coffee, “el objetivo principal de la biodinámica es hacer entender que todos los elementos son uno solo”. Bajo este concepto, se aplican preparados naturales que potencian la fertilidad del suelo sin recurrir a insumos sintéticos.

Este modelo agrícola fue adoptado en diversas regiones productoras de café y otros cultivos como el vino. Su aplicación no solo favorece al medioambiente, sino que también mejora las características organolépticas del producto final. En el caso del café de Ilda Flor Huamán, la transición a este sistema ha sido clave para su diferenciación en el mercado internacional.